Destinados

Capítulo 1

Lo vi platicando con mi padre, yo estaba escondido en el armario, platicaban de cosas sin relevancia. Nunca había visto alguien tan bello, con una figura envidiable, su cuerpo bien trabajado, pero con unas curvas que cualquier mujer envidiaría, el solo ver como se recargaba en aquel escritorio, levantado un poco su trasero, fue la primera vez que tuve un problemita en mis partes. Él debe ser mío, solo mío.

Sus visitas empezaban a ser más frecuentes, y la primera vez que entable una conversación con él, fue hermoso, pero a la vez vergonzoso, pues apenas era un niño, no sabía nada de hablar con personas mayores, las únicas personas con las que convivía eran mis hermanos, los cuales son menores que yo. Pero él se portó tan amable, y cuando me trababa al hablar me tranquilizaba con su hermosa voz.

Cada vez que pasábamos tiempo juntos, me sentía tan protegido, tan amado, claro que mi padre me amaba, pero no era ese tipo de amor que le tienes a un familiar, o amigo cercano, el amor que empecé a sentir por él, era el mismo que amor que se tiene las parejas.

Pero no era el único, Kazajistán también tenía los mismos sentimientos hacia mi México, siempre que estábamos teniendo un buen rato juntos llegaba, y debíamos compartir su atención, no me gustaba nada, yo quería que él me prestará atención solo a mí, a nadie más.

Ahora estoy en debajo de mis sabanas, escuchando esos horribles relámpagos, los odio tanto, además casa hacen que me dé más miedo, y el cómo fue cuando un relámpago muy fuerte resonó, el cual ocasiono que todas las luces se fueran, de por si no tenemos un buen servicio de ellas. Me empezó a dar mucho miedo, así que decidí ir a la habitación de México, esta alado de la mía así que no será tan difícil, ni aterrador. ¿Verdad?

Error, los relámpagos seguían cayendo, iluminando el pasillo de forma aterradora, así que corrí a la habitación y entre, no me importo hacer ruido, y con un poco de esfuerzo me subí a la cama, escondiéndome nuevamente en las sabanas. Hasta que las retiraron.

-¿Qué haces aquí chamaco? – mi amado se veía cansado, no lo culpo debe de lidiar con muchas cosas.

-я напуган (Tengo miedo) – si esperar me avente a sus brazos, quiero sentir esa calidez que siempre me transmite, esa protección, ese amor.

-Tranquilo Rusky, solo es una fea tormenta, además aquí estoy yo, y te prometo que nunca te pasara nada malo.

-Ты мне пообещаешь? (¿Me lo prometes?) – levante mi rostro para poder apreciar esos hermosos ojos, los cuales no se veían bien por la falta de luz.

-Te lo juro, ahora vamos a dormir, los niños bonitos deben descansar para crecer grandes y fuertes. – me acerco más a él, de una manera tan protectora, amo esto, quiero estar así siempre.

-Я обещаю тебе это будет расти и я буду защищать тебя (Te prometo que crecerá y yo te protegeré a ti) – Te juro que lo haré.

-Claro que si muñeco, pero anda a dormir – poco a poco empezó a cerras sus ojos hasta que el sueño le gano.

Me quede admirando un poco esa silueta tan bella, ojalá en un futuro podamos dormir siempre a sí, tu y yo juntos, y que tú me llegues amar tanto como yo a ti. Mi vista paro en los labios de mi amado, tan bellos, tan carnosos, me pregunto. ¿A qué sabrán? Si tan solo pudieras probarlos, tan solo unos segundos, estoy seguro que me volvería un adicto.

Comencé a sentir mis ojos pesados, hasta que todo se volvió oscuro.

Al despertar México no estaba en la cama, se escuchaba el ruido del agua caer, así que deduje que se estaba bañando, me baje de la cama en dirección al cuarto de baño y abrí la puerta, con mucho cuidado, no quería que se diera cuenta que desperté, entre y lo vi. Quedé hipnotizado, si el traje de no le hace justicia a su hermoso cuerpo, si, le marca unas curvas muy bellas, pero nada lo que veo en este momento, ni siquiera me percate que en mi pantalón se marcaba cierta cosa vergonzosa. Me quede admirando aún más, se encontraba de espaldas, realmente tiene un bello trasero, pero de pronto se volteó y quede fascinado. ¿Cuánto le mide? ¿Serán unos 20 o tal vez 30 centímetros? Me hubiera quedado así un rato más, hasta que se dio cuenta que no se encontraba solo.

-No mames chamaco, ¿Qué haces aquí? – De inmediato se tapó sus intimidades, a lo cual hice un puchero, y me acerqué a él intentado quitar sus manos, no me importo que me empezara a mojar. – Aguanta chamaco, esas son cosas que no debes de ver, ni mucho menos tocar.

-Сними их (Quítalas) – no me iba a rendir quería ver eso, no se vale que no me deje cumplir mi capricho.

-Que no chingada madre – Con mucho trabajo me quito de enfrente y tomo una toalla envolviéndola rápidamente en su cintura, empecé hacer berrinches – Mira huerco, lo que hiciste no está bien, no puedes entrar al baño cuando alguien lo está usando, y menos intentar tocar sus partes sin su consentimiento. ¿Entiendes?

-Это не работает, почему я не могу? (No se vale, ¿Por qué no puedo?)

-Porque no está bien.

-Я требую, чтобы ты позволил мне прикоснуться (Exijo que me dejes tocar)

-Cuando seas mayor de edad, los podrás tocar, caro si te lo ganas

-Так когда я вырасту, ты будешь моей? (¿Entonces cuando sea grande serás mío?)

-Si huerco, cuando seas mayor de edad, pero mientras salte del baño y déjame terminar.

-Согласен – y sin más salí del baño en dirección a mi cuarto para cambiarme la ropa mojada.

No puedo esperar a crecer.