Vendida Jortini ♡ [terminada]

Que comience el juego

NARRA MARTINA:

No entiendo a este tipo

Jorge. Él me compró como

su esclava y luego me

dice que no quiere que yo

sea su esclava. Apuesto a

que es una especie de

broma que está jugando

conmigo.

Desde el momento en

el que yo empiece a

comportarme como si no

fuera una esclava, me va a

castigar. Yo no voy a caer

en esa trampa. Una paliza es más

que suficiente. Sin

embargo, su nombre se me

hace conocido. Tengo la

sensación de que sé quién

lo porta, pero yo no lo

puedo recordar.

¿Estaba en la familia?

Probablemente no, él es de

ricos. Tal vez lo escuché

en algún lugar de las

noticias antes. Los ricos

son famosos aquí. Son

alrededor de tres por

ciento de la población de

la tierra.

Lo extraño es que

cuando él me cogió la

barbilla hace unos

momentos, sentí mariposas en el estómago qué pasó por

mi cuerpo. ¿Qué fue eso?

Ni siquiera lo conozco.

Además, él es mi maestro.

Eso sería un error.

Jorge: Escucha, Martina. Tengo una

oferta para ti._ Oigo la voz

de Jorge de repente decir.

Todavía estamos de pie en

la sala de estar, con

James a mi lado. Miro

hacia arriba con

curiosidad. ¿Qué quiere

decir? _Te conozco, se de

tú pasado, y que me haga

saber. Si te las arreglas

para que recordarme en

una semana, voy a

dejarte ir. Más aún, voy a

dejarte libre, así que no

serás una esclava más.

Incluso te llevaré de nuevo

con tú familia. _ Mis ojos

se abren ante sus

palabras. ¿Habla en serio?

Y al igual que él leyó mis

pensamientos, dice: _Lo

digo en serio. Incluso voy

a firmar un contrato con

ese acuerdo en ello._ Jorge

sonríe.

Martina: Pero, ¿cómo voy a

recordar?_Preguntó. Traté

de recordar cosas de mi

pasado, pero simplemente

no funciona. No entiendo

alguna de las imágenes a

través del bloqueo en mi

cerebro. Es realmente

molesto ya veces me

duele la cabeza si trato de

recordar. Me di por

vencida. Jorge sonríe.

Jorge: Sólo tienes qué buscar

bien._ Él dice. _Los

recuerdos están por toda

la casa.

Si sus palabras son

verdad, debo haber

significado mucho para

él.

No, no puedo hacerme

ilusiones. Por lo que sé

que todo esto es un juego.

Probablemente lo es. He

oído hablar de maestros

que les gusta jugar a

juegos de enfermos con

sus esclavas. Algunos

incluso yendo tan lejos

como matar a la gente

pobre al final.

Espero que mi amo no

sea así, pero no voy a

pedir demasiado.

Jorge: ¿Así qué,Martina, aceptas o

no?” Mi nuevo amo

pregunta sonriendo.

Y yo

asiento, porque, ¿Qué

tengo yo que perder? Soy

una esclava, por lo que no

puedo conseguir algo

mejor para mí.

Que comience el juego.