Hace un año.

239 8 2
                                    

                        #Hace un año.

Pov. Malcom

Me levanté de la cama sobre la una, ayer fue sábado y mi hermano y yo fuimos de fiesta. Puede que bebieramos unas copas de más, la resaca con la que me acababa de despertar me lo confirmaba. Miré á mi derecha, al parecer Jack ya se había levantado, es más, ya tenía la cama hecha, definitivamente mi hermano no era normal. Me puse las zapatillas y me dirigí á la cocina, tenia que tomarme una aspirina si quería seguir despierto.

Bajé las escaleras y me adentre en la cocina, donde ya estaba toda mi familia desayunando.

—Gracias por esperarme familia, no teníais porque hacerlo. —Dije irónicamente.

—De nada hermano, no hay de que. —Dijo mi hermana mayor, Madaleine.

Me senté en la silla vacía, sin antes claro está, cogiendo un vaso con agua y la aspirina. Me fijé en mi hermano, el cual estaba como una rosa, no lo entendía, después de haber pasado toda la noche despierto bebiendo, se levantaba de la cama como si no hubiera ocurrido nada.

—Jack, algún día me tendrás que decir tu truco. —Dije mirándole asombrado.

El me sonrió y respondió —Puede que algún día lo haga.—Y nada más acabar la frase se levantó de la mesa y dejó su plato en el fregadero.

Mis padres seguían charlando sobre sus temas de siempre, mientras, mi hermana no paraba de andar con el móvil, á saber con quien hablaba ahora.

Una vez que me tomé el vaso entero lo metí en le lavaplatos y me fui á mi habitación.

—Tio, la próxima vez que vayamos de fiesta, no dejes que beba tanto.—Dije tocándome la cabeza.

—Lo haría, si me hicieras caso cuando te lo digo.—me respondió.

—Sabes que te hago caso, solo que, cuando conoces á una chica, que mejor forma de hablar con ella que invitandola á una copa.—Hable intentando excusarme.

—Seras caradura, hay más formas que esa, casanova. —Dijo indignado, en cierto modo el tenia razón.

—Uoo, dos adjetivos describiendome en una sola frase.—Le contesté sarcástico.

Jack rodó los ojos y se metió en el baño. El era el mediano de los tres, la mayor era Madaleine, aunque la tratábamos como á la enana de la casa. El pequeño era yo, aunque en cierto modo nunca me trataron cómo tal.

Todo en mi familia había sido siempre normal, mi hermano siempre ha sido el más responsable, yo en cambio, se podría decir que era el rebelde. Y mi hermana por decirlo de alguna manera, era la mezcla de los dos, en casa siempre era responsable, pero fuera, podría jurar que era la más rebelde de todas sus amigas.

Me encantaba mi familia, todos y cada uno de nosotros eramos completamente diferentes, y eso en mi opinión era magnífico, si todos en el planeta fuéramos iguales, el mundo sería un lugar muy aburrido para vivir.

Oí que la puerta del baño se habría, era mi hermano que acababa de salir, siempre nos hemos llevado bien, nunca hemos sido de esos hermanos que no se soportan entre ellos. Nosotros ese tipo de problemas no lo hemos tenido, y esperaba no tenerlos.

Llamaron al timbre, serían los vecinos que se pasaban todos los meses á hacernos una pequeña visita, eran los más pesados de toda la ciudad.

Lo extraño de todo fue que cuando mi madre abrió la puerta no oí ningún saludo, simplemente un pequeño y agudo grito por parte de mi madre, después de un disparo. Jack y yo nos quedamos en shock, no sabíamos que pasaba, y lo único que se nos ocurrió fue escondernos en nuestro lugar secreto.

El único lugar donde ni nuestros padres nunca lograron encontrarnos. Después de tantos años sin darle uso, desgraciadamente, entrábamos á duras penas.

Ál de unos segundos, pudimos oír otro grito de nuestro padre, Jack me tapó la boca para que no gritara, ya que probablemente lo haría.

Estábamos llorando, no sabíamos que pasaba, solo oíamos pasos en el salón que cada vez se acercaban más a nosotros, hasta que entraron en la habitación.

Rezaba para que no nos encontraran, solo podía fijar mi vista en mi hermano, el cual estaba igual asustado o incluso más que yo.

Tras unos cinco minutos aguantando la respiración, pudimos oír cómo bajaron las escaleras y cerraron la puerta de un portazo. Jack y yo decidimos salir de nuestro pequeño escondite y volver a la habitación.

Nos costó bajar al salón, no sabíamos lo que podríamos encontrarnos. Y así fue como vimos á nuestros padres tirados en el suelo desangrándose, ya probablemente muertos. Me costaba respirar, quería moverme pero no podía, entonces escuche la pregunta de mi hermano, la cual que me rondaría en la cabeza durante el resto de mi vida.

¿Donde esta Madaleine?

Espero que os guste mi nueva novela, va á haber mucho misterio y suspense.
No os olvidéis en dejarme comentarios y vuestros votos.
Graciias por leer ❤

IdentidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora