La congregación

Sinopsis

Marina es una joven de veinticuatro años, que trata con mucho esfuerzo de rehacer su vida; después de ser diagnosticada con esquizofrenia y hundirse en el mundo de los narcóticos, a estar en interminables centros de rehabilitación.
Lleva siete años limpia, y está a punto de casarse con el hombre que ama.

Pero el día de su boda toda su felicidad se destroza cuando encuentra a su esposo junto a su hermana.

Decidida a encararlos, Marina desata el caos en su hogar; en medio de insultos y destrozos, provoca un terrible incendio en el que quedan atrapados.

Para cuando el cuerpo de bomberos llega, todos observan desconcertados a las furiosas llamas devorar el edificio. Casi milagrosamente los rescatistas logran sacar sus cuerpos inconscientes antes de colapso de los muros.

Marina despierta en el hospital con la mitad del cuerpo calcinado y escasos recuerdos de lo sucedido.

Cuando la policía abre una investigación sobre lo sucedido le informan que su esposo estaba desaparecido, ya que no habían encontrado su cuerpo entre escombros. Además de el extenso cuestionario al que es sometida sobre los hechos y la extraña manera en la que ella misma fue encontrada.

Marina incapaz de recordar lo que había pasado cuando volvió para enfrentar a su esposo, se sume en un mar de lágrimas ante la desconcertada mirada de los oficiales por el poco usual caso.

El sufrimiento físico por las quemaduras no es ni siquiera comparable con lo que siente al hallarse de nuevo sola frente a sus culpas. Sin Miguel, sin su familia, sin nada.

Apenas el hospital le permite el alta, Marina es llevada inmediatamente a juicio. El tribunal presenta las acusaciones en su contra, basados en el testimonio de su hermana Alba.

Pero las autoridades al no tener el cuerpo de Miguel para declararla culpable de homicidio, y con el sistema penitenciario al borde del colaspso por las cárceles repletas, declaran culpable a Marina por intento de homicidio contra Alba y su pequeño sobrino de tres años, que fue encontrado inconsciente junto a Marina en el siniestro.

Hacen uso de su enfermedad psiquiátrica para no enviarla a prisión, sino que la sentencian a pasar sus siguientes quince años internada en un estricto centro médico especializado en tratamiento de trastornos mentales.

El lugar está dirigido por una congregación religiosa que impone sus normas con mano dura.

Pero no todo es lo que parece, porque son muchos los misterios que giran alrededor de las raras costumbres de sus administradores y demás pacientes.
Cada cual con sus escalofriantes enfermedades que parecen sacadas de una verdadera película de horror.

El estricto programa al que es sometida, no parece dar avances en su recuperación, sino que vuelve a traer al presente viejos demonios que ella creía olvidados.