IV

1 0 0
                                    

Probablemente ha transcurrido hora y tercio desde que comenzó la simulada misión, no te haz detenido y no sientes ni un poco de fatiga, haz cubierto alrededor de seis secciones de la misión por lo que presientes cerca el fin de la simulación, sinceramente, sientes que cada minuto se vuelve más pesado el llevar a cabo ésto pero aún sigues de pie y ese es motivo suficiente para seguir, además, ya recuperaste dos de las tres llaves necesarias para entrar a la habitación donde supuestamente tendrían aprehendido al presidente, lo que no logras sacarte de la cabeza es el por qué Gabriel habría decidido colocarle un uniforme de activista a los simulados terroristas de la misión.
Recibes una llamada entrante a través del teléfono de la compañía, al parecer es Gabriel.
     - ¿Bueno?
     - ¿Avanzando?
     - Gabriel, dime, ¿por qué estoy luchando contra activistas?
     - No son activistas Luis, son soldados de Wakaná disfrazados de activistas Alcornocales.   Puedo ver que los haz estado manejando con profesionalismo.
     - Pan comido, señor.
     - No te confíes mucho, pronto llegarás a la zona final, pero antes, tendrás que barrer el camino.
     - ¿Cómo que barrer?
     - ¡Jah!, pronto lo averiguarás.
Casi como de hechizo, en cuanto Gabriel colgó, se dejó venir una horda de soldados, algunos directamente a atacarte, otros cuantos se quedaron atrás a defender una entrada, poco tiempo tardarías en llegar a la conclusión de que esa entrada sería importante, quizá ahí esté la última llave, así que lo único que tienes que hacer es limpiar a estos tontos del camino, o quizá puedas tomar un atajo.   Dejas caer una bomba de humo para desviar la atención, aprovecharías el momento para tomar trayectoria a un callejón que te acercaría de manera sigilosa hacia la entrada de aquella conspicua bodega, mientras transcurres de extremo a extremo del callejón, logras percatarte que hay una escalera de metal detrás de un edificio que te llevaría al techo de éste, "si lo subo, me daría la oportunidad de saltar hacia el techo de la bodega y entrar desde ahí, sin que nadie se de cuenta", piensas de manera astuta.
Estando ya encima de la bodega, habrías de crear una abertura con el estoque, lo suficientemente grande como para poder entrar, paso seguido, tus sentidos se alertan cuando notas que adentro no hay nada, sólo un par de cajas gigantescas de acero que sirven de almacén, no crees que debas abrirlas para buscar allí dentro.   Al caminar alrededor de algunas cajas, comienzas a sentir la desesperación de no encontrarte en el lugar correcto y que haz estado perdiendo el tiempo desde el momento en que creíste que la bodega tendría algo de importante.     Es el teléfono de nuevo.
     - ¿Si?
     - ¿Qué te ha parecido mi sorpresa?
     - Esto es demasiado fácil Gabriel, a este paso me convertiré en primera clase antes de lo que piensas.
La caja en la que te encontrabas inclinado comienza a ser golpeada desde adentro, como si alguna clase de bestia quisiera salir, y lo logra, era un león colosal, de esos que sólo lograbas ver en televisión, o bueno, realidad virtual respectivamente, saltas hacia atrás esperando tomar distancia pero el tamaño de la bestia no era para nada compatible con su velocidad, se movió tan rápido que de una garra logra golpear el brazo donde tenías sujetado el teléfono, derribándolo de tu mano.     "Necesito ponerme serio, ésto no parece una situación que pueda o deba tomarme a la ligera", te dices a tí mismo.     Comienzas a combatir con el colosal león.   A pesar de que tu fuerza, reflejos y velocidad sean más avanzadas por la Celta que te corre en las venas, no se comparan en contra de las que posee tu adversario.   En el escuadrón te entrenan para proteger humanos y luchar contra humanos, esto ya es salirse de control, es irreal, es incoherente, es tonto, es emocionante, ¡es fascinante!
     - ¡Ahh, toma!
Logras impactar un ataque directo al abdomen de la bestia después de forcejear tanto, ésta toma distancia, se mira dolida, impactada, y así como se lanzó hacia atrás, emprende la retirada, escapando de tí por la entrada de la bodega.   Aquella bestia logró agitarte un poco, intentarías respirar un poco, pero te verías interrumpido por una espada que alcanzaste a ver de reojo, acercándose por tu hombro izquierdo sin atacar, te alarmas inmediatamente, con la misma inmediatez te darías la media vuelta y antes de caminar hacia atrás te pasmas al ver que quien tenía la espada apuntada hacia ti era Safiro, el último de los tres directores primera clase.
     - Anda, toma tu arma.     - Dice Safiro, sonriendo.
Este tipo jamás deja de sonreír, cree que es imparable e incombatible, le demostrarás que tu también puedes ser primera clase.
     - ¡No eres el único héroe, sabes!
     - Ja
Comienza a deliberar ataque tras ataque, creo que cada vez los lanza con mayor velocidad, no puedes hacerle contra, lo único que puedes hacer es defenderte, mierda.     dejarías que te lance un poco hacia atrás para poder estocar.
Te ha empujado lo suficiente como para impactarlo, tomarás vuelo y dejarás que la espada haga lo suyo.
     - ¡Gaaah!
     Tu espada ha colisionado con la suya, solamente que la tuya se partió en dos, haciéndote caer al concreto por la fuerza del impacto.     Sólo alcanzarías a inclinarte un poco cuando Safiro ya tenía su espada apuntada a tu pecho, supongo que hasta aquí llega la misión.
El ataque de Safiro se ve desviado gracias a la intervensión de Gabriel que ha intercedido usando la mitad del estoque que aún cuenta con empuñadura.
     - Gracias, Gabriel.
Te levantas y tomas postura de nuevo, pero Gabriel decide terminar con la simulación.
     - ¿Qué, es enserio, por qué terminas con la misión? A penas estaba calentado.
Gabriel no te responde, sólo te sonríe y te muestra la mitad de el estoque, entregándotelo así, lo tomas y comprendes todo.     Él comienza a caminar afuera de la sala de entrenamiento, no puedes ni responder, fallaste la misión.
     - Abraza tus sueños.     - Dice Gabriel, mientras abre la puerta.    
     - ¿Qué?
     - Si quieres ser un héroe, necesitas tener sueños... y honor.
     - ¿Huh?
Agacharías la mirada, Gabriel se despide de la sala y la puerta se cierra.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 07, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Efecto PlaceboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora