•Lisa y Jungkook llevan 3 años en una relación secreta, ambos han decidido guardar las apariencias por el bienestar de sus grupos.
Lo que para sus fans son solo miradas sutiles para ellos generan un sinfín de sentimientos. No importan los de allí...
Jisoo siempre tan observadora. Lisa asiente en silencio, conoce a la castaña y sus movimientos. Está preparada para negar a su futura inquisición.
"¿Quieres que te acompañe?" Lisa sonríe aunque la comisura de sus labios permanecen estáticos. Termina por negar suavemente con un movimiento de cabeza y recibe una corta y débil sonrisa a cambio.
"No te preocupes estaré bien"
"Me preocuparé de cualquier forma hasta no verte ingresar por esa puerta nuevamente" afirma. "Al menos dime si irá Taehyung"
Instintivamente sonríe al escuchar ese nombre. A pesar que los últimos meses Lisa se ha mantenido alejado de todos, el vocalista se mantuvo firme en su decisión de tenerla cerca.
A sido una gran compañía.
Fue duro explicarle el porqué Jungkook no permanece más en su vida, y aunque la historia no fue contada en su totalidad, él, logró comprender que sus caminos ya no eran los mismos, sin saber la abundante oscuridad en ellos.
"Iré por mi cuenta" explica ajustando su campera. "Volveré en un rato... solo necesito un momento a solas"
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Había sido tan mala idea acortar el camino y cruzar por el parque, que Jungkook termina reprendiendose a mitad de camino cuando un ola de recuerdos le invaden drásticamente. Él estaba nervioso, tan nervioso que cuando su celular vibró el en bolsillo de su pantalón, literalmente saltó. Lanzó una tonta risita de alivio; solo un momento, solo por un momento los recuerdos le dejarían en paz.
Después de tranquilizar a SeokJin diciendo que no quería perder más el tiempo, guardó el teléfono nuevamente y prosiguió su camino. El lugar era bastante discreto y para ser un fin de semana lucia una poco vacío y apagado. Entonces recordó porque era su lugar predilecto, porque este parque le traía tantos recuerdos. Era su pequeño escondite de las cámaras, donde él y Lisa podían charlar tranquilamente sin ser vistos.
A los lejos observa un cantero de flores y una pequeña fuente. Esta un poco vieja y descuidada. Las flores lucen apagadas, casi sin vida y el agua posee un color verdoso, que tiñe las paredes con algas.
"Este era tu lugar preferido" murmura ligeramente cuando una voz lo sobresalta.
"Continúa siéndolo"
Sacude la cabeza e inexplicablemente ve a Lisa parada junto a él. Parpadea lentamente preguntándose vagamente si es real.
Ella sonríe. Una sonrisa que enciende lo que creía perdido en su interior. Lisa extiende la mano hacia él en modo de saludo, y aunque al principio duda termina ajustando su mano a la suya. Ha olvidado lo cálida que son sus manos, que instintivamente las apreta intentando contener un poco de su calor. Pero poco tiempo es lo que dura. Lisa se resbala con parsimonia y guarda las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero negra.