MOON NIGHT (el niño de la luna y el chico de las sombras)

cap3

Las puertas de la cabaña central se abrieron, cuando la música levemente se detuvo y todos voltearon hacia el gran hombre que salía desde allí.

Su gran porte y estatura intimidaba a simple vista a cualquier hombre, su larga cabellera castaña oscura estaba trenzada en el centro de su cabeza rapada a los lados, atada con lazos de cuero y decoraciones de pluma y hueso, sobre sus hombros, caía una extensa capa de piel, recuerdo de aquella vez que había matado al gran wargo gris solo con su cuchillo de hierro negro, bajo la denza capa de pelaje, su camisa holgada rojiza y sus pantalones de cuero completaban el conjunto del gran jefe de los Ruhn.

Inmediatamente, los allí precentes se arrodillaron frente al anfitrión de la selebracion, como muestra de agradecimiento por la hospitalidad del gran jefe.

Ru'hel aclaro su garganta y tras una seña indico a todos que podían ponerse de pie.

—sean todos bienvenidos, nos honrra tener aquí, reunidos bajo un mismo "techo" a todos los clanes de Ehl para celebrar el Luheyn —la sería y ronca voz del jefe resonó entre todas las personas— y para dar por iniciada la celebración, y pedir las bendiciones de la gran diosa, en su cumpleaños número 18, mi hijo, Ru'Lue.

Ru'hel termino de pronunciar aquellas palabras y todos observaron atentamente la puerta de la cabaña esperando anciosamente ver salir al tan esperado Lue.

Sueves pasos de oyeron sobre el piso de madera, cuando por la puerta, salió aquel hermoso muchacho, que en su traje blanco, parecía brillar en la noche y ser tan puro como la luna llena que adornaban el cielo estrellado.

Su mirada se paso por la multitud, sacándole a más de uno un suave escalofrío con esos intentos ojos amarillos suyos, 

Los susurros se hicieron precentes de inmediato y las miradas de los desconocidos, maravillados con la belleza del chico, estaban todas sobre el.

Lue desvió su mirada de las de la multitud que lo observaba, sus mejillas se tornaron rápidamente de un suave color rosa, estaba realmente nervioso y avergonzado.

Entre todas las miradas, la de Galá, era la que más perdida estaba en la hermosura de joven albino, era tal como lo recordaba, tan bello, tan frágil, tan...perfecto.

Ru'hel elevó una de sus manos, pidiendo silencio y coloco la otro en el hombre de su hijo animandolo a hablar. Lue, suspiro y se adelantó unos pasos.

—bien...bienvenidos, gracias por estar aquí —comenzó con la voz más firme que pudo, hablar en público, jamás había sido su fuerte— en esta noche, gran diosa, Luy'ine, nos reunimos aquí y pedimos tu bendición, para dar por iniciada está selebracion en tu honor, brindamos tu luz y protección.

Lue termino aquellas palabras y todos bajaron su cabeza en silencio en respeto a su diosa, Lue era el único que tenía permitido mantenerse erguido, camino con suavidad, mientras la enorme túnica blanca de plumas doradas arrastraba tras el y se acercó a la gran hoguera central, frente a la cabaña, tomo de una pequeña bolsa azul que llevaba, una especie de polvo gris y elevó sus manos por sobre su cabeza para luego arrojar aquel polvo a las llamas.

El fuego reaccionó inmediatamente, se torno de un color azulado y dió una gran llamarada lanzando chispas al aire, la selebracion estaba oficialmente iniciada.

…

Unos minutos más tarde, todo había vuelto a como estaba antes, la música resonaba fuerte en la aldea mientras el baile y las bebidas iban de aquí para aya frente a la cabaña principal.

Lue, permanecía sentado en una bella silla tallada en madera y acolchada en pieles, a su izquierda Gie y Gina le acompañaban, mientras a su  derecha, su padre reía, mientras conversaba y bebía con sus más allegados guerreros, sentado junto a el en una silla aún más grande, de la cual unos bellos cuernos de ciervo salian tallados del respaldo, un trono digno del líder de los Ruhn.

Lue, no podía dejar de pensar, en que con cada segundo, su destino se acercaba más al de un desconocido, no paraba de recorrer la multitud con sus ojos, pero sin prestar atención a ninguno de ellos, pues estaba sumido en sus pensamientos, cuando tres hombres se acercaron hasta donde Lue y su padre se encontraban.

Ru'hel obserbo a los hombres, quienes le hicieron una pequeña reverencia y el padre del albino se puso de pie.

—bienvenidos, grandes jefes, espero que estén pasando una agradable noche —dijo el gran hombre ezvosando su mejor sonrisa.

—hablo en nombre de todos cuando digo que la estamos pasando de maravilla —tomo la palabra aquel que se encontraba en medio de los tres.

Un hombre fuerte y grande, debía de tener la misma edad que el líder de los Ruhn, su cabeza estaba totalmente rapada, dejando ver unos impresionantes tatuajes oscuros, acomodó la gruesa barba rubia grisácea que enmarcaba su rostro y dirigió su mirada de ojos pardos a Lue.

Volvió a hacer una pequeña reverencia al bello chico y este le respondió.

—mi nombre es Gu'rodan, líder de los Gal del mar del este, y como uno de los 5 líderes de Ehl eh venido a precentar mis respetos y a mi hijo ante usted líder de los Ruhn —el hombre se hizo a un lado y tras una seña el joven que hasta el momento aguardaba a un lado paso al frente.

—es un honor señor —dijo el muchacho con seguridad y se puso de rodillas. Ru'hel solo observaba serio al muchacho —mi nombre es Gu'rehn.

—de pie — exclamó Ru'hel en aquel tono que habría echo orinarse de miedo a cualquiera, pero el joven no se inmutó— el honor es mío.

—gracias señor...

El muchacho se puso de pie y fue allí cuando Lue lo pudo ver mejor, era alto, casi tan alto como su propio padre y a pesar de llevar ropa bastante abrigada de un color azul oscuro, podía notar su figura esbelta, su cabello era corto y dorado, sus ojos eran de un bello color verde salpicados de ambar y algo de barba rubia crecía desde su barbilla, no era mucho mayor que el joven albino debía tener unos 20 y era realmente guapo.

—yo, quiciera pedirle permiso para dirigirme su hijo —obserbo a Lue con una sonrisa.

—tienes mi permiso —asintio con suavidad.

Gu'rehn dió unos pasos más y se acercó a Lue.

—es un honor al fin conocerte, debo decirte que eh escuchado mucho de ti, pero eres mucho más hermoso en persona —le dió una cálida sonrisa la cual Lue no pudo evitar devolver algo sonrojado, el chico rubio era realmente directo, no temia decir lo que pensaba— espero Nuala y tú me den su bendición para el torneo, estoy más que seguro de que ganaré tu mano —afirmo con confianza Rehn.

—yo...te deseo lo mejor en el torneo —hablo con suavidad Lue, sus mejillas aún estaban rojas— aún así solo Nuala será quien decida.

—gracias, lucharé con mi corazón —dio una última reverencia a Lue y a su padre y el bello joven rubio regreso tras su padre.

A Lue le había agrado aquel muchacho, era fuerte y confiado, parecía no temerle a nada, aun así, todavía estaba inseguro.

Nu're del clan Thara de los valles del sur fue el siguiente en presentarse y a su hijo Nu'tshe, un joven alto y delgado, de piel morena, brazos firmes, cabellos castaños de grandes rulos y largo, ojos café, agradable y tranquilo, aunque tan serio y callado como solía ser Ru'hel en ocasiones.

 El próximo, fue Uru'yu del clan Errho de las llanuras del oeste y su hijo  Uru'peh, era más bajo que los otros dos, debía medir unos cuantos centímetros más que Lue, aunque se veía fuerte, llevaba su cabello oscuro corto casi al raz de la cabeza y su ojos eran claros parecía un chico simpático.

Ru'hel y Lue recibieron y saludaron a cada uno de los jefes y sus hijos con cortesía, pero alguien faltaba.

Ru'hel paso su mirada por sobre los demás y no la vio, típico de ella, jamás llegar a tiempo, solo si había una pelea de por medio o litros de cerveza y por la situación debía deducir que los litros de cerveza la habían entretenido o simplemente aún no llegaba.

La única de los jefes que Ru'hel conocia más que bien, una vieja amiga a quien no había visto en décadas.

Gen'ri líder de los Odah de las frías y desoladas montañas del norte.

El jefe de los Ruhn suspiro resignado, tarde o temprano ella se presentaría, solo quedaba seguir adelante, el evento principal de la noche se acercaba y con el, el destino de Ru'Lue sellaba su camino.