|0|

73 12 3
                                        

22 de agosto, 2010. 

Omnisciente

Dos hermanas en el jardín, de la mansión Williams estaban jugando, pero una de ellas  estaba sentado en el columpio. Mirando a la nada sin expresión, su madre que estaba vigilando que nada pasara.   

Su hermana mayor se acerca a la menor, que está sentada en el columpio.

–no juega conmigo– pregunto la mayor

la menor solo sonrió, una sonrisa que solo refleja maldad.

–que te hace pensar, que jugaré contigo – dijo la menor

En cuanto la mayor escuchó lo que le dijo su hermana, se fue enojada donde su madre.

– mamá, Eli no quiere jugar– dijo entre sollozo.

la menor a escuchar su hermana, haciendo berrinche a su mamá, quedo viéndola.

suspiro, cansada de lo berrinche de su hermana.


su madre que estaba, rodeando su brazo a su hija mayor esperando que se le pase. Sabía que su hijas eran diferentes, cada quien con su personalidad.

Camino en rodeada con su brazo a la mayor, asta llegar donde su hija menor que está en el columpio.

– eli, por favor es tu hermana– respondió su madre

– tú muy bien, sabe que no– dijo la menor mirando fijamente en un Punto fijo.

su madre apesar del amor que le tiene a la dos, sabía de qué hablaba la menor, para ser pequeña era igual a su padre.

– no pido mucho, apesar de que son hermana, tiene que estar hay–dijo mirándola – sin importar la circunstancia, son hermana.– respondió firme

sabía que de nada serviría, quería hacerla entrar en razón.

– está bien– respondió la menor parándose del columpios

su madre sonrió, mirándola sorprendida, Sabía que a la menor le costaba hacerlo.

la mujer mayor empujó a la niña  mayor, para que fuera a jugar con su hermana.

la niña mayor, camino para tomar la fría mano de su hermana menor.

arrastrando la para que caminara, donde un a casita pequeña de madera, que es de la mayor.

donde la mayor la pone a jugar con su taza de té, creía que jugarían, pero se le olvidó con quién estaba tratando.

– juguemos a un juego– dijo la menor sonriendo, con su manos detrás de la espalda.

la mayor creyendo, que su hermana quería jugar con ella.

Su peor error fue "confiar en su propia sangre "

– está bien– respondió la mayor sonriendo con entusiasmo.

–eso creí, juguemos a la escondida– dijo la menor– pero contará tu, mientras yo voy a esconderme

Último suspiro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora