02

12 1 0
                                    

Al día siguiente la alarma volvió a sonar a la misma hora del día anterior y se repitió la misma rutina de todos los días y que para EunBi era aburrida y que necesitaba algo un poco más fuera de lo normal, por lo menos un día a la semana estaría bien, pero sus padres no permitían que saliera a otro lugar que no fuera la escuela, entonces la chica solo se abstiene de pedir hacer algo diferente que no fuera sus clases de piano en casa.

La pelinegra salió de su casa y estaba caminando por la acera tranquilamente, mientras que al otro extremo de la calle se podía oír a un grupo de chicas que estaban hablando muy fuerte, algo que ya estaba desesperando a la podre EunBi que ahora no podía evitar escuchar esas risas irritantes y los comentarios fuera de lugar, ya que no tenía audífonos porque que su madre no se dio cuenta que estaba en el bolsillo del uniforme y sin querer los lavo.

Cuando EunBi pensó que su paciencia se iba a acabar sintió como alguien le tocaba el hombro, así que se volteó  bruscamente a ver a la persona que la estaba molestando más de lo que ya estaba y seguramente decirle a esa persona que la dejara en paz y que no la tocará, pero al ver que era la rubia su expresión de enojo cambio por una pequeña sonrisa.

—Que bueno volver a verte—la rubia sonrió ampliamente—Me di cuenta de que vamos por el mismo camino, así que sería bueno que fuéramos juntas a la escuela siempre

—Oh, no me molestaría esa idea—la más baja empezó a a jugar con sus dedos un poco nerviosa. Muy pocas veces convivía con alguien de la escuela

—¡Genial! Así no tendremos que irnos solas ahora—la rubia empezó a caminar mientras que la pelinegra la seguía

Mientras Iban caminando en silencio se volvieron a escuchar esas voces ruidosas que desesperaban a la pelinegra. SoJung al ver que la chica se estaba estresando tuvo una idea.

—Esas chicas son muy molestas, ¿No crees?—tomo su mochila y empezó a buscar algo

—Sí, hablan muy fuerte y me desesperan un poco

—Entonces escuchemos música—saco sus audífonos mientras se los ofrecía a la pelinegra

Cada una se puso un auricular y la rubia puso la música desde su teléfono en modo aleatorio para no escoger una canción en específico, pareció que a la pelinegra no le molestó la música y solo empezaron a caminar.

Mientras caminaban algunas veces rozaban sus manos, haciendo que la pelinegra se pusiera nerviosa y la rubia se desesperaba de estar chocando sus manos, así que solo tomo la mano de EunBi haciendo que su la más baja la mirará confundida y un poco sonrojada. La rubia sonrió amablemente e hizo que entrelazaran sus dedos.

Todo el camino estuvieron tomadas de las manos mientras evitaban el sonido del exterior estando en su pequeña burbuja que nadie podía destruir ni con el grito más fuerte.

Solo necesitaban estar al lado de la otra, solo necesitaban estar cerca de la otra en ese momento, ese momento donde eran plenamente felices y se olvidaron de sus problemas.



















Espero les guste y apoyen 💕

Unnie, sálvame Donde viven las historias. Descúbrelo ahora