ENTRE ROBOS Y FUEGOS ARTIFICIALES

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Historia realizada para el GiyuShinoDay en el grupo de Facebook "GiyuShino – is love, is live".

Advertencia: La siguiente historia se trata de un Au (Universo alternativo).

Descargo de responsabilidad. Kimetsu no Yaiba ni ninguno de sus personajes me pertenecen. La historia fue hecha sin fines lucrativos pero si de distracción para las personas que la lean y para mí misma. Ignoro si hay una historia parecida en la extensa cantidad de relatos con la que cuenta Fanfiction, Wattpad o cualquier otra plataforma similar.

Summary:

Y ahora que ambos son libres de iniciar una vida nueva, libre de las manchas de su pasado, no pueden, solo lo aparentan por ratos.

Ambos se dejaron caer exhaustos sobre la viga de acero de aquél alto edificio en construcción, los pies de ambos cuelgan con una relativa tranquilidad como si no los esperase la más brutal de las caídas

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Ambos se dejaron caer exhaustos sobre la viga de acero de aquél alto edificio en construcción, los pies de ambos cuelgan con una relativa tranquilidad como si no los esperase la más brutal de las caídas. Sus respiraciones eran agitadas debido a la carrera frenética en la que se habían visto envueltos con la policía de la ciudad hace unos cuantos minutos. Habían corrido una gran distancia, escalado varios muros y saltado de un lado a otro para poder perder a las patrullas hasta que terminaron aquí.

Desde su posición privilegiada en las alturas, es posible observar el océano de luces en el que se convierte la ciudad cada noche; la sirena de los coches patrulla son un ruido de fondo apenas audible para ambos.

—¿Y bien?, ¿Qué conseguimos hoy? — preguntó la menuda mujer mientras retiraba la máscara de muñeca de su rostro y la peluca rubia de su cabeza.

El hombre a su lado la imitó, dejando su respectiva máscara de zorro y la peluca de hebras castañas a un lado sobre la superficie de metal. Le extendió el morral negro aterciopelado con calma para que ella lo tomase pero justo cuando estaba por hacerlo, él lo alejó de la chica y lo sostuvo en alto con su otra mano.

—Shinobu, hay una peineta en forma de mariposa aquí adentro...— los ojos púrpuras brillaron con entusiasmo ante sus palabras pero no se dejó influenciar por ello— No puedes quedártela, ya tienes demasiadas cosas de mariposas en casa y después del casi desastre de hoy tendremos que esperar a que las cosas se calmen antes de volver a hacer un golpe como este. —advirtió, pues sabe que el atraco saldrá a primera hora de mañana por las noticas y causara gran revuelo, después de todo, no todos los días le roban al ministro de un culto religioso bastante conocido en el país.

La aludida bufó con molestia a la par que un puchero se esbozaba en sus delicadas facciones.

—Nunca se tienen demasiadas mariposas, Giyuu— dijo aquello con un tono meloso, acercándose a él y pegando su cuerpo sugestivamente a su brazo con la finalidad de convencerlo. Su táctica no tuvo resultado, la estoica expresión del hombre no se tambaleó ni por un segundo, tiene pendiente buscar nuevas técnicas de convencimiento. —Bien, no me la quedaré...

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