Brandom se encontraba como de costumbre tumbando en su cama escuchando a Green Day; su banda favorita, todas aquellas canciones describían cada sentimiento cada emoción que sentía por aquella chica que había visto en el mercado, en una de esas pocas veces que había sido él mismo quien había ido al mercado, y la verdad no se arrepentía.
La puerta de su habitación se abrió y su madre entro en el dormitorio interrumpiendo los pensamientos de Brandom, eso que tanto le molestaba.
- ¿Otra vez tienes puesta la música a todo volumen? Cuantas veces te lo habré dicho…
Brandom solo veía a su madre mover los labios ya que de nuevo estaba pensando en ella, en esa chica de ojos verdes que lo enamoro desde que sus miradas se cruzaron.
- Brandom, ¿me estas escuchando?
- Perdona mamá, estaba pensando en… bueno nada
- Seguro que era de tus tonterías, anda quita esa música y baja que tienes clases de piano
- Joder mamá, no quiero tocar esa mierda, quiero la guitarra
- Brandom ni se te ocurra volver a hablar así, baja ahora mismo y haz lo que te he dicho
- Jod… Vale
