Bien hecho... Rick [Two-Shot]

Bien hecho... Rick

Las sospechas y las dudas lo incitaron a marcar aquellos números, trago saliva al oír un sonido afirmativo al código que acaba de ingresar.

No le fue muy complicado recargar la pistola portal, había visto de reojo como lo hacía Rick. Lo siguiente que hizo fue abrir a la fuerza un pequeño espacio accediendo a un teclado, unos cuantos ajustes y cambio de cables hicieron que apareciera una gran pantalla azul mostrando el historial de viajes interdimensionales de Rick.

No obstante, algo no encajaba para nada, frunció el ceño confundido leyendo los nombres y sectores.

No recordaba haber ido jamás a esos lugares, y lo que más lo alteró era el nombre del propietario de aquel historial.

"Rick Terrestre #C-127", leyó en su mente.

C-127... su dimensión.

De nuevo sin perder el tiempo, desactivo la esposa que evitaba el habla al Rick desnudo.

—¿De qué dimensión eres? —Cuestionó sosteniendo la pistola portal, su voz sonó alarmada, intentaba mantener la compostura estando alerta a cualquier amenaza aún sabiendo que el hombre de edad mayor era incapaz de moverse.

Rick tosía consecutivamente recobrando el aire, a penas pudo respirar por las fosas nasales, esa cosa lo apretó demasiado.

—¿Qué diablos te pasa, Morty? ¡Pudiste ahogarme! —Su voz salía ronca y fuerte, señal de su furia.

—¡Contesta!

—Pequeña mierda, realmente estas preguntando algo estúpido, ya lo viste ahí, soy Rick C-127. —Escupió ante la cara asombrada del más pequeño, quien negaba con su cabeza dando pasos hacia atrás. El mayor se removió, le comenzaba a dar frío y más en las partes bajas. —Sácame de aquí que hasta para mi es incómodo estar de esta manera, parece que me vas a violar y no estoy dispuesto a ser el pasivo, perderé una apuesta. —Reclamó siendo ignorado por Morty, quien volteó a ver la pantalla azul para luego regresarla a él, señaló nervioso a la pantalla.

—No, no, no, no puede ser, no-nosotros nunca fuimos a Andromeda G-9, dijis-dijiste que me llevarías allí el día de mi cum-cumpleaños.

—¿Estas alucinando? Yo nunca fui contigo, idiota, ni siquiera debería de estar aquí, abandone a tu madre cuando era niña y he vivido malditamente solo desde entonces. —Trató de zafarse moviendo sus brazos, era inútil, las esposas lo sujetaban muy fuerte.

—E-eso no es cierto... te-te quedaste, te quedaste con nosotros, me criaste.

—Ese no era yo.

—Pero si era-

—No era yo, fue el Rick que me mató. —Aclaró rodando los ojos, le pareció irritante como insistía el menor. —Estaba buscando a Squanchy para irnos de putas hasta que escuche el sonido de un portal abriéndose y antes de que pudiera sacar un arma me electrocutó.

Frunció el ceño al terminar de explicar su muerte tan patética, no estaba orgulloso de ello, lo habían matado tan fácilmente que le traía un humor de perros.

—Pero estabas tirado al lado de la nave, tu cuerpo estaba casi destruido.

—¿Entiendes o no? El Rick con el que estabas no es el tuyo, —Exhalo pesadamente, debía decirlo, quizás así se calmaría. —Tal como lo ves, yo soy tu Rick.

—¿Y nos abandonaste? —Quiso preguntar más pero esa era la única que pudo formular –en un hilo de voz–, y la que más deseaba que respondiera

—Tengo mis razones.

—¿¡Cuáles?! ¡Dime! ¿¡Qué es más importante que tu familia?! —Bramó enojado, Rick se mantuvo callado desviando la mirada. —¿Por qué no dices nada?