20. A través del fuego y la lluvia

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Yena abría lentamente los ojos, tenía su cara hinchada producto de todo lo que durmió durante la noche y gran parte de la mañana.

- Al fin despertaste patito feo.- Sungmin estaba sentado al lado de la cama.

- ¿Cuánto dormí?-

- Bastante, lo suficiente para que avisáramos a tu trabajo que no irías.-

- ¿Qué? Imposible.- La pelimagenta intentó levantarse pero fue detenida por su hermano.

- Tranquila mujer, avisamos que no te sentías bien y lo entendieron a la perfección.-

- Debiste despertarme...-

- Pienso eso mismo. No te imaginas todo lo que hablaste mientras dormías, era como si estuvieses peleando con alguien. Pero como al final terminaste durmiendo plácidamente mamá no me dejó hacerlo.- Sungmin acarició por sobre las sábanas las piernas de su hermana. – De nuestros padres fue la idea de no dejarte ir a trabajar.-

Yena dio un gran suspiro y dejó caer la cabeza en la almohada. Odiaba sentirse tan vulnerable, odiaba sentir que aquellas situaciones que la ponían extremadamente ansiosa y nerviosa la superaran cada vez con mayor facilidad.

- Tienes una visita.- Su hermano buscó su atención. –Mi querida cuñada está abajo. Anoche intentó mantenerse tranquila pero tenía una cara tanto o más asustada que tú.-

- Yuri...- La pelimagenta decía en un tono cabizbajo e intentaba recordar su llegada a la casa anoche, pero por alguna razón solo venía a su mente el momento de cuando llegó a su habitación y se lanzó a la cama.

- No te fuerces en recordar.- Sungmin notó el rostro de su hermana. –Cuando mi cuñada te trajo estabas totalmente ida.-

Yena chasqueó la lengua y puso cara de molestia. Molestia con ella misma.

- Cambia la cara si quieres que le diga que suba.-

- Bueno...-

Al llegar Yuri a la habitación fue directo a abrazar a la pelimagenta y darle besos por todo el rostro.

- Joyul es muy temprano para que hagamos travesuras.- Yena intentaba cambiar su ánimo bromeando con su novia.

- Tonta.- La menor soltó una risa. – ¿Cómo dormiste?-

- Eeehmmm bien... pero te aseguro que ahora que estoy una linda ángel estoy mucho mejor.- La pelimagenta dio pequeños golpes sobre su cama, para incentivar a que la rubia se sentara a su lado y no en la silla.

- Me alegra que despertaras de buen humor....- La mirada de Yuri cambió a una de preocupación. –Sobre lo de anoche... cuando íbamos hacia la casa de Hyewon Unnie...-

Eso si alcanzaba a recordar.

- No me creen que alguien nos seguía ¿Cierto?-

- No es eso Yena... es solo que por la forma de la calle era prácticamente imposible que si alguien nos estuviese siguiendo desapareciera como si nada.-

- No estoy loca.-

- Nadie ha dicho eso.-

-¿Entonces?- La mayor tragó saliva, esperando respuesta.

- Tú te viste mayormente afectada con nuestras acciones para deshacernos del acosador. Así que es normal que a veces te sientas muy nerviosa y estresada.- Yuri depositó sus labios en los de la contraria y luego le dio la más adorable de sus sonrisas. – Recuerda que estoy en esto contigo.-

Yena asintió débilmente y para contener las lágrimas que estaban a punto de salir, se sentó rápidamente en la cama, tomó a Yuri por la cintura y la arrastró a acostarse con ella, mientras le daba múltiples besos en el rostro y cuello.

Casualty of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora