El mayor quien había permanecido por unos segundos estáticos, simplemente sintiendo las salinas gotas golpear su pecho y anonadado por la frágil voz del castaño, dió una suave palmada en la cabeza del menor, recibiendo como respuesta un estremecimiento del cuerpo ajeno, seguidamente estrecho el frágil cuerpo del otro entre sus brazos.
- Esta bien... - le calmo con su voz comprensiva, dándole total libertad de desahogarse sobre él - No te dejare - susurro mientras acariciaba los mechones chocolate del chico roto
Aquellos monosílabos golpearon al muro que el oji ámbar con tanto esfuerzo había logrado levantar entre ambos y le derribaron, se vino abajo junto con su mascara y su dignidad ( la poca que nunca tuvo frente a aquel) tembló ante sus acciones, aun no lograba procesar como cayo tan bajo.
Ese simple acto de compasión también fue lo mismo que sello el destino del mayor.
Pudo dejarle ahí roto y helado, podía ignorarlo, fingir que no veía cuan dañado estaba y seguir actuando con normalidad; como todos lo hacía, cubriéndose los ojos e ignorando.
Pero no lo hizo, no, él no, ese chico de ojos esmeralda tomo entre sus manos las piezas rotas, trataría de repáralas, costara lo que costara, aun que sus manos quedaran totalmente sangrantes en el intento, si se hundía, al menos se hundirían los dos.
Simplemente lo decidió, tan solo se mantendría a su lado el tiempo que fuera necesario.
Sin importar el tiempo.
Para siempre suena demasiado hermoso, pero nada sería más perfecto que eso.
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+~Final~+
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Cristales Rotos
Teen Fiction"No necesito la ayuda de nadie. Yo mismo encontrare la forma de reparar estos cristales rotos en los cuales se ha convertido mi alma..... No necesitas venir.... por favor no.... con tu presencia...todo se vuelve confuso. Todo lo que estuve construye...