3.No es tu asunto.

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Louis estaba nervioso, era sábado y eso sólo significaba una cosa: le darían los resultados de sus clases avanzadas para ver si finalmente podría olvidarse de la escuela secundaria. Se levantó más temprano que lo usual, pero esta vez ni siquiera prendió su televisor, simplemente se dirigió hacia la heladera, agarró una manzana y salió por la puerta.
En el camino, no dejaba de pensar en lo mal que le iba a ir, después de todo, era aquello lo que identificaba a Louis: su negatividad.

A lo largo de su vida, había conseguido muy pocos amigos, sufrió de la pérdida de su madre y pasó por varias casas adoptivas junto a su hermana. Él nunca pudo aprender el significado de la palabra amor, veía todos sus sentimientos en blanco y negro.

Llegó a su colegio, o como él solía llamarlo "el laboratorio", por la cantidad de ratas que lo habían estado humillando y haciendo pasar mal durante 4 años. Entró y vio allí a su profesora favorita con una gran sonrisa, aquel detalle de su parte le dio muchas esperanzas: al fin podría mudarse y empezar una nueva vida.

-Hola Louis! siempre tan puntual, me alegra verte-exclamo la señora de edad al adolescente.

-Buenos días Candace, igualmente, la verdad es que estuve muy nervioso últimamente- decía Louis con una sonrisa en su cara- Estuve esperando estos resultados desde el segundo año de instituto-.

-Lo sé Louis-respondió Candace, borrando la sonrisa de su cara- y también se que quizás estas no son las noticias que esperabas, te luciste en el desarrollo de cada uno de tus informes, pero lamentablemente no te dieron un permiso para saltearte el año, debido a tus dificultades sociales. Quizás lo mejor sea esto, será un año de progreso con tus compañeros.-

Louis sintió una lágrima caer por su mejilla, no solía dejar a la vista sus debilidades pero aquella noticia lo había destrozado, tantos años de preparación para nada. Sin aviso ni despedida, agarró sus cosas y decidió correr, correr lo más lejos que pudo. Las lágrimas rebosaban sus ojos y su vista comenzaba a nublarse. Esto solo confirmaba lo mediocre que era. "Louis Tomlinson, el ser más inútil de este planeta", pensaba una y otra vez.
Fue entonces, cuando sintió un fuerte impacto contra alguien, cayendo al piso por la fuerza con la que venía corriendo.

-Perdóname! no te vi, deja que te ayude-dijo una ronca voz que observaba curiosamente al muchacho en el suelo-¿Qué te pasa? ¿Estás bien?-exclamó.

-No es tu asunto-dijo Louis levantándose avergonzado, siguiendo su camino sin ni siquiera fijarse en ese chico por lo mal que se encontraba.

A través de mi pantalla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora