𝙇𝙖 𝙘𝙖𝙗𝙖𝙣̃𝙖 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙗𝙤𝙨𝙦𝙪𝙚

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N.O

Un adolescente corría por el bosque junto a su mejor amigo Carmelio, un lobo adolescente gris, mientras perseguían a una vaca

El chico era de pelo blanco con un mechón morado que caía entre medio de sus ojos, unos llamativos ojos de diferentes colores, el izquierdo verde y el derecho morado, piel blanca y de estatura mediana. Hace apenas unos días cumplió los dieciséis años de edad

–Vamos amigo o la perderemos

El lobo ladró en respuesta

Cuando estuvo lo suficientemente cerca saco su arco apuntando al animal en movimiento, cerro los ojos, respiro hondo, los abrió y disparó la flecha, dando justo donde quería

Corrió hacia ella y se agachó a la altura de la vaca sin vida. Miro a su mascota y lo acarició

–Mejor vámonos, se va a preocupar si llegamos tarde

Camino hacia su casa con su mascota y una bolsa con la carne de la vaca,tarareando una canción mirando de que no hubiera nadie

Su hogar era una vieja cabaña en medio del bosque lejos de las personas, oculta entre la oscuridad y los árboles, una cabaña pequeña pero lo suficientemente grande para los dos

El bosque tenía historia. Se creía que habitaban monstruos y bestias peligrosas, seres mágicos y fantásticos, vaya mentira, solo era un cuento de los adultos a sus hijos para que no entraran al bosque y se perdieran

Claramente esos cuentos eran sobre ellos. Él y su mamáá. Peligrosos y mágicos. Solo por ser diferente o por tener orejas y cola

Racistas

Aún así era entretenido ver cómo los "valientes" que entraban al bosque huían aterrorizados por cualquier ruido o animal inofensivo

En fin. Esos eran cuentos para otro día

Al entrar a su hogar dejo sus armas y lo que cazo en una mesa. Se sacó sus botas, su chaqueta y sus guantes dejándolo todo al lado de la entrada

–Listo. Agustisimos

El lobo se rasco detrás de su oreja con una pata

–¡ya llegué!

–¡Estoy en el baño!

El muchacho dió una carcajada negando con la cabeza. Su progenitor era alguien muy cómico y infantil de vez en cuándo, parecía que no iba a crecer nunca

Se sentó en el sillón seguido de su mascota que se acomodó en su regazo dispuesto a dormirse ahí. El chico empezó a acariciar su pelaje mientras cerraba los ojos para descansar

Sonrió al sentir a alguien quitar su flequillo y besar su frente cariñosamente, amaba ese gesto, era lo que siempre quería, una muestra de cariño y amor de vez en cuando para recordarle que no estaba solo en este mundo

¿Cómo es que la gente le tenía miedo a él, quien le dio la vida, el ser más increíble y amable de mundo?

No lo entendía

–Traje la cena

–Lo noté–dijo al ver la bolsa sobre la mesa–¿no te lastimaste ni te encontraste con nadie no?

–No, estoy bien–sonrio agradecido–pero hoy no voy a cenar,estoy muy cansado

–vale. Iré a hacer algo, tú dale de comer a Carmelio, Juan Carlos y a Coringa. Puedes ir a descansar hasta mañana–decia mientras se iba a la cocina

–Está bien

–No olvides el chiquichiqui

Hizo ese sonido mientras hacía un además con las manos como si estuviera agitando algo. Se refería a las pastillas

–no lo haré–se le escapó una risita por la broma

Mientras tenga el cariño de su mamá ,a su mascota a su lado y sus pastillas todo estaría bien ¿no?

𝙈𝙤𝙣𝙨𝙩𝙧𝙪𝙤//𝘙𝘶𝘣𝘦𝘨𝘦𝘵𝘵𝘢//𝘒𝘢𝘳𝘮𝘢𝘭𝘢𝘯𝘥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora