Palos y Piedras

Primer día de clases.

Hola! mi nombre es Kathleen Grey y tengo diecisiete años vivo en California, mis padres se llaman Jazmín y Diego Grey y mi hermano menor Kyler Grey, ellos son los padres que todo el mundo quisiera tener, pero, que muy pocos tenemos.

Hoy es un día como todos los días que tengo, aburrido y monótono. Me levanto de mi cama y empiezo a dirigirme directamente al baño que queda en mi habitación, eso es lo bueno ya que no tengo que compartir mi baño con nadie más. Me doy una ducha super rápida ya que tengo que ir para la escuela, hoy son esos días de regreso a clases, donde ves a todos esos chicos y chicas utilizando cosas nuevas.

Salgo de la ducha me pongo mis ropa interior de color negro no sé, pero, siempre me ha gustado combinar mis ropas interiores, voy al closet a cambiarme y me pongo una sudadera negra, unos jeans rotos y unos vans negros, me dejo mi pelo en una coleta alta y bajo a comer. Cuando estoy en la cocina me encuentro con mis padres y mi hermano.

- ¡Buenos días! - digo cogiendo un deliciosos y exquisito pan tostado que estaba sobre la mesa, para dirigirlo a mi boca.

- ¡Buenos días!, ¿como amaneciste?- me dice mi madre, muy gentilmente como siempre, aunque aveces suele enojarse de una manera bastante fea.

- Muy bien gracias a Dios - le respondí dándole un beso en la mejilla y una muy cálida sonrisa.

-¿Cómo te va en la escuela?- me pregunta mi padre quien por fin se digno en hablar, mi padre es muy luchador y trabajador y casi no tenemos tiempo para charlar, sólo lo hacemos en la mañana y un poco en la noche, ya que ese es el tiempo donde el esta disponible.

Después de desayunar me despido de mis padres con un beso en la frente y le doy un pequeño pero doloroso zape a mi hermano en la cabeza dándole a entender de que debemos irnos. Nos dirigimos al automóvil de mi mejor amiga Samantha quien pasó por nosotros para así poder dirigirnos a la escuela.

-Hola idiota- le digo, Samantha y yo siempre nos saludamos así, nosotras nos conocemos desde que tenemos memoria, sus padres y mis padres son buenos amigos desde siempre y por eso somos bastante unidas.

-Hola estupida, tenemos que pasar a buscar a Michael, vamos un poco tarde - me dice ella muy tranquilamente como siempre, pero, sin perder su toque de humor. Michael es nuestro mejor amigo de toda la vida, les voy a contar todo, pero será en otro momento.

Después de buscar a Michael a su casa nos dirigimos todos a la escuela, no estaba tan lejos pero tampoco estaba cerca.

Hoy iba a ver una vez más a mi queridísimo y magnífico Elliott, el es mi crush de toda la vida, el siempre me gustó pero yo nunca le guste, no se porque, la verdad es que he hecho de todo para poder llamar su atención, pero no lo he logrado. Lo importante es que no pierdo las esperanza.

Ya hemos llegado a la escuela, salimos los cuatros del auto para dirigirnos cada uno a nuestros casilleros a buscar nuestros libros que utilizaremos en el día.

En eso entra Elliott bastante cool con sus amigos como siempre, sólo puedo quedarme embobada viéndolo como entra.

- Sabes que nunca te hará caso verdad - me dijo Sam, mientras entraba sus libros en su mochila.

- Debería de estudiar de apaga sueños, esa carrera te quedaría bastante bien - le dije muy seria pero aguantando toda la risa por dentro, su cara sólo es un poema que sólo yo puedo descifrar.

- Hola de nuevo chicas, lamento interrumpirlas pero debemos de entrar a salón antes de que llegue don refunfuñon - dice nuestro amigo Michael llegando por detrás de nosotras.

Después que Michael nos aviso que tenemos que entrar a clase, Samantha y yo entramos a clases y nos sentamos en nuestro asientos Sam está al lado mío y Michael está detrás de mí. Samy y yo nos ponemos hablar como solemos hacer todos los días sobre mi Elliot mientras el profesor llega.