Cuando todo parece estar bien en la vida de Tim y coral, una apuesta hará que ambos caminos se crucen. pero las cosas nunca salen como se han planeado y la vida da mucho giros.
lo que fue una pequeña mentira en el pasado desencadenara un resentimien...
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Noah, se encontraba a escasos centímetros de coral.
Esta última se aclaró la garganta antes de responder.
-¿ De que hablas?
-El rubio con el que estabas.
-Un amigo.
El hecho de que alguien más este rondando a Coral daba por hecho que Noah tenía competencia y al poco o nada le gustaba perder. Si quería ganar se tenía que asegurar muy bien de que Coral estaba absolutamente a su disposición.
-¿Novio?-quiso saber.
Las personas entrometidos en los asuntos de los demás eran un completo fastidio. Noah se estaba tomando mucho atrevimiento con el simple hecho de urgar en la vida privada de la chica.
-No es de tu incumbencia.
-Se ve un tipo interesante.- Noah sonriso muy atrevidamente.
-Si tú lo dices.-Este chico es realmente un grano en el tracero.
Noah se acercó hasta quedar casi pegado a ella. A esa distancia pudo ver mejor aún el brillo de esos grandes ojos grises. Pudo sentir la envolvente fragancia de vainilla que coral expiraba de su cuerpo. Pudo ver la suave piel perfectamente limpia de ella.
-¿Y, tú qué dices?
-Digo... que estás invadiendo mi espacio personal.-El hecho de tenerlo tan cerca alertaba a coral. Ella sabía que él se burlaría por esa respuesta, era como si ella tuviese un letrero que dijiste ¡Precaución, mantenga distancia! De ser posible a kilómetros de ella.
-¿Te molesta?-Dijo con un tono de voz que ella juraría era burlón.
-Desde luego que si.
Coral apretó su mano contra el estómago duro de Noah, pero el pareció no inmutarse.
Opuesto a la intención inicial que coral tenía de apartarlo con su mano, paso lo que menos esperaba. El la sujeto fuerte por la cintura con una mano y con la otra la deslizó por la nuca de ella para posteriormente besarla tan ferozmente. movió su lengua por los suaves labios de ella, abrió un poco su boca debajo de la chica y le supo a menta verde. Ella se aferró a el con fuerza. Las manos de coral viajaron a el cuello de Noah, tocando la sedocidad de su cabello. Todo se perdió en el olvido, todo se esfumo, olvidaron aquellas cosas que los hacían sentir agobiado. Ella olvidó que debía manterse alejada de Noah por su bien y por el equilibrio perfectamente estable de su ya caótica vida. Ella olvidó su dolor por la muerte de su padre, olvido el proyecto con las chicas, olvido las reuniones con el consejo, olvido las noches de trasnoche haciendo tantas cosas, olvido la angustia por fallar y no ser perfecta para todos
El olvido la apuesta, Olvidó que odiaba debía odiarla. Olvidó sus problemas. Solo olvidó.
Ambos olvidaron lo que era importante para cada uno. Por un pequeño instantes ese beso era la escapatoria que los dos habían anhelado tener y que por fin lo estaban obteniendo.
