1.- ¿Lo harás?

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— Hey Yena. — La chica de pelo casi naranjo contestó la llamada de una de sus amigas. — ¿Que pasa?

— ¿Que tal con ese Wooyoung? ¿Ya le terminaste? — Preguntó intrigada.

— No Yena. — Bufó. — Estoy segura que el es mi alma gemela, es muy bueno conmigo. — Chaewon respondió con un tono feliz.

—Ay, enserio, debes comprobarlo, rompe con el y luego ves si es tu alma gemela. — Yena suena cansada. — Solo te falta el y ya puedes hablar con tu alma gemela.

— No entiendo este sistema. — Rodeó los ojos.

— Pero así es como vivimos. — Yena suspiró. — Deja de hacer el tonto y termina con Wooyoung.

— Ajá, hasta mañana. — Cortó la llamada y se recostó en su cama.

Wooyoung era su actual pareja, era muy atento con ella y siempre la trataba excelente, pero ¿Era él su alma gemela? Los dos creían que sí y por eso no terminaban, porque sabían que ya estaban destinados.

Pero las amigas de Kim le seguían insistiendo que termine con el.



— Buenos días princesa. — Al abrir la puerta, se encontró con su pareja, le sonrió y salió de la casa.

— Hola Wooyoungie. — Se acercó a su auto y este le abrió la puerta. — No es necesario. — Rió.

— Si lo es! — El pelinegro dió la vuelta al auto para sentarse en el asiento del conductor. — Vamos. — Prendió el auto y miró a la chica al lado suyo.

— Woo, ¿tu crees que soy tu alma gemela? — La chica lo miró de vuelta, intrigada.

— No lo sé, pero el destino sabrá. — La miró sonriente.

— Y no quieres terminar solo para saber quien es? — Chaewon miró al suelo del auto y Wooyoung puso su mano encima de la de la chica.

— Por mi, creo que solo se termina cuando ya no sentimos nada por el otro. — Lo miró un poco apenada.

— Lo siento Woo. — Suspiró. a Solo tenía intriga. — El sonrió.

— Está bien, cuando ya no sientas nada por mi me lo dices, ¿va? — La pequeña asintió, se preguntó como Jung podía decir eso con tanta tranquilidad.




— Buenos días Chae. — Una chica con pelo corto se acercó a la mencionada y al ver a su lado también habló. — Hola Jung. — Hizo una reverencia.

— Hola Kura. — Chaewon sonrió y el chico la dejó con su amiga. Saliendo de ahí.

— Ya vas a terminar con el? — Dijo después de que el mencionado se alejara lo suficiente para no oirlas.

— No. — Cruzó los brazos. — Y Eunbi? — Preguntó. La mencionada era una amiga suya desde que eran pequeñas, y necesitaba sus consejos de como manejar su relación con Wooyoung.

— Está en la biblioteca. — Tomó a la pelirroja del brazo y la llevó al lugar.




— Hola Wonnie, ¿Qué tal? — Chaewon se sentó en una silla en frente y Eunbi la miró con atención.

— Unnie, ¿Tu ya has hablado con tu alma gemela? — Preguntó y la mayor asintió.

— Si, es muy linda por mensajes. — Sonrió. — Se llama Nako. Y tu?

— No puedo todavía, todavía siento cosas por mi novio y no quiero terminar con él. — Posó su cabeza en su mano e hizo un puchero. Eunbi sonrió tiernamente.

— Oh bien, solo deja que tu corazón hable por si solo, cuando termines con Wooyoung no dudes en hablarle a tu alma gemela. — La mayor elevó los hombros y Chaewon asintió. Se levantó del asientoy abandonó la biblioteca.

Al caminar un poco con Sakura, se encontró con su grupo de amigas sentadas alrededor de una mesa, Hyewon, Yujin y Yena. También estaban dentro del grupo Sakura y Eunbi.

— Buenos días! - Yujin sonrió. - ¿Como está todo? — Dijo para después tomar un sorbo de su café.

— Bien, un poco indecisa. — Se sentó en unas de las sillas y se recostó en la mesa.

— La señorita no quiere terminar con su novio. — Yena rodeó los ojos y rió.

— Son mis desiciones Yena. — Ya venían molestando a Chaewon con lo mismo durante mucho tiempo y era molesto ya que no quería terminar con Woo, era un buen chico y seguía queriéndolo con todo su corazón.

— Mmm ¿y si mejor vamos a pedir una dona? — Hyewon se levantó de su silla y miró a Yena tratando de decirle que la acompañara.

— Ugh, nunca quieren entenderme. — Chaewon soltó frustrada. — El es muy bueno para dejarlo.

— Puedes decirle la mentira que merece alguien mejor que tu. — Sakura la miró y Chae le dedicó una mirada seria, molesta. — Está bien, ya no hablo..


— Volvimos, ¿de que hablaban? — Después de un rato regresa Hyewon con una dona en sus manos y Choi con una malteada que parece ser de fresa.

— De que Yujin necesita terapia . — Chaewon penetró con su mirada a la menor y esta rodeó los ojos.

— Bueno.. — Yena alargó la ultima letra de la palabra mientras se sentaba.







— Minju. — La actual pareja de la chica de pelo castaño se acercó a ella un poco seria. Esta estaba en una de las mesas del patio del instituto.

— Sieun. — La chica sonrió. — ¿Que sucede?

— Quería agradecerte. — Minju inclinó un poco su cabeza. — Por amarme.

— Yo también debería agradecerte. — La chica soltó, sonriente y la que estaba enfrente suyo rió a carcajadas.

— ¿Crees que yo te amé? — La chica sintió como su cuerpo se desvanecía. — No pienses estupideces, hice que me amaras para poder encontrar mi alma gemela, gracias.

Ella la dejó allí, sentada mirando a la nada, tratando de procesar todo.

Minju estaba rota, ¿porqué de repente toda su relación se iba a la basura? Su novia, había terminado con ella, pero de la peor manera posible, le hubiera gustado mejor que le mintieran.

Llegó a su casa y vió a su padre de nuevo tirado en el sofá, su madre en la cocina y su hermano jugando videojuegos. Subió rapidamente a su habitación y se encerró. Sieun era lo que más le hacía feliz, la quería con todo el corazón y no pensaba de lo que era capaz.

De repente se sentía insuficiente.

Tomó una pastilla para el dolor de cabeza y se acostó en su cama, mirando su teléfono.

Empezó a pensar que todo sería mejor después de todo, equivocado.

En la escuela la llamaban la sola, la insuficiente. Cuando Sieun ya no estaba con ella, pareciera como que a todo mundo le empezó a caer mal, Todos la miraban raro y comenzaban a hablar de ella a sus espaldas.


La chica caminó sin decir nada hacía la salida y se fue a su casa, era increíble como allí nadie se percataba de su estado, ni su mamá, papá o hermano.

Cada día sus ganas de comer se iban, sus nervios aumentaban y no sabía porqué. Estaba tan destruida que los golpes que le daban sus compañeros los recibía sin ningún problema, los chicos pensaron que era una manera de darles pena así que le golpearon más fuerte.

No hizo nada al respecto.

¿soulmates? - 2kimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora