¿Nueva ciudad, nueva vida?

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-¿CUANDO LLEGAMOS? ¿CUANDO LLEGAMOS? ¿CUANDO LLEGAMOS?- seguimos nosotros, esto si se iba a poner bueno

-Chicos...

-¿CUANDO LLEGAMOS? ¿CUANDO LLEGAMOS? ¿CUANDO...

-BASTA- se da vuelta mi padre y nos mira con enojo, aunque sabíamos que era un enojo pasajero, ellos no podrían enojarse con nosotros, no enserio.- paren ahora, porque sino vamos a....

-WILLIAM!!-

Desperté agitada, como todos los días, otra vez, otra pesadilla, o mejor dicho, recuerdo de la realidad. Ya pasaron 3 años  de ese día, y se que lo tendría que haber superado, pero es imposible sabiendo todo lo que paso. 

Decido alejar todo eso de mi mente, hoy era el día, el día que vengo esperando hace mucho tiempo y nada ni nadie me lo iba a poder arruinar. Me levanto decidida y me dirijo al baño para darme una ducha, y cepillarme los dientes. Al salir me pongo un pantalón tiro alto negro, con un top blanco con tiritas y mis confiables vans negras, agarro mi celular y bajo para mi ultimo desayuno  en la gran mansión Becker.

Cuando llego al final de las escaleras, me encuentro con mi valija y mi bolso, los cuales ya había preparado ayer a la noche, así hoy me podría ir lo mas rápido que sea posible. Sigo caminando y me adentro al gran salón donde solemos desayunar, mis padres estaban ahí, mi padre  leyendo el diario con su café amargo, igual que el, y mi madre con sus frutas tropicales y su revista de modas. Me siento enfrente de ellos y me dedico a comer mis huevos revueltos con pan tostado. Estábamos en silencio, nadie decía nada, mejor así, igual odiaba hablar con ellos y se que era mutuo. Mis padres, William Becker y  Caroline Becker, nunca fueron los mismos después de aquel accidente, yo tampoco, nadie en realidad. Mi padre solo hablaba de negocios, era lo único que le importaba, y para mi madre, la moda  y el que dirán,eran lo primordial.

-¿Ya tenes todo listo?- pregunta Caroline. A lo que asiento sin sacar la vista de mi desayuno. Seguimos en silencio hasta que terminamos y nos levantamos para finalmente irme a la Universidad. Me había decidido por Standford, a pesar de todavía no tener definido que iba a estudiar, lo que mas me importaba era la distancia que había entre la universidad y donde me encontraba ahora mismo. 

Subí por ultima vez a mi cuarto para comprobar que no me había olvidado de nada y en el camino me encontré con la única persona que hacia que esta casa tenga un poco de vida, Eleanor. Era como una madre para mi y sabía que yo era como la hija que nunca pudo tener, ya que era infertil. 

-Te voy a extrañar muchísimo- me dijo ella, y sabía que cada palabra que me decía era sincera

-Sabes que yo también, vas a ser a lo único que voy a extrañar de acá- y era verdad, para mi este era el peor lugar donde podía estar, por eso vengo esperando este día hace mucho tiempo

-No digas así, se que es muy difícil toda esta situación pero se que todo se va a solucionar- continua ella

-Ele, yo no quiero saber nada más con esta casa y los recuerdos que tengo acá- se que fue rudo el comentario pero es lo que siento, la mansión Becker, es un recordatorio diario de que nada es para siempre, y que solo nos tenemos a nosotros mismos.

-Ahora hablas en caliente, yo se lo que te digo. Pero bueno, te traje algo por si alguna vez cambias de opinión- me entrega una caja no mucho mas grandes que sus manos, brillaba por la luz que entraba desde la ventana, con un color rosita bebe con decoraciones en blanco, y con una escritura en uno de los extremos, con letra cursiva y en dorado que decía:

--- >La vida es una rueda, roda con ella, no contra ella <---

Me la acercó, y la agarre con gusto. Quise abrirla pero me lo impidió, poniendo dulcemente su mano sobre la mía

-No la abras acá, hacelo en el avión, cuando estés sola-la mire con un gesto raro, ¿por qué no podría abrir la misteriosa caja acá?- Confía en mi, de a poco todo va a tener su porque-No entendía mucho de lo que estaba pasando, pero si había alguien en quien confiaba era en la mujer que tenía adelante mio. Asentí y le di un abrazo, si que le iba a extrañar. Nos separamos y me fui hacia las escaleras, pero antes de bajar, escucho algo que me hace frenar de golpe:

-Ah y otra cosa, mandale saludos- me doy vuelta para mirarla por ultima vez, ¿a quien debería mandarle saludos y por qué? definitivamente acá estaban pasando cosas muy raras,pero  cuando estaba por preguntarle, ella tan solo me sonrío y desapareció como si nada hubiera pasado.

Me dispuse a seguir mi camino hacia la entrada de mi casa, donde me estaría esperando el taxi para llevarme al aeropuerto. Salude a algunos empleados y llegue finalmente a donde estaba el auto esperándome, al lado estaban mis padres, se los notaba tensos pero decidí no darles importancia. Le extendí la mano a mi padre como saludo, y el realizo lo mismo, pero antes de soltarme, me atrajo hacia el y me enrollo en un gran abrazo, como hacia tiempo no me daba

-Te voy a extrañar Alex, cuídate muchísimo y por favor portate bien- Sus palabras me dejaron unos segundos helada, mi padre, el cual no me daba un beso ni un abrazo hace ya 3 años, me estaba diciendo que me cuide y que me iba a extrañar, yo me perdí un capitulo de mi propia vida. No entendía que estaba pasando, pero me dispuse a disfrutar el momento, y antes de separarnos le deje un cálido beso en su mejilla. Moví mi mirada hacia la vista de mi madre, la cual se veía triste y perdida, me pongo enfrente de ella, y veo como sus manos agarran suavemente las mías, y sus ojos color miel me observan.

-Solo... cuidate y se feliz...- me quedo mirándola lo que para mi fueron como 5 horas, ¿solo cuidate y se feliz? ¿que quiere decir eso? Acá estaba pasando algo y yo no me iba a quedar callada

-¿Paso algo que tenga que saber?- mi vista pasaba de mi madre a mi padre y de vuelta a mi madre, ellos respiraron profundo y negaron con la cabeza- ¿saben que se que me están mintiendo no?- Mi mama asiente con la cabeza, y a mi papa se le escapa una risa irónica

-Se te va a hacer tarde- termina diciendo mi papa. Ambos me miran y a pesar de que se que algo me ocultan, decido callarme, y sonreír, lo mismo que estuve haciendo durante 3 años, pero eso iba a empezar a cambiar, a penas ponga un pie en ese avión que tanto me esta esperando. Me subo al taxi y sin mirar atrás comienzo mi camino.

El viaje en taxi no duro mas de cuarenta minutos y luego de pasar todo el check-in y mostrar los papeles finalmente estaba en mi asiento en busca de una vida nueva, dejando todo mi pasado atrás. Me pongo mis auriculares y estaba a punto de quedarme dormida, hasta que recordé la caja que me había regalado Ele minutos antes de mi partida. La agarro y abro y me encuentro con muchas fotos, mías sola, con mis padres y mi hermano Jayjay, eran de hace años y se notaban que estaban en excelente estado. Empiezo a verlas una por una, tratando de recordar aquellos momentos, y una sonrisa se plantaba en mi cara. Pero, aquella sonrisa se va cuando veo las 3 ultimas fotos, la primera era una foto de los cinco, mis padres, mi hermano menor Jayjay, mi hermano mayor Nicky y yo; la segunda eran mis dos hermanos junto a mi en mi décimo quinto cumpleaños: y la tercer era tan solo de mi hermano Nick y yo, abrazándonos y sonriendo como si nuestras vidas dependieran de ello. Mis ojos se humedecieron, y sentía un nudo en el pecho que no me dejaba respirar, ¿Por que Ele me mostraba esto? si sabia todo lo que paso, ¿Por que me hacia esto? esto me dolía muchísimo, recordar lo que era mi familia, a mis hermanos, y como los perdí a ambos. Estaba por cerra la caja y olvidar todo, cuando un papel doblado, de color crema me llamo la atención, lo abro, y era una carta escrita a mano, sabia que era la letra de Ele, así que me dispuse a leerla

Querida Alexxa

Se que te vas con la idea de empezar una nueva vida, pero esta, también es tu vida, aunque la intentes negar y olvidar. Se que estos últimos años fueron difíciles, para todos, pero en especial para vos, se por todo lo que pasaste, y lo que seguís pasando, pero escapar y crearle un escudo a tu hermoso corazón no va a solucionar nada, solo te va a lastimar mas. Hay muchas cosas que no sabes, y se que en este viaje las vas a entender, por eso te pido, que en esta nueva vida que vas a empezar no te olvides nunca de escuchar, amar y perdonar. Porque así como a vos te gusta que te escuchen, que te amen y que te perdonen, los demás, también lo van a necesitar.

Cuidate y se feliz

Esto es un Khaos!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora