Nadie se va a enamorar del que era gordito [Libro 3]

27. Yaneth se sienta a mi lado

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Mi madre organizó una comida en la que asistieron mis amigos, algunos conocidos y profesores. Se trataba de una pequeña celebración por mi recuperación y porque en teoría "había vuelto a la vida". Sofía se quedó a mi lado casi todo el tiempo y aquello me preocupaba un poco, ¿por qué no iba al lado de su hijo y esposo? Bueno, si lo era, resultaba normal que estuviese con él y no conmigo. Y más allá de no querer armar un escándalo, me atormentaba el hecho de que Sofía sintiera lástima por mí y que, por esa razón, haya omitido hablar sobre lo suyo con Frank, dejando que éste sólo pudiese presentarme a su hijo como Esteban.

En un momento dado de la reunión, el pequeño que estaba en brazos de Frank comenzó a llorar y éste no supo cómo hacer para calmarlo. Sofía, quien estaba sentada junto a mí, se puso de pie y fue a verlo. El niño se tranquilizó en cuanto ella lo cargó entre sus brazos y le hizo mimos. No pude evitar sonreír, realmente era una mamá cariñosa. Entonces el pequeño, quien ya podía hablar a sus cuatro años de edad, le dijo: "Te quiero Srta. Sofía".

Me sorprendí porque no la había llamado mamá. Me quedé mirando la escena fijamente y justo en ese momento apareció Yaneth argumentando que Jonah se despidió temprano porque el bebé se había quedado dormido. Ella se sentó junto a mí deseosa de ponerme al día con su versión de lo acontecido desde que entré en coma. Sin embargo, yo todavía no estaba preparado para escuchar sobre la relación que Sofía tenía con Frank, por lo que le pedí que mejor me contara otro día. Yaneth negó con la cabeza, me miró fijamente a los ojos, me tomó por los hombros y después habló: "Te he notado bastante decaído durante la celebración y creo saber por qué. Quizá no me corresponde a mí decírtelo, pero como Sofi no lo ha hecho y Frank no se dio a entender, lo haré. Esteban no es hijo de Sofía, por ende Frank es padre soltero".