Capítulo 3.

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Llevas siete meses en coma... llevas siete meses en coma... llevas siete meses en coma, esas cinco palabras retumbaban en mi cabeza, no quería creerle, pero al parecer, debía hacerlo. Mis circunstancias no demostraban que era una mentira, si no todo lo contrario, intente recordar aquella mañana de Mayo, pero el recuerdo era borroso y la verdad el médico empezó ha hablar y eso no ayudo.

-Amanda, ¿se encuentra bien? ¿se nota cansada? ¿nota dormida alguna parte de su cuerpo?- Dijo el médico.

-¿Eh? mmm no, estoy bien... - Dije yo algo pensativa, no podía parar de mirar a un punto fijo, me parecía todo muy extraño...

De pronto, una de las enfermeras le dijo algo a mi médico, mientras lo hacía me miraba detenidamente, hasta que se detuvo.

-Vale doctor, ahora mismo los llamo- Eso dijo y salio de la habitación. No entendía lo que pasaba, mas y mas me confundían...

-Amanda, ahora mismo llamaremos a tu madre y le comunicaremos que has despertado, se alegrará, pero aun no podrás verla, antes, te haremos unas pruebas.- Dijo el médico.

Cogieron mi cama, al parecer era la típica cama de hospital, con ruedas, como las de las series de televisión, cuando llevan a alguien corriendo al quirófano porque esta gravemente herido. Yo no tenia miedo, la verdad, estaba muy relajada, seguía sentada mientras me llevaban de pasillo en pasillo, no tenia miedo por las pruebas, lo único que quería era ver a mi madre y que me dijera que ha pasado con mi vida, mis amigas, mi instituto, mi familia, mi ... todo. No lo había pensado hasta ahora, pero ya tenia 15 años, pero no se sentía reconfortante, la verdad, la ilusión de esa mañana desapareció.

Por fin llegamos a una puerta, ''Sala de resonancias''. Entramos a esa sala y había una gran maquina circular, blanca y azul, parecía un donnut.

-Esta prueba consiste en echarte en esa camilla, que se moverá metiéndote por esa maquina redonda. Lo mas importante es que no abras los ojos, con esta maquina podremos ver si tu cuerpo ha perdido movilidad, y si tu cerebro rinde bien. ¿Entendido?- Dijo una señora que no había visto antes, tenia el pelo negro recogido en un gran moño, vestía una bata blanca, y tenia una tarjeta en la que ponía: Doctora Anna.

Un hombre alto me cogió y me echo en esa camilla, me pusieron un papel en los ojos y solo tuve que relajarme, lo demás, lo hacia la maquina, estuvieron moviendo la camilla unas cuantas veces, hasta que me dijeron que ya podía abrir los ojos, y otra vez, emprendimos un viaje hasta mi cuarto, me puse a pensar, yo, no sabia que día era, si pasaron siete meses... debía ser diciembre, además de que, parece ser la hora de comer, tengo hambre...

Llegamos a mi habitación, la habían limpiado mientras no estaba, había otra cama esperando, me dijeron que debia cambiarme de cama, que en la que estaba, las sabanas estaban sucias, no me dejaron levantarme, me dijeron que mi cuerpo estaba dévil y que no debía esforzarme. De pronto, pasaron los minutos, desde mi cama miraba por la ventana, era un día soleado, y de pronto se abrió la puerta.

-¿¡Amanda, cariño!? - grito mi madre, reconocí esa voz, se veía desesperada, desde la puerta me observo, se llevo las manos a la boca y comenzó a llorar.

Gracias por leer mi história, empezaré a escribir mas a menudo lo juro hahaha, gracias por vuestros votos, la verdad me sacáis una sonrisa, hasta el próximo capítulo ^^

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2014 ⏰

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