New Year's Eve ||C-CLOWN

Víspera de año nuevo [One Shot]

Cabe aclarar que está basado libremente en la película con el mismo título. [Película. New Year's Eve. Dirigida por Garry Marshall y estrenada en el año 2011]

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Porque después de trabajar para la YeDang Company por casi ocho años, ya todo le resultaba monótono. Siempre había querido un cambio, un giro en su vida. 

En sus cortos 25 años de vida, había sido ascendida a secretaria personal del CEO de la compañía. Y para ser sincera, no era algo que le gustara mucho. Había comenzado a trabajar en la empresa a sus 17, casi 18 años. Siendo la simple chica que repartía café u organizaba todo tipo de archivos pequeños y de poca importancia.

Luego de ser ascendida a secretaria personal de Kim HyunIl, y tener su pequeño y estrecho escritorio en el décimo piso del edificio, comenzó a llegar un nuevo cartero. Aquel chico, se podía decir que era unos escasos dos años mayor que ella, quizás sólamente meses. O quizá ella era demasiado baja de estatura, o él era demasiado alto. 

Su monocromática ropa de siempre resaltaba los días martes y viernes, los días en los que aquel chico de alta estatura iría a entregar la correspondencia a su jefe. Eran unos escasos intercambios de palabras, pero menos podía pedir ella, era suficiente poder escuchar aquella voz carrasposa pero suave a la vez.

Los 31 de diciembre, era sin duda algo solitaria para ella. Habiendo abandonado su pueblo natal para ir a vivir a los suburbios y tener una "mejor vida" -como lo llamarían muchos-, pasaba la noche viendo la trasmisión de la celebración de la llegada de un año nuevo por televisión. O viendo simples dramas, que comenzaba a odiar, llenándose de helado y de todo tipo de comida que conseguía al salir del trabajo. O una noche antes.

Aquel miércoles, aquel día de víspera de año nuevo, no había empezado como ella lo había querido, o más bien, su semana. Su jefe habiéndole negado sus vacaciones por el exceso de trabajo pendiente. Y continuando con una lista de deseos para cumplir antes de media noche de aquel día. Era una lista corta, sólamente ocho pequeñas -o quizá no-, deseos que quería realizar.

Levantándose a las seis treinta de la mañana con una maraña en su pelo, completamente enredado por los bruscos movimientos al dormir. Sin duda le tocaría lavar su cabello aquella mañana, no sería un gran problema. Pero la temperatura estaba a cerca de unos menos cinco grados afuera, y sin contar que la noche anterior su secador de cabello se había dañada. Porque, bueno, tratar de cocinar un pollo con la secadora no era buena idea, y más si aquel secador tenía más de diez años de uso.

Luego de elegir detenidamente su atuendo del día, decidiendo salir un poco de aquella monocromía de grises, se decidió por unos colores suaves, llamativos pero no tanto. Tomar el autobús, y su ya gastada hoja de deseos, de tanto abrir y doblar de nuevo, agregando nuevas cosas o borrando algunas que creería imposibles.

Arrugó levemente la hoja aún en su bolsillo, sus manos entre los bolsillos de aquella larga chaqueta gris -bueno, quizá no salió del todo de la escala de grises-. Tomó un largo suspiro y bajó del autobús. La sacó una vez fuera del autobús, la ojeó unos cortos segundos y la guardó nuevamente. Visualizó la ya tan conocida calle, y avanzó unos cuantos pasos, deteniéndose en la carretera, al momento de cruzar la calle un taxi pasó a gran velocidad, haciendo que la pobre chica cayera entre bolsas de basura detrás de ella. Quizá debió girar su cabeza hacia el lado de donde vienen los carros y no al lugar hacia donde van.

"Se encuentra usted bien" preguntó un señor robusto, tratando de ayudar a la chica de entre las bolsas de basura.

"Estoy bien, no pasó nada" Dijo limpiando su chaqueta. "Estoy bien" repitió.