1°Parte

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"Hay tristeza en tus ojos, pero tú insistes en fingir que todo está bien."

La vuelta a Howargts junto con el nuevo año se veía interesante pues ese año contarían con un gran evento el Torneo de los Tres Magos que se uniría al gran baile navideño, pero a una chica con un suave tono de piel moreno, ojos café y pelo rizado, no le hacia mucha gracia estaba preocupada por Harry quien estaba participando en ese torneo pues alguien querría verle muerto o eso suponía la mejor bruja de su generación Hermione Granger.
El paso de los días, la castaña no estaba en su mejor estado físico ni mental, después del Gran Baile todo iba callendo en picado, su discusión con Ron, la muerte de Cédric Diggory y la vuelta de Voldemort que nadie creía, Hermione estaba cerca de su límite pero continuaba aparentando estar bien. También tenía problemas con los Slytherin sobretodo con Draco Malfoy y Pansy Parkinson quienes no paraban de insultarla y menospreciarla cada vez que la veían, algo que la estaba dañando cada día más y habían momentos en los que deseaba no haber aceptado la carta de Howargts, sino continuar con su vida Muggle ya que allí por lo menos era tratada con más cariño, si es cierto que tiene a sus dos mejores amigos pero tanta presión, tantos peligros y tanto odió la estaban agotando.
En un día cualquiera decidió salir de la Biblioteca e intentar estudiar al aire libre y el lugar que más tranquilidad le trasmitía era el Lago Negro, estando a pocos pasos del lugar vio como dos personas discutían acaloradamente pero le restó importancia, se sentó en un árbol lo suficientemente apartado y empezó a leer. Para su mala suerte las dos personas que estaban discutiendo eran Malfoy y Parkinson, siendo la última quien le soltara una bofetada a su amigo el cual hartó de la situación se marchó, sin notar la presencia de la Gryffindor pero quien si la noto fue la Slytherin.
-Vaya, vaya a quien tenemos aquí...La sangre sucia leyendo como buena ratona de biblioteca que es.
Comentó despectivamente la azabache, Hermione la ignoraba algo que molesto a su enemiga.
-¿Donde están tu amigos? ¿Ya se cansaron de ti? La verdad es que los entiendo, esa cara rajada y la comadreja teniendo que soportar a una estúpida Sangre Sucia. Esta vez la paciencia de Hermione se encontraba en sus límites, se levantó bruscamente sorprendiendo a la Slytherin.
-Tienes garras para pelear eh gatita.
-¡BASTA! Grito a todo pulmón la Gryffindor, soltando el libro de golpe y agarrando a Parkinson por el cuello de la camisa.
-¡Estoy harta de ti, estoy harta de que te metas conmigo por el simple hecho de ser hija de Muggle!
-¡Sueltame Granger o no me contendre! La empujó obligándola a soltarla, Pansy tenía más fuerza a pesar de ser delgada y también era uno cuantos centímetros más alta que la leona.
-¡Ya me da igual lo que me hagas! Me canse...Eso último fue más en un susurro que aún así Pansy fue capaz de oírlo.
-Mira Sangre Sucia, no deberías de estar en este colegio al igual que tu amigos traidores, eres de lo peor. Pansy se cruzó de brazos observando a la Gryffindor la cuál empezó a temblar, haciendo que su contraria levantara una ceja.
-¿Tienes miedo? Río a carcajada pero fue rápidamente cortada por la caída al suelo de Hermione, que quedó de rodillas.
-Ojalá haber rechazado la carta, ojalá nunca me hubiera tocado a mi ser bruja... Estoy harta de todo...Incluso de mi propia vida, hay demasiados peligros que no podré afrontar... Ojalá y solo ojalá... Su voz se estaba apagando, su visión cada vez se hacía más borrosa ya no podía más, Pansy simplemente la observaba no se movía ni decía nada solo la escuchaba hasta que vió caer a Hermione al suelo quedando inconciente.
-¿Granger? Preguntó al aire pues la Gryffindor no podía oírla, por inercia se agachó y comprobó su estado, pálida y con ojeras. -Mierda... Sabía que no podía dejarla allí y con suma delicadeza, la cuál no tenía con nadie, tomó a su enemiga en brazos llevándosela a la enfermería donde Pomfrey la atendería.
-¿Que le ocurrió a la Señorita Granger?
-Se desmayó. Respondió indiferente, la enfermera asintió y la Slytherin se marchó del lugar. En su cabeza aún rondaban las palabras de la Gryffindor, nunca pensó que estuviera tan mal bueno tampoco le importaba así que decidida volvió al Lago Negro y pasar el resto del día tranquila, al llegar vio aún en el suelo el libro que estaba leyendo la castaña y lo tomó.
-"El Alquimista" Por el título es un libro Muggle. Tenía pensado en tirarlo al lago pero decidió no hacerlo, lo guardo en su túnica y se sentó a ver el horizonte.

Todo Cambia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora