Capítulo Especial²

7.1K 650 418
                                    

+18

Eran las 8:30 de la noche, las calles estaban levemente vacías y una oleada de frío cubría toda la ciudad, Félix se dirigía a su casa después del trabajo, hoy le había tocado salir más tarde de lo normal y al menor no le agradaba para nada caminar...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Eran las 8:30 de la noche, las calles estaban levemente vacías y una oleada de frío cubría toda la ciudad, Félix se dirigía a su casa después del trabajo, hoy le había tocado salir más tarde de lo normal y al menor no le agradaba para nada caminar por las calles en plena noche.

Suspiro cansado, comenzaba a tener sueño, pues debido a que trabajaba mucho casi no dormía tan bien.

A Félix le hubiera encantado seguir estudiando, pero no podía, su madre había enfermado y tenía que ayudarla al menos con un poco de sus gastos, aunque siempre le había llamado la atención ingresar a la académica de policías. Pero nunca lo hizo.

Caminaba tranquilamente, no tenía muchos ánimos de llegar a su casa pero tenía que descansar, no podía dormir en la calle, más bien dicho en un puente.

Divisó a una persona a lo lejos, sin embargo no le hizo tanto caso, penso que estaba esperando a alguien y siguió su camino, tallandose los ojos y bostezando.

De pronto, su vista de dirigió rápidamente a la persona que segundos antes había visto y observó como este subía al barandal del puente sentándose en el, Félix se alarmó.

Rápidamente corrió hasta donde estaba la persona y lo tomó fuertemente de la mano, haciendo que el desconocido lo mirará sorprendido. Hasta cierto punto pensó que en cualquier momento aquella persona lo podía golpear o insultarlo por sorprenderlo así.

-- ¡No lo hagas! ¡No te suicides, puedes ser alguien valioso en la vida de una persona! -- Grito levemente alertado.

El pelinegro lo observó tras varios segundos, y soltó en carcajadas.

Félix fruncio el ceño sin entender el porque aquel chico se reía de él.

-- O-oye.

-- Eres muy gracioso, niño -- Félix se estremeció al escuchar la voz del chico.

-- E-entonces... q-que ibas a-a

-- No tartamudees.

Félix dejó de hablar ante la orden del chico.

-- No iba a suicidarme --. Dijo el mayor -- De vez en cuando, vengo a pasar el rato aquí y me imaginó exactamente lo que me dijiste.

-- ¿Eh?

-- Sí, lo de que tal vez soy valioso para alguien --. Dijo -- Pero aún no se para quien.

Félix hizo un puchero y contesto: -- Debe haber alguien y si no lo hay debes buscarlo.

El chico sonrió de lado y lo miro analizando su rostro, pequeño, mejillas regordetas con demasiada pecas, labios gruesos y muy apetecibles, cabello rubio con castaño, sí, era lindo.

Archivo 12-B: El caso de Spear B [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora