Final 🌹

3.4K 413 37
                                    

La mezquita era antigua. Sólo la familia real de Madina, oficiales de alto rango y la realeza invitada de otros emiratos de Ridwan podían entrar. La ceremonia del matrimonio comenzó con solemnidad y belleza. Una alfombra roja se abría paso entre las filas de asistentes hasta el estrado.

Jimin la seguía al lado de Jungkook. La luz del sol llegaba en grandes cantidades a través de las delicadas ventanas de vidrios de colores en patrones ensombrecidos, sobrenaturales, y Jimin quedó atrapado en una fresca ola de miedo. Lo hizo pensar en que engañar a una congregación completa en un lugar sagrado era algo peligroso.

Pilares de mármol, cada cinco metros de diámetro, soportaban el alto techo en forma de cúpula sobre un mar de adoquines azules. La suave música hacía ver el lugar incluso más de ensueño. El mufti, líder religioso de la mezquita, comenzó a leer una entrada del Corán sobre el matrimonio. Los asistentes repetían después de él, buscando el acuerdo de la novia y el novio para el matrimonio. Jungkook dio su consentimiento y Jimin lo imitó con una voz baja.

Jungkook exudaba majestad. Sería un rey admirable. Si tan sólo Jimin no hubiese llegado a su vida, Dios lo habría bendecido como el rey perfecto. sabía que sería castigado. Estaba blasfemando a Dios.

Reprimió la urgencia de desenmascararse ahí mismo, en medio de la ceremonia de matrimonio. Prosiguieron con la coronación.

El mufti posicionó una corona sobre la ceja de Jungkook y una ovación explotó por parte de la audiencia, como un suspiro de alivio colectivo. Posteriormente, el mufti posicionó una corona sobre Jimin.

Los guiaron hacia un par de tronos y se sentaron juntos. Éste era el momento del nacimiento del nuevo rey. Un sentimiento de rejuvenecimiento se infló dentro de la mezquita. Todo renació ese día, en ese momento. Era el comienzo de una nueva historia en Madina. Los ojos de todos siguieron al nuevo rey e incluso se olvidaron de respirar. En la ondulada tranquilidad, Jungkook se puso de pie. 

– Con todo mi corazón les agradezco, como el nuevo rey de Madina –, anunció. Sus ojos abarcaron la audiencia a medida que expresaba sus solemnes agradecimientos. Lo miraron ávidamente, conteniendo su respiración, preguntándose qué les traería este nuevo rey.

Jungkook prolongó sus palabras. – Ahora realizaré mi primer acto como rey. Como todos ustedes saben, existen ciertos derechos exclusivos para el rey. Uno de ellos es el derecho a la abdicación – la habilidad de decidir por mí mismo cuando renunciaré al trono. Hubo un disturbio en el aire. Nadie habló en voz alta, pero un murmullo se esparció a lo largo de la audiencia.

Jimin estaba tan confundido como ellos. No tenía idea de lo que Jungkook estaba haciendo. La única persona aquí que sabía lo que estaba pasando era el mismo. La imperiosa voz del hombre se oyó a lo largo de la mezquita. – Por esto, declaro mi abdicación. Sólo existe una razón: hay un hombre que sería mejor rey de Madina que yo.

Jimin quería llamar en voz alta a Jungkook, pero su voz se le atoró en su garganta. Todo lo que pudo hacer fue buscar el rostro decidido que vio ante él. No había ni una sombra de duda en los ojos del hombre al tiempo que enfrentaba a la audiencia. 

  – ¡Zafar al-Ibrahim!

Los ojos de Zafar, sentado en primera fila, se abrieron de golpe. No era el único sorprendido. Todos en el lugar encontraban que lo que estaba sucediendo era imposible de creer. No vinieron ni preguntas ni argumentos. No se escuchó ni una sola voz. La habitación estaba tan silenciosa como una tumba. Así de impactante había sido este anuncio.

Jungkook  bajó del trono, dejando su corona descansar en el asiento acolchonado. Con una mirada le indicó a Jimin que hiciera lo mismo. Sin estar completamente consciente de lo que estaba haciendo o del por qué, quitó la corona de su propia cabeza. Jungkook extendió su mano hacia él.

Eternal Love KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora