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Kim Jimin
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Habían transcurridos unos días, el ambiente dulce que siempre flotaba en el aire por las mañanas ya no existía, nadie comentaba sobre lo sucedido la noche del sábado. Hoseok seguía sin mirar a sus hijos, sólo decía cortos diálogos para llamarlos a la mesa o llevar la ropa limpia a sus habitaciones. Al igual que Namjoon, tenía su atención solo para preparar el traje de cada mañana.
Solo los primeros dos días de la semana que siguió, Namjoon trabajo en la oficina de la casa para asegurarse que no cumpliera su amenaza de tomar sus cosas e irse. Luego del tercer día se iba muy temprano con los chicos detrás de él y Hoseok se quedaba con Jimin.
Youngjae fue el último en darle una mirada antes de bajar a Jimin en el suelo y partir a clases. Hoseok mordió ya su lastimado labio, su dignidad caía cada vez más y su corazón duele al ver a sus hijos ignorarlo, pero debía mantenerse firme si quería que su familia cambiara y dejara de lastimarlo. Su pequeño hijo camino hasta él, alzando los brazos y el castaño no dudó ni un momento.
Fue hasta mediado de la tarde cuando el teléfono sonó por toda la silenciosa casa, Hoseok contesto extrañado de recibir llamadas, usualmente era Namjoon quien llama solo para asegurarse de su bienestar o avisar que pasaría por él para ir a comer algún lado. Pero como están las cosas ahora, dudaría que fuera su marido, el orgullo tenía más espacio que su ego.
—¿Estoy hablando con Hobi?
—¿Jaebum?— Hoseok alzó las cejas, sorprendido por reconocer la voz de su ex novio.
—Si— una alegría brotó en el hombre. —No sabes lo difícil que es conseguir tu número de casa.
—Uh, tal vez un poco— respondió Hoseok. —Si me has buscado en la empresa de Namjoon, él ha prohibido toda información personal a cualquiera.
—Lo note— Jaebum río. —Ahora que tengo tu número te llamo porque la última vez que nos vimos, se me dio la curiosidad de salir a comer algún lado. Yo invito.
Las mejillas del castaño se encendieron en un rubor lindo, no recuerda la última vez que alguien lo haya imitado a salir. Nadie que no fuera su marido, desde que se convirtió en padre a muy temprana edad se concentró únicamente en Junji, luego sus demás hijos así hasta solo conocer de nombre a sus vecinos. No tiene amistades con quien pasar el rato, ni siquiera con las parejas de los empleados de Namjoon. Solo a su amigo Seokjin, su ex vecino de la juventud.
