XVII

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Hoseok se acercó al chico del puente y se detuvo a su lado, apoyándose también en el barandal del puente mientras miraba el lago.

- Debe sentirse horrible. –dijo Hoseok.- pero no es bueno guardarse la tristeza para uno mismo.

Josef miró hacia la misma dirección, la tristeza se notaba en su mirada.

- Está bien, de igual manera él no iba a ser feliz conmigo mientras siguiera amándolo a él. –dejó salir un suspiro.- al menos ahora sí podrá serlo, a su lado, como siempre lo quiso.

- Así es como siempre debió ser. –asintió con su cabeza.- lástima que hayas tenido que salir lastimado para que sucediera, pero así es el amor... cuando hay dos personas felices siempre hay un desdichado tercero que sufre de desamor.

El menor guardó silencio, sin despegar su mirada del lago.

- No vas a meterte entre ellos ¿verdad?

- No, eso sería como herir a Jimin y yo quiero que sea feliz. –sonrió débilmente.-

- Qué bueno. –Hoseok se giró para mirarlo.- porque si intentas separarlos vas a conocer mi lado malo.

- ¿por qué intentas tanto que ellos estén juntos? –Josef también lo miró.-

- Porque Yoongi es mi amigo y no dejaré que otros arruinen la felicidad de mis amigos. –se dio vuela, colocó su mano en el hombro ajeno y lo miró de reojo.- espero que puedas recuperarte y como ya te dije. No te metas.

Luego de decir esto se fue caminando sin apuro alguno, Josef lo quedó mirando, pero volviendo a su silencio sepulcral miró nuevamente al frente.

Algunos días después la relación de Jimin y Yoongi comenzó de maravilla, aunque seguían siendo igual que antes habían cosas que cambiaron, pasaban más tiempo juntos y eran mucho más cercanos, el rubio siempre disfrutaba de los dulces besos que su menor le robaba, no les importaba lo que pudieran decir de ellos, no escuchaban las críticas, tan solo se concentraban en el amor que sentían.

- Oye, Yoongi. –dijo Jimin, sonriendo mientras salían de la sala común.-

- ¿sí? –dijo el mayor, tomando su nueva escoba.-

Jimin se alzó sobre la punta de sus pies, ya que Yoongi era un poco más alto que él y estampó un beso en sus labios.

- Suerte. –susurró sonriendo.-

Yoongi sonrió ladino y soltó su saeta de fuego para así tomar al menor de las mejillas y hacer aquel beso más intenso, terminando por morder su labio inferior, tirando un poco de él.

- Así está mejor. –susurró soltándolo.- te dedicaré este juego a ti.

El peli-negro sentía que se hacía nada en sus brazos cada vez que lo besaba de esa manera, su cuerpo se estremecía y sus vellos se erizaban, una sensación que era de su total agrado; Yoongi se fue delante, debía llegar al campo de quidditch, ya que tendría su último juego en el colegio, Jimin fue junto a sus amigos, los cuales subieron a los asientos de sus respectivas casas para disfrutar del partido.

Apenas la snitch comenzó a volar los buscadores se fueron tras ella, era la primera vez de Yoongi volando en su escoba saeta de fuego, disfrutaba de la velocidad de esta, que le permitía estar delante de su rival, estirando su brazo para intentar atrapar la snitch dorada.

Apenas la snitch comenzó a volar los buscadores se fueron tras ella, era la primera vez de Yoongi volando en su escoba saeta de fuego, disfrutaba de la velocidad de esta, que le permitía estar delante de su rival, estirando su brazo para intentar ...

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A Magic Romance || YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora