𝒑𝒐𝒆𝒎 - 𝒋𝒂𝒆𝒅𝒐

story

22/09/1829

Sonó la puerta

Y ahí estabas, frente mío, con aquella mirada llena de cariño, tu mirada tan dulce que me hizo sentir en las nubes, aquella que se encontraba cerca del cielo, cerca del paraíso pensé. Claro ¿cómo no? si te encontrabas allí conmigo.

Mi padre apareció y no dudó en oponerse, pensé que allí se terminaba nuestra historia pero no, seguías allí parado con la cabeza en alto, enfrentando a mi padre:

“Nuestro amor es tan puro e inocente, y tan perfecto que no existe obstáculo..” pronunciaste.

Ahora pude entender que quisiste decir con tu última carta.

“Amor mío, no importa quien se oponga a lo nuestro, yo te amo e iré a cualquier lugar contigo” contesté mientras te miraba, no podía quitarte los ojos de encima, supe lo afortunado que era.

Ahí fue cuando tuve en claro que nadie tenía el poder de quitarme mi felicidad, ni mi padre, así que sin dudarlo escapé contigo.

D&J