Uno

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—Quiero comer fideos caseros bebé—
Habló degra del teléfono Valentin.

—Bueno te espero eh, no me vayas a fallar— Exclamó brisa tratando de sonreír y evitar el echo de que su novio no la habia saludado por su cumpleaños , en el fondo pensaba que su novio a la hora de la cena le iba a dar una sorpresa o algo por el estilo.

Entusiasmada se puso a preparar para los fideos caseros que se le antojaban al contrario, puso un poco de música. En específico  El indio. Cantaba en voz baja cada canción que se iba reproduciendo.

Cuando la masa ya estaba en su consistencia empezó a estirarla y cortarla, dando forma a los fideos.
Puso la mesa acomodando todo bien ordenado para que se vea lindo.

Valentín llego y ella todavía con un poco de esperanza pensaba que que él le iba a decir aunque sea un Feliz cumpleaños amor, lo único que quería era eso, un saludo por parte de su novio pero no llegó.

Comieron y la hora iba pasando cada vez más rápido informando que el día ya estaba por terminar.

Las diez de la noche y nada.

Diez y media. Capaz se está haciendo el boludo pensó la morocha.

Once. Va a saltar de la cama y en el último minuto me va a saludar trataba de ser positiva y no pensar en que su novio de ya hace cuatro años se habia olvidado de su cumpleaños.

Once y media y todavía nada, Valentín ya estaba durmiendo y lo último de esperanza que tenía Brisa se había desvanecido.

El día ya había terminado y el nudo en la garganta se hizo presente, su nariz picaba y su pecho dolía, lágrimas comenzaron a recorrer sus mejillas.

Había comenzado a cansarse de que Valentín tuviera ciertas actitudes que él no se daba cuenta pero que a ella la lastimaban mucho. Y no era solo porque no la habia saludado por su cumpleaños, era más que eso.
El castaño estaba demasiado cambiado desde hace tiempo, cuatro años habian pasado y era obvio que las personas cambiaban, pero él artista habia perdido esa escencia que a Brisa la habia enamorado y cautivado en aquella plaza donde el competía.

La noche pasó y ya habia amanecido, ella tenía que trabajar.

Ya no desayunaban juntos, ni se despertaban juntos. Y eso le dolía.

Fue a trabajar y su compañero de oficina la hizo recapacitar, pensar, tenía que hacer algo que lo hiciera reaccionar.

Esperaba que de verdad funcione y que su novio se de cuenta de que la estaba perdiendo, se estaban perdiendo.


















➿➿➿
pa que sepan, estos dos no terminan juntos, no hay forma:)
besos y cuídense mucho

7:00pmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora