22. Víctima del amor

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En la cercanía de la clínica sonaban las sirenas de policías y bomberos.

- ¡Señorita Choi por favor no haga ningún movimiento!- El médico jefe intentaba persuadir a la pelimagenta.

El lugar cada vez se iba llenando de más y más gente, entre las cuales se encontraban sus tres amigas que minutos antes estaban en la sala de espera.

A Minju se le hacía difícil ver la escena, por lo que estaba abrazada ocultando su cabeza en el hombro de Chaewon, mientras esta última la apretaba fuertemente hacia ella como signo de nerviosismo. Por otro lado, Hyewon intentó hacerse espacio para llegar frente a Yena, pero fue detenida por personal de seguridad.

Cuando volvía resignada al lado de sus amigas vio aparecer a Yuri por la puerta, por la expresión que traía en el rostro estaba segura que ya se había enterado de lo que estaba pasando. La rubia comenzaba a correr hacia la multitud, pero Hyewon se abalanzó hacia ella tomándola de la cintura.

- ¡Suéltame!- Forcejeaba la menor. - ¡Yena!- Se podían observar lágrimas sus ojos.

- ¡No!- La pelinegra la agarraba con más fuerza. -¡Chaewon, Minju, ayuda!-

Las mencionadas se acercaron rápidamente a ayudar.

- ¡Yuri no puedes acercarte!- La pelirroja tomaba por ambos lados la cara de la rubia, con el fin que concentrara su mirada en ella.

- ¡Por favor Yuri!- Minju le suplicaba llorando.

- Llévenla dentro.- Sungmin, quien había llegado junto a sus padres, dio esa orden.

Con todas sus fuerzas, la rubia logró zafarse de sus amigas y se plantó en frente del hermano de Yena.

- No pienso ir a ninguna parte.- Lo miró desafiante.

- Si crees que puedes ayudar entonces acompáñame.- Sungmin la tomó de la mano y la llevó junto a uno de los policías que estaban en el lugar.

Hyewon y las otras dos chicas observaron como el oficial se retiró junto a los dos jóvenes. La pelinegra iba a seguirlos pero la Señora Choi le hizo un gesto de negación con la cabeza. Ante su expresión ofuscada, Chaewon y Minju se acercaron a abrazar a su amiga.

Yena tenía la mente tan perdida en lo que estaba haciendo que no se percató de la llegada de sus amigas, de su familia, ni de su novia. Al contrario, estaba más pendiente de su zumbido que ya no dejaba oír lo que el personal de emergencia intentaban decirle.

Miró al horizonte y notó una vez más la sombra que la había estado atormentando todo este tiempo. Tenía sus ojos posados en ella, por primera vez le sonrió, aunque de forma malévola, y dejó a la vista unos grandes colmillos. Aquel panorama hizo que el ruido en su cabeza aumentara estrepitosamente, llevó una de sus manos a para apretar su sien, sin embargo esto provocó que perdiera el equilibrio y se tambaleara en donde estaba. Al escuchar los gritos de terror de los presentes, Yena reaccionó y alcanzó velozmente a reposicionarse contra la pared. Al volver a mirar hacia el frente, el extraño ser que había divisado momentos antes había desaparecido.

- ¿Señorita Choi?- Una voz vino de un lugar cercano. La pelimagenta la buscó y vio a un oficial de policía asomándose en una de las ventanas que estaba a unos metros de ella.

- ¡Márchese oficial!-

- Tranquila, solo quiero conversar... O más bien, queremos conversar.- El oficial se hizo a un lado dejando ver a Sungmin y Yuri.

Los ojos de Yena y la rubia conectaron por largos segundos, ambas podían ver el miedo en la otra.

- Querido pato, por favor bajemos y conversemos con calma.- El hermano de la pelimagenta intentaba persuadirla. -¿Hay algo que desees?-

Casualty of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora