Prueba de balas

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La CIA tenía una vacante para un agente especializado en ejecuciones. Después de semanas de evaluar a aspirantes, quedan finalmente 2 hombres y una mujer. Llegado el día de la prueba final y para definir quién conseguirá el trabajo, los agentes que administran la prueba llevan a uno de los hombres a una puerta grande de metal y le dan un arma.


- Debemos confirmar que usted. seguirá nuestras instrucciones no importa bajo qué circunstancias. Dentro de este sitio, usted encontrará a su esposa sentada en una silla. Tome esta arma y mátela.


El hombre con una mirada de asombro le dice:
- Ud. no puede estar hablando en serio. Yo nunca podré matar a mi propia esposa.


- Bien - dijo el agente, - Entonces Ud. definitivamente no es la persona adecuada para este trabajo.


Así que traen al segundo hombre a la misma puerta, le entregan el arma y le explican los mismos parámetros de la prueba. El segundo hombre mira algo sobresaltado, sin embargo toma el arma y entra al cuarto. Todo permanece en silencio por cerca de 5 minutos, entonces la puerta se abre, el hombre sale del cuarto con lágrimas en sus ojos y dice:


- Intenté matarla..., pero simplemente no pude apretar el gatillo. Supongo que no soy el hombre adecuado para el trabajo.


Los agentes contestaron:
- No, usted no tiene lo que se necesita para esto. Tome a su esposa y vaya a casa.
Ahora les quedaba la mujer. La conducen a la misma puerta y le dan la misma arma.


- Como prueba final, debemos estar seguros que usted seguirá las instrucciones sin importar las circunstancias. Dentro encontrará a su marido sentado en una silla. Tome esta arma y mátelo.


La mujer toma el arma y abre la puerta. Antes incluso de que la puerta se cerrara completamente, los agentes oyen a la mujer descargar el arma completamente. Uno por uno, cada tiro disponible en el cargador. Entonces el mismo infierno se apodera de aquel cuarto. Se oyen gritos desgarradores, golpes en las paredes. Esto continúan por varios minutos y finalmente, todo queda en silencio. La puerta se abre lentamente... y allá está parada la mujer. Se limpia el sudor de la frente y dice:


- ¡Ustedes son unos guachos! ¿Porqué no me dijeron que eran balas de fogueo ? ¡Tuve que matar al hijo de puta con golpes en la cabeza!

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