𝑇 𝑅 𝐸 𝑆 [三]

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Toco dos veces a la puerta de la oficina donde se suponía que esta Doragon-san y recibió la señal desde adentro que podíamos pasar.

—Buenos días, Doragon-san.

—Buenos días.

Este se encontraba notablemente ocupándose de papeles o documentos que se hallaban sobre su escritorio. Aun con el gran trabajo que tenia dejo todo de lado y puso atención a mi presencia. Obviamente Sabo se había retirado. No pude evitar sentirme un poco nerviosa frente a el. Era un hombre con una apariencia de mediana edad con el pelo negro. Parecía vestir formalmente mientras que su pelo estaba formalmente peinado controlando sus largas cabelleras. Su rostro aparentaba seriedad, eso fue lo que  me puso un poco nerviosa, este tal vez al darse cuenta me sonrió para que me tranquilizara.

—Satō Mizuki.

—Asi es señor.—Respondi al escuchar mi nombre completo parece que estaba leyendo a lo que parece toda mi infomacion laboral y lectivas.

Lo cual no duro mucho tiempo. Pensé que iba a demorarse en ver o saber toda mi información. Lo que he estudiado y en todo lo que me especifico y se, por que es prácticamente lo que iré hacen cuando llegas a un trabajo, te hacen diferentes tipos de preguntas desde tu vida hasta tus antecedentes penales. Obviamente no tenía ningún problema con eso. Pero fue totalmente lo contrario eso. Le dio una rápida ojeada a la carpeta en sus manos y la dejó reposar en el escritorio, para seguido mirarme fijamente.

—Le haré solamente una pregunta, lo cual es esencial para mi.

—Eh?...—Sacudí mi cabeza, pero en que estaba pensando.—Si esta bien, no se preocupe.

—Desde su punto de vista, que es mas importante para usted la verdad, o algo que vaya ser mas fácil y sin complicaciones.

—Pues...—Me tenia que calmar, primero no decir cualquier barbaridad, no sabia realmente y eso que me preguntaba dependía de obtener el trabajo, o si solamente me estaba analizando en que tipo de persona era. No podía perder el tiempo en que decir y que no decir. Suspiré dejando salir todo el aire que había acumulado por el nerviosismo y me calme, y simplemente dije lo realmente pensaba.—Desde cierta manera, no lo voy a negar a quien no le gusta las cosas fáciles y rápidas, a todos no?—El hombre frente a a mi se se apoyo en su escritorio mientras juntaba sus manos para analizar lo que estaba por explicar.—Pero, por otra parte la verdad, es la verdad. No se puede modificar, llega a ser algo justo y aunque suela ser difícil es el buen camino que depende de las situaciones puede llevarte a algo mas fácil que las mentiras aún que se vea difícil.

Doragon se levanto de su asiento y se enderezo y arreglo el traje que llevaba puesto. Mizuki realmente no entendía lo que estaba pasando, de inmediato pensamientos negativos comenzaron a aparecer en su mente haciendo que se desanimara. Había dicho algo mal?

—Los valores que están conectados a base de su respuesta eran lo que quería comprobar.—No lo puedo creer.— Y aparte de toda su información laboral, es algo muy importante para estar en este lugar.

Me estaba extendiendo la mano. De verdad no lo podría creer. No lo hice esparar más y extendí mi mano al igual que él para poder cerrar lo que era la entrevista.

—Muchas gracias Doragon-sama, haré mas que esforzarme, pare que se sienta orgulloso de su decisión.—Dije mientras hacia una reverencia.

Este al ver a la chica se le regaló una pequeña sonrisa y prosiguió a terminar el trabajo en el que estaba hace unos momentos. Antes de retirarme del lugar hice una pequeña  reverencia. Al salir de ahí vi a lo lejos a Sabo hablando junto a una persona que al parecer era una chica, me quedé esperando hasta que terminaran de lo que estaban discutiendo hasta que el noto mi presencia y se acercó a mi.

—Ves te lo dije, ni por que fuera animal para que te fuese a comer. Solamente tenías que calmarte.

—Le solté un pequeño golpe en el hombro.—Deja de molestar!

El masajeo la zona donde le había golpeado, mientras seguía burlándose.

—Estas ocupado o algo así?

—No solamente discutía unos asuntos del lunes, porque?

—Vamos por unos batidos.

—Buena idea.

Le seguí emocionada hasta el ascensor. Estaba tan feliz de poder hacerme de un trabajo, lo estaba esperando desde hace tiempo. Necesitaba algo más que trabajos parciales o tiempo de paga, los horarios de esos son más flexibles pero el tiempo laboral no es seguro, puede ser que en cualquier momento termines sin trabajo o que no te esté yendo bien. Ibamos saliendo del gran edificio. No sabia cuando comenzaría oficialmente pero ya lo tenía conseguido. Andaba confiada de que iba a dar lo mejor.

—Si como no.—Dijo la chica tratando de sonar parecido al mayor.—No que eras nada y me doy cuenta que eres Vicepresidente.

El chico se rascaba la nuca un poco nervioso.

—A que le tenias miedo?

—A nada, no creo que sea para tanto.

—A mi me vienes a decir eso. Se muy bien que es uno de los más importantes ya que esta cerca del mando, no me podes engañar.—Dijo negando mientras entrecerraba los ojos mirándolo seriamente—Mis disculpas por mis informalidades vicepresidente.

Y comenzó a reírse de lo que había dicho y más con el tono que había salido.

—No te preocupes, ya sabes que yo no juego cuando se trata de trabajo.

—Eso lo veré por que como ahora eres mi asistente, te tendré vigilada.

—Si capitán!

Y volvió a reír nuevamente.

—Sobre el aviso de cuando comenzarías, sería entre el domingo y lunes.

—Esta bien, esperaré gustosamente.

Sabo es de las personas que para todo tiene su tiempo. Lo puedes obviamente concentrado en hacer su trabajo, pero aún le gusta bromear y tener un ambiente relajado y de confianza. Cosa que ya entre nosotros fluía y facilitaría a la hora de trabajar junto a el ya que nos conocíamos y me tiene confianza. El chico no estaba preocupado en nada de eso ya que la conocía muy bien y pronto comenzara a confiarle cosas sobre la empresa.

—Debería de contarle a Oji-san.

—Oh! Hace tiempo no veo a Brook-San.

—No te he contado. Ha vuelto a la ciudad, no sabes lo feliz que me puso al oír su voz y verlo después de tanto tiempo.

Se alegró al ver como su amiga ponía rostro de niña pequeña. Sabia la falta que a ella le había hecho su tío el cual formaba parte de ella teniendo le un cariño muy especial. Pidieron un taxi para poder ir a su lugar favorito. Donde hacían los mejores batidos y helado del lugar. A la mente de ella llegaban los recuerdos de ese lugar. Cuando iban siempre después de los arduos exámenes universitarios o cuando uno de los dos era rechazado por algo amor imposible. Más bien iba más para Sabo, lo de las relaciones y acercamiento a chicas no era lo suyo en esa época y talvez en el presente tampoco.

—Espero no encontrarme con unos de tus rechazos, no quiero que mi batido se torne en un sabor amargo.—Este la golpeo en la cabeza.—Auch! La verdad es la verdad amigo, hay que afrontar las cosas aun que sean del pasado.

—Mejor cállate si no quieres que le diga al chófer que te dejemos aquí y que vayas sola y caminando. Creo que no tenemos problema con eso señor, verdad?

El chófer solamente río un poco sobre el comentario y lo vio asentir atraves del espejo retrovisor.

—La traición!

Hizo un puchero y cruzo sus brazos en su pecho haciendose la enojada lo que no pudo durar mucho porque  no pudo evitar unirse a ellos e igualmente reír. Se había olvidado lo bien que se la pasaba junto al rubio aunque la molestara con bromas tontas o ella también a él se llevaban muy bien.

𝐵𝑎𝑟𝑎𝑡𝑖𝑒~ 𝑉𝑖𝑛𝑠𝑚𝑜𝑘𝑒 𝑆𝑎𝑛𝑗𝑖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora