Y aquí estoy, frente a la pantalla de mi computadora dándome valor para escribirte, por lo menos para que sepas que existo, para ti debe ser una tontería. Soy tu amigo, creo, y a mí no me debe importar lo que haces ahora que no somos tan unidos...
Ya de por ser ambos hombres era difícil, tú homofobico y yo enamorado de el, sin saber por qué pero ya deseaba ser parte de ti, no por amistad si no algo más... sentimental.
Me contaste su dolor y yo también, pero cuando lo hiciste sentí esa necesidad de protegerte, de besarte y decirte que todo va a mejorar.
Los sentimientos estaban a flor de piel y también tiene que ver eso de que estamos en la adolescencia, a veces pienso que en realidad no estaba tan enamorado, pero si no lo estuviera no me dolería recordar todo de nueva cuenta.
Intentaste cambiarme,no te gustaba lo que a mí me interesaba, pero igual fuiste mi amigo y creo que eso fue lo que más me dolió, no te gustaba pero me aceptabas, como era, sin dudar...
Luego obviamente encontraste un amigo nuevo, yo pensé que la situación no iba a cambiar entre nosotros, pero a medida que ibad formando una amistad dejabas de juntarte conmigo y yo no le tome relevancia, vaya.
Lo peor de todo es que yo te presente a ese amigo que ahora parece como si lo conociera de toda la vida ¿Recuerdas? A ese amigo le empezó a gustar lo mío, y de un momento a otro tú, la persona que yo amo e intento no hacerlo, le gusta lo que yo considero mi diversión.
Uh, eso fue un golpe bajo, pero ya que, no me interesa, no duele, no existe el ardor de la herida, no me da rabia la pérdida y estoy completamente feliz; Y ojalá fuera verdad.
El logro lo que a mí me costó, el entró en tu vida y la cambió a su manera, el hizo que tú lo quisieras aunque sea un poco, él... el me a robado un pedazo de felicidad, no toda, pero la suficiente como para sentirme roto.
No quiero culparle de todas mis desgracias pero, siento que a mi me correspondía ser el que le hace olvidar todo lo malo de su vida, pensé que yo era ese...
Pensé pensé y pensé, creo que es lo menos debo hacer ahora, pensar en lo que tuvimos me duele, es una herida abierta a la intemperie, es una de las miles que tengo en mi alma, es una que se encuentra muy adentro y es imposible que se cure pronto.
Yo quiero volver a los viejos tiempos por lo menos, verle sonreír por mi causa, sentir su aroma agradable y pensar que me necesita.
A veces hablamos, bueno, yo te hablo y tú contestas con monosílabos; Y me partes el alma en pedazos, me haces añicos mis sueños y desapareces de la nada, pero se quedan las heridas, esas que abres y que cada vez me cuesta más cerrar para mantener mi máscara.
Lo estúpido de mi parte es que te doy el camino libre para hacerlo, aunque no lo veas, aunque tu pienses que estoy de lo más feliz. La realidad es otra, nadie me saca de la oscuridad que yo mismo cree, nadie, no porque no quieran, es mi corazón insensato que no quiere alejarse del dolor de tu presencia.
Y no tengo alternativa, el amor jugó conmigo, no fue de color de rosas como a otros, ¿Fue mágico? Si, pero ni siquiera me da tiempo para superara una relación que nunca existió; Me hace volar y luego caer en picada.
No entiendo al enfermizo amor, es tan injusto ver mi vida pasar y yo todavía estancado con esa relación, ni siquiera fue una, y creo que eso es lo que más me duele.
Ah, amor, todo con respecto a el es estúpido, el amor es bello, el amor es increíble, el amor es lo que mejorará tu vida, mentiras, mentiras, mentiras...
El amor no siempre es hermoso y sereno, tiene sus altos y bajos, ¿Dependerá de la relación? Porque si la que tuve yo contigo esta así, no sé que pensar...
Tal vez veo el amor como una mierda porque yo no lo vi precioso como todos y mi primera experiencia en él no vale la pena recordarla, maldito amor que nunca sale bien, para mí por lo menos.
Quiero odiarte, no querer ni que te mencionen, odiarte tanto que te recuerde como la piedra en mi zapatos, odiarte con el alma...
Pero luego sale mi estúpida conciencia y te perdona con una sonrisa, te mece con cariño en sus brazos y deja que le hagas daño felizmente, besa tu cabeza con cariño y llora tu nueva partida...
Y volvemos al principio, no sé por qué me esfuerzo en repetir, en recordar, en amar, en odiar y perdonar a alguien que ni siquiera debo pensar, que ni siquiera debo dedicarle un segundo de mi vida.
Pero así es el amor, mi amor, masoquista, estúpido y terco...
Luego con rabia tecleo en el computador, con rabia y lágrimas corriendo por mis mejillas, con impotencia y sobre todo con dolor, un dolor que te parte el alma, un dolor que escoze y sigue latente igual que el primer día en que supe que para ti mi mísera amistad te valió un carajo.
Te mando el mensaje, y me desconecto, no voy a estar embarrando más mi estúpida existencia esperando tu respuesta con ansias, voy a aguantar las ganas de saber de ti, voy a guardar todo el rencor que tengo hacia ti y voy a parecer contento.
Lo único que quisiera decierte en vez de hablar de nuestra rota amistad es de lo que sigue como siempre en mi mente cuando te pienso:
"Te amo, te amo, te amo con locura, te amo más de lo que puedes imaginar, te amo aunque me duela, te amo con todo mi ser y ni sé la razón, te amo con el alma, te amo por ser tú, te amo por tu personalidad, te amo porque quiero amarte, te amo porque fuiste como mi primer amor, te amo porque eres una bella persona, te amo hasta desfallecer, te amo tanto que me asusta el amarte así..."
Pero no puedo y guardo mis sentimientos con dolor y te sonrió fugazmente, como siempre, para que vivas tu vida feliz y yo en la miseria de este enfermizo amor que no me deja salir de tu recuerdo.
Por así te amo yo y ese maldito amor que llevo dentro...
