debido a un pequeño error en el papeleo, los dioses terminan mandando a un calvo cualquiera a un mundo maravilloso lleno de magia y criaturas de cuentos, sim enbargo, poco sabían quien era ese hombre... y lo van a averiguar de una manera que les har...
Comenzaremos con como es que el ser más poderoso, capaz de hacer polvo a una montaña con solo uno de sus golpes, terminó reencarnando en ese mundo de fantacía, vamos al momento que Kazuma- (que en esta historia vivía en ciudad- Z)- muere estupidamente de un paro cardiaco debido al miedo que sintió, pensando que lo hiban a atropellar, pero al final resultó ser solo un tractor que pasaba muy tranquilamente.
(En otro mundo)
Dios1- ¡esta es la muerte más ridicula que pude haber leído!
Dios2- ¿morir del miedo? ¡y yo que pensaba que solo era un chiste creado por los humanos!
Dios3- m-momento jaja, ¿como se llama ese chico?
Preguntó con curiosidad por ver el nombre y apariencia del sujeto al quien se estaban burlando por su nada admirable muerte.
Dios1- espera, voy a ver.
En eso el dios sale de la sala en la que estaban la mayoría de los dioses, entre ellos destacaban dos diosas, una era una chica de estatura algo corta y de un largo cabello plateado.
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Y la otra era una chica más alta con un cabello y ojos de azul marino.
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Estas dos diosas eran Eris y Aqua, en ese mismo orden, la peli- plata era la diosa de la fortuna y la peli- azul era la diosa del agua.
Eris- disculpe Aqua- sama, ¿quién cree que sea ese tipo de la muerte rara?
Preguntó mostrando respeto ya que Aqua era su superior.
Aqua- la verdad no me intereza, y lo peor es que voy a tener que mandarlo al mundo del rey demonio, no se puede esperar mucho de un humano que se muere del miedo- *se empieza a reir de manera arrogante*
(Mientras con el Dios1)
Dios1- que raro, juraría haberlo dejado por aquí.
Decía extrañado ya que no encontraba el papel que decía la información de Kazuma.
Dios1- ¡ah! Aquí esta.
Exclamó tomando el papel y viendo su información.
Dios1- ¿Saitama? Que nombre más raro... ahora que me doy cuenta, tampoco recuerdo que fuera calvo... ñe, debe ser imaginación mía.
