Prólogo

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☀️

Mis pies corren sin descanso, mi corazón acelerado me da advertencias que posiblemente tenga un fallo cardíaco, pero no puedo hacer nada, solo quiero correr y desaparecer entre las paredes de oro, las paredes de mi castillo, hogar y esclavitud.

"—Lily, estoy cansado de ti, ¡Dije que no me sucede nada, largo! No quiero saber nada de ti"

"—Papá, este no eres tú."

"—¿Quién dijo que lo era? Solo lárgate de mi vista niñata"

Lágrimas, una, dos, tres y cuatro más, corro más rápido.

¿Ese señor frío y distante es mi padre? No lo creo.

"—Sé que no está mamá pero Rapunzi, yo soy tu padre y te amaré siempre"

Mi papá es otro, no la persona que ahora se sienta en el trono y menosprecia a todos.

"—Es difícil pero, tienes madrastra"

Mis piernas tiemblan como flan bajando con inseguridades y miedos por las escaleras, quiero huir, pero, ¿Cómo hacerlo si eres la princesa del reino? Huir es la última opción que podría hacer en vida, es una responsabilidad tras otra sin descanso, un círculo vicioso, podría decirse que antes me gustaba incluso, el poder ayudar al pueblo.

Pero cuando entro a las paredes de mi hogar todo se torna frío y doloroso, incluso triste a pesar de las paredes de oro reluciente como el mismo sol y sus pequeños toques de blanco que hacían una combinación muy alegre y hermoso según los trabajadores que vienen cada día.

Para mi es triste, agonizante y me hacen sentir sola.

Soledad, estoy sola.

Y todo empezó por ella.

La mujer más hermosa y malvada que podría existir.
Quien dijera que la maldad es horrenda y fea, se equivoca grotescamente, la maldad es tan hermosa e incluso más que todo lo puro, porque entonces, ¿Cómo no caeremos en ella?

El diablo una vez fue Ángel.

Y con ella aprendí eso, mi madrastra.

Fue llegar como un suspiro de rápido, mi padre caer a sus pies por sus labios cereza, piel de porcelana y rizos oscuros como la noche.
Las campanas sonando, taladrando mi mente, una boda muy imprevista según todos, incluso yo.
Una coronación fue la gota para derramar un sin fin de atrocidades, empezando por mi querido padre, quien su mirada ahora lucía fría y sin vida, al igual que su corazón.

"—Rapunzel, vamos a cepillarte el cabello"

Mi corazón se detenía sin falta siempre al escuchar el delicado sonido de las yemas de sus dedos contra las hebras del cepillo, ¿Revelarme? ¿Correr a los brazos de quien? ¿Huir? Muy complicado para una niña de tan solo diez años.

Tengo miedo.

"—Vendré mañana a cepillarte."

Un portazo, su rostro resplandeciente, lleno de vida, aquellos labios cerezas más rojos que la mismísima sangre, su piel lisa como el de un recién nacido.

Quería arrancarme el cabello sólo para que dejara de utilizarme a mi también.

El tiempo puede ser eterno, unos minutos pueden ser eternos, tic tac, tic tac.

Como también puede ser un parpadeo y estar a cincuenta años adelante, así es el tiempo, un lento o un correcaminos sin detenerse.

Cumplí ayer dieciocho.

Mi corazón late con fuerza, sabe que mi mente está tramando un plan suicida, uno sin retroceso, es hacerlo y vivir o hacerlo y morir en el intento.

A veces hay que tener valor donde no lo hay, fingir ser tan valiente hasta que tu propia mente lo crea ciegamente y felicidades, ganaste.

"—Princesa es un plan suicida."

"—Peter, lo sé, me conoces muchísimos años, has servido a mi familia fielmente, pero necesito este último favor, no tengo más formas."

Por su rostro descompuesto y hombros tensos supe que aceptó.

"—Siempre admiraré tu valentía"

"—No tengo opción Peter."

¿Cuánto habré corrido? Mis pies parecen romperse con cada escalón, ¿Habré despistado a los guardias?

Correr por todo un castillo no es algo sencillo, incluso si es para ir a mi cuarto, entré por fin.

Cerradura de oro puro, les costará un rato romperlo para abrir mi puerta, ¿Porqué me persiguen? Ah si, salí corriendo y mi madrastra los mandó a por mi.

Pero la ceremonia de hoy para celebrar mi cumpleaños es perfecta para que la mayoría de guardias estén ocupados.

Un nudo, dos, tres, veinte nudos.

Al borde del colapso me subo a la ventana, miro previamente el primer nudo de la sábana en la pata de mi cama, rezo para que aguante mi peso.

Vuelvo a mirar hacia el frente, la distancia entre mi cuarto y el suelo, yo tenía que tener mi habitación en una de las torres más altas, maravilloso.

Miró las estrellas y finjo la valentía que no tengo.

Princess & Magician. ☀️Merlin fanfic.Where stories live. Discover now