Runa estaba aquella noche en su habitación, mientras estaba acostada recordó lo que había hablado con Aki a escondidas Sora.
— Sabes Runa, yo deseo que Sora este contigo, no creo alguien más pueda siquiera comprender nuestros sentimientos, estoy más que consciente de que nuestra relación es una abominación para el mundo.
— Yo no te juzgaré, también me he visto en cosas similares, no puedo decir que sea lo mismo, pero te entiendo y por eso quiero estar con Sora, es el único que no juzgará.
Runa estaba sumergida en sus pensamientos hasta que escucho el timbre, salió a la puerta y vio a Aki.
— Buenas noches Runa.
— Buenas noches Aki.
— ¿Puedes salir?.
— Si claro, solo dame un minuto.
— Esta bien.
Aki y Runa caminaban por la calle hasta llegar al parque que se encontraba cerca del complejo de apartamentos, se sentaron en los columpios.
— La verdad es que tengo algo que decirte Runa. La voz de Aki se escucho un poco apagada.
— ¿Qué ocurre?, tu voz se siente triste.
— Si, lo que ocurre es que pienso irme al extranjero.
— ¿Qué significa eso?. Dijo Runa mientras se ponía de pie.
— Ya no quiero lastimar a Sora por mi egoísmo, me iré el próximo mes.
— Espera un poco, ¿te iras tan pronto?, no te puedes ir de repente, ¿sora siquiera sabe?.
— No se lo he dicho, no quiero que lo sepa.
— ¡Estas siendo egoísta de nuevo, no te puedes ir como así, piensa en Sora! . Dijo Runa un poco alterada.
— ¡Estoy pensando en el, esta es la razón por la que me quiero ir!,¡lo amo demasiado!, mi sentimientos no se desvanecen, ¡¿acaso crees que no me duele?!, ¡me duele, me duele tanto que siento que mi corazón se partirá!. Dijo Aki mientras las lágrimas escurran por sus mejillas, Runa al ver las lágrimas de Aki la abrazo.
— Aki.
— ¡¿Qué puedo hacer?!, amo a mi hermano, no quiero que nadie me lo quite, perdóname Runa, porque no quiero dártelo ni siquiera a ti, si pudiera irme a un lugar con Sora, a un lugar lejano donde solo estuviéramos los dos, sería muy feliz.
— Aki, el amor que sientes por Sora es el más grande de todos los que he visto, tu amor superó mi comprensión de el, pero quiero que sepas que no voy a rendir, no quiero renunciar a Sora.
— Pero, ¿sabes que aunque yo quiera alejarme de sora, mi corazón no me dejara?.
— No espero que sea fácil.
— Pero…
— Ya te lo dije, amo a Sora, pero quiero que sepas que también te aprecio mucho, eres la amiga que siempre quise.
— Gracias Runa.
— No llores Aki, te juro que buscaremos una solución.
Esa noche en aquel parque las amigas se abrazaron con fuerza.
Los días pasaron tranquilamente hasta aquel día, una fuerte tormenta azotó la ciudad, las autoridades recomendaron no salir debido al clima.
— Mamá, iré ver a una amiga de los apartamentos de abajo.
— Esta bien Aki, pero ten cuidado y te no acerques a las ventanas.
— Si mamá.
Aki salió de del apartamento y fue a donde Runa, mientras tanto Sora se quedó con su madre en la cocina, Nami había decidido dormir en su habitación.
— Sora , ¿podemos hablar un poco?.
— Si mamá.
— Vamos a la sala.
— Esta bien.
Ya sentados en la sala, ambos se sentaron el sofá más grande.
— Sora se me honesto, aun mantienes relaciones con Aki ¿verdad?.
Los ojos de sora se abrieron y después de cerrarlos y abrirlos de nuevo habló.
— Si mamá, hemos mantenido relaciones varias veces.
— Hijo, no quiero que se lastimen de la misma forma en la que nosotros lo hicimos, por eso quiero que elijas tu camino, un camino que no te lastime ni lastime a Aki.
— Yo no quiero lastimar a Aki, pero la amo y quiero estar con ella, pero si ella puede encontrar la felicidad con alguien más, no podría ser más feliz.
— Eres increíblemente parecido a Keita, el dijo esas palabras hace mucho tiempo.
— Papá ¿dijo lo mismo?.
— Si, lo dijo cuando se tuvo que alejar.
— Mamá, nunca te pregunté pero ¿cuál fue la verdadera causa de muerte de papá?.
— Sus pulmones se debilitaron de repente, el creía que era un castigo por dejarlos solos tanto tiempo o era el castigo por amarnos.
— Su castigo, después de que supe el secreto, mi cabeza quedó confundida, pero la verdad es que el corazón me duele cuando recuerdo las horribles palabras que le dije.
— Tu no sabias nada, te no sientas mal.
Aki llego al apartamento de Runa y toco el timbre, la que abrió la puerta fue una mujer de aspecto maduro muy parecida a Runa.
— Buenas tardes, ¿se encuentra Runa?.
— Si, pasa por favor, ahora le hablo a Runa.
— Gracias.
Un momento después Runa llego donde Aki y la saludo.
— Aki que bueno que llegaste, te estaba esperando.
— Quería llegar más temprano, pero tenía unos deberes.
— No te preocupes, vamos a mi habitación para poder platicar mejor.
Ambas entraron en la habitación de Runa y cerraron la puerta.
— Ahora si dime.
— Runa, ya no me iré, quiero esperar hasta el próximo otoño.
— Me alegro, ¿hay algo más verdad?.
— Si, la verdad es que no quiero dejar a sora para ninguna mujer, ni si quiera quiero que tu seas quien se quede con el.
— Como lo dije antes, no espero tener un camino fácil, es por eso que me ganaré el corazón de sora con mis propios méritos.
— El amor es un sentimiento más que complicado.
— Runa, dime ¿que debería hacer?.
— ¿Qué te dice tu corazón?.
— El me nubla de toda razón y me pide estar con Sora sin importar los tabús.
— Entonces estate con el, no dejes que nadie los juzgue.
— Pero no quiero que sora salga lastimado por eso.
— El amor significa sufrir en algunos momentos y disfrutar en otros.
— Lo se, pero realmente no se que hacer.
Sora y su madre hablaban en la sala de su departamento.
— Sora, durante mucho tiempo pensé en algún lugar donde pudiéramos ser felices, fue en el tiempo donde aún amaba a mi hermano, de todos los lugares que se me ocurrieron solo uno me parecía un buen lugar, un lugar donde nadie nos conocía, fue que nos fuimos un tiempo a Kioto, pero no pasó mucho tiempo y las personas comenzaron a señalar de nuevo, fue después de eso que mi hermano decidió dejarlos e irse lejos.
— Con que esa es la historia completa.
— Si, pero después de eso también me aleje un poco de mi hermana, me aleje hasta que ese día, ese trágico día.
— Fue el día que mamá murió, fue cuando Nami y yo te confundimos con ella.
— Si, me hubiera gustado decirles la verdad, pero fue cuando vi los ojos de Aki y supe que en ese momento necesitaban una madre y desde ese día me volví su madre, pero a pesar de todo termine dejarlos solos, estaba con ustedes pero al mismo tiempo no estaba.
— Pero gracias a ello pudimos estar juntos, si aquel día no hubieses estado, ahora mismo estaríamos separados.
Ya habían pasado varios días desde aquella tormenta, a diferencia de casi cualquier día, Aki y Runa se encontraban platicando solas en un café.
— Tengo un poco de nervios.
— No te preocupes, ella tiene algo de experiencia.
— Hola Runa. Dijo un joven de apariencia muy tranquila, a sus lados estaba dos bellas chicas.
— Keisuke, que bueno que estén aquí, les presento a mi amiga Aki.
— Mucho gusto, soy Aki Aoi.
— Mucho gusto, mi nombre Keisuke, ella es mi hermana mayor Risa y mi amiga mihara.
— Ya veo, conque ustedes esta. Pasando por lo mismo.
— Si, por desgracia no se que hacer, pero Runa me platico de ustedes.
— ¿Dónde se encuentra ahora?.
— Mi hermano no se encuentra en casa hoy.
— Entiendo, ¿Qué te gustaría saber?.
— Quiero saber que debo hacer.
Keisuke, risa y mihara se vieron un momento, la primera en hablar fue Risa.
— Si de verdad se aman devén de estar juntos, no diré que pueden demostrar su amor de forma abierta, pero no dejen que las reglas del mundo los separe, al principio yo no quería que Keisuke me dejara, pero también quería que el fuera feliz, no me importaba que no fuera conmigo.
— Es lo mismo, no me importa que sora sea feliz con alguien más, solo lo quiero ver feliz.
— Si ustedes lo desean podrían ser felices, los tres podrían ser felices sin que nadie lo sepa, pueden ser felices mientras se cuidan, esa fue la conclusión a la que llegamos nosotros.
Sora se encontraba caminando dentro de un gran edificio, llegó mientras caminaba una puerta se abrió y de aquella puerta salió un gran grupo de chicas y chicos, todos llevaban grandes libretas de dibujo, sora se hizo a un lado para dejarlos pasar, sora siguió caminando en dirección a aquella puerta.
—buenas tardes. Dijo sora en dirección a aquel salón, dentro se había una mujer.
— Sora, buenas tardes. Le contesto su amiga Asana con ojos brillantes.
— He venido como lo pidió Runa.
— Gracias por venir, solo dame un minuto.
— Esta bien.
— Pon seguro a la puerta.
— Claro.
Minutos después de que Asana hubiera puesto es si lugar los artículos de pintura sus piro y abrió las cortinas de una ventana, el sol entró e iluminó el interior, Asana miró hacia abajo para confirmar que no hubieran personas alrededor.
— Bien, no hay nadie por los alrededores.
— Si.
— Hoy quiero probar algo que vi hace unos días en una película, por favor saca el espejo que está en ese armario. Dijo Asana señalando en dirección a una puerta.
Sora sacó un espejo de cuerpo completo y lo puso en mitad del salón.
— ¿Está bien aquí?.
— Si, ahora por favor podrías desnudarte, me da un poco de pena, pero la verdad es ya estoy muy húmeda.
— Esta bien. Sora se comenzó a desnudar poco a poco, mientras tanto Asana se comenzó a masturbar con un par de pinceles.
— Eso es, ahora muéstrame tu pené.
— Esta bien. Sora saco su pené y comenzó masturbarse lentamente, los ojos de Asana se abrieron mientras los veía, de su bolso sacó un dildo color azul y lo comenzó a meter en su vagina.
— Eso es, ahora ven y pode de perfil al espejo, quiero verme hacerte una mamada frente al espejo.
Asana chupaba el pené de Sora como si este fuera paleta de hielo en pleno verano, había momentos en el que se introdujo todo el pené de Sora hasta el punto de este llegó a su garganta y casi no podía respirar, pero eso solo servía para excitarla aún más, Asana seguía moviendo el dildo en su vagina cada vez mar rápido.
— Asana ya estoy.
— Esta bien hazlo, lo quiero todo en garganta.
— Yaaaa. Grito sora, Asana tomo con fuerzas las caderas de Sora y se introdujo el pené de Sora lo más profundo que pudo, desde el interior de Sora salió una carga de esperma blanco y espeso llenado la garganta de Asana, Asana tuvo un orgasmo tras otro, los orgasmos de Asana fueron tan fuertes que su dildo salió disparado mientras un líquido dorado salía chorros por la vagina de Asana.
— OH por dios, esto está a otro nivel, no puedo dejar de venirme, mi mente está en blanco y mis piernas no tiene fuerzas. Asana se dejo caer al suelo mientras respiraba muy fuerte.
— ¿Estas bien?.
— Si, fue mucho más intenso de lo esperado, pero estoy bien, pero quiero sentirte dentro, ahora por favor introduce tu trozo de carne en mi vagina, ella espera por ti, solo mira lo mojada que esta.
— Si. Sora levanto a Asana por las caderas y de solo un movimiento metió su pené, para luego comenzar a mover sus caderas con rapidez.
— Que bien se siente, no te detengas, ah, ha, esto es lo mejor, desearía estar siempre de esta forma, la punta de tu pené esta tocando mi vientre, oh dios como amo esta deliciosa sensación. Los ojos de Asana resaltaban el gran placer que estaba sintiendo, sora no se detenía in un momento, mientras sora tenía sus manos en las caderas de Asana, esta esta tomó la mano derecha de sora.
— ¿Qué ocurre?.
— Quiero que jales mis cabello como si fuera una correa.
— ¿Lo visite en ese video?
— Si, la chica parecía disfrutar de gran manera. Sora tomó el cabello de Asana lo jalo hacia el mientras se seguía moviendo, por la mente de sora pasó el darle unas ligeras nalgadas, respiro y decido darle una ligeramente, plap sonó ligeramente, Asana dio un ligero gemido.
— Lo lamento, ¿te lastime?.
— No, solo me sorprendió un poco, hazlo otras veces, pero un poco más fuerte. Sora asentó con la cabeza le dio otra nalga, pero esta vez más fuerte, así estuvieron un rato, durante ese tiempo Asana tuvo varios orgasmos.
— ¿Ya estas por acabar, sora?.
— Si, ya me falta poco.
— Yo ya me he venido tantas veces que ya perdí la cuenta, pero cuando tu lo hagas tira con fuerzas mi cabello y llena mi vagina con tu caliente semen. Sora comenzó a moverse mas rápido y de un momento a otro tiro con fuerza el cabello de Asana y empujó sus caderas lo más que pudo, la vagina de Asana se lleno del caliente semen de Sora, sora se dejó caer sobre Asana.
— Lo lamento.
— Esta bien, mira como nos vemos en el espejo, la verdad no creí que fuera tan increíble, ¿sora?.
— ¿Ocurre algo?.
— Si, crees que para la próxima vez me puedas ayudar a experimentar otra cosa.
— Si.
— Gracias, descansemos un poco y luego limpiemos, hicimos un desastre.
— Si, creo que hay un pequeño desastre.
La noche llego, sora se encontraba caminando a su apartamento, en el parque frente a el se encontraban Aki y Runa.
— Es algo tarde para estar fuera.
— Sora, que bueno que llegas, Runa y yo tenemos algo que decirte. Dijo Aki sonriendo mientras miraba a sora.
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Aki Sora, un último cielo de otoño
FanficFanfic de aki sora, tratando de seguir la historia después de su rencuentro en el cementerio.