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Sus piecitos ya dolían mucho, sintiendo ardor en la suela el pie. Tenían más de cuatro horas rondando por el centro comercial, surtiendo su cocina con comida faltante y recámara con ropa y objetos.

Los dos van tomados de la mano, jugando con sus dedos, viendo las tiendas de ropa, faltaba comprar unos pantalones que jungkook vio un día anterior y quedó de comprarlos.

— jungkookie, estoy cansadito. — sabía que usar los diminutivos en su persona hacia que jungkook dejara todo atrás y pusiera toda su atención a el, justo como lo está haciendo en ese momento.

— aquí está la tienda, puedes quedarte sentado en una banca mientras voy por lo que falta. — apunto a una banca desocupada cercas de la tienda.

— pero, ¿Jungkookie no me necesita?. — paro en su lugar y levantó la cabeza para ver a jungkook.

— no bebé, puedo provarme los pantalones rápido y venir lo más pronto posible. — soltaron sus manos y sentó a taehyung en la banca. — solo debes quedarte aquí, no te muevas de este lugar.

— entendido. — hizo el saludo militar, haciendo reír a jungkook.

— ok, vuelvo en unos minutos. — dejo un beso en los gruesos labios de su novio y dio la vuelta, entrando a la tienda.

Solo esperaba que taehyung le hiciera caso, sabía que su bajito novio era muy distraído al ver cosas de muchos colores y en aquel lugar no faltaban las tiendas de objetos Kawai.

Entró a la tienda y busco los pantalones. Ya tenía todo escogido, pero al parecer no fue el único que quiso comprar los mismos pantalones.

Se tardó más de lo esperado al tener que escoger otros pantalones. No fue difícil, todos estaban a su gusto, así que escogió tres pantalones negros y dos de color gris. No tuvo nada más que hacer es esa tienda.

Se acercó a la caja, formándose en la corta fila. Volteo a los lados, su mirada se detuvo al ver una pijama de leones bebés. Le recordó a su pequeño novio. No lo pensó más y fue por esa pijama. Seguro le encantará y se lo agradecerá dando saltos emocionados.

Pasaron cinco minutos, que para el fue una eternidad llegar a pagar las prendas.

— buenas tardes joven. — saludo, tomando la ropa para cobrar.

— buenas tardes. — saco su billetera.

— bonita elección de pijama. — dijo al ver la prenda. — es raro que alguien tan masculino y apuesto como usted use estás prendas. — sonrió coqueta.

— es para mí novio. — saco varios billetes.

— oh. — bajo la mirada apenada.

Jungkook supo que trataba de ligar. Claro que lo sabía, estaba tan impuesto a esas cosas. Realmente lo sacan de sus casillas cuando hacen eso. Lo odiaba.

Le dio varios billetes a la cajera. — quédese con el cambio. — tomo la bolsa con sus prendas y salió de la tienda.

Estaba ansioso por enseñarle la pijama a su novio. Amaría ver su reacción. Se fue acercando al lugar donde dejó a taehyung y juró que se le fue el aire cuando no lo vio en la banca.

Oh no. Ahora sí estaba en problemas. Borró su sonrisa y volteo a todos los lados. ¡Joder!, no había polvo de taehyung.

Corrió a la tienda Kawai más cercana. Asomó su cabeza. No estaba. ¡Por dios! Se mataría si algo malo le pasa a su bebé.

Busco en todas las tiendas que fueran probables de encontrar a taehyung. Pero no estaba. Quería llorar, de echo, las lágrimas ya estaban bañando sus mejillas.

tierna estatura  (kookv)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora