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— Amane Yamamoto, con una cantidad de 2 millones de yenes, apostando al rojo, es el ganador — una de las espectadoras gritó con emoción — Saotome Mary, con una cantidad de 3 millones de yenes es la perdedora, ¿alguien del público quiere pagar por ella? Solo tienen que pagar el mismo precio de la deuda, ¡y es su mascota!

— ¿De que estás hablando? ¿Pagar por mi? ¿Para ser mascota?— Mary parpadeo un par de veces más aun confundida, el dinero lo tenía, no podía ser posible que fuera mascota así porque si.

—Oh! Al parecer no te lo han dicho, parece ser que retiraron todos los fondos de tu cuenta bancaria, afirmó ser un conocido tuyo, y sobre lo del pago, ¿no conoces las nuevas reglas?— Saotome negó repetidamente con la cabeza, cada palabra la estaba haciendo enojar más y más —  Bien, por órdenes del consejo estudiantil, específicamente de la presidenta, se ha impuesto una nueva regla, todo aquel que tenga una deuda, si no puede pagarla, será puesto en venta, cualquier persona puede comprarte siempre y cuando pague tu deuda, y no podrás recuperar tu humanidad, ya que al convertirte en mascota, pierdes todo el derecho de apostar.

— La presidenta.. ¡la presidenta está loca! ¡Y ustedes la apoyan, bola de idiotas!— la rubia gritó con rabia, como si la situación no pudiera ser peor — ¡¿Porque transfirieron todo mi dinero a un desconocido?!  ¿porque no preguntaron?— entre cada pregunta, su voz parecía romperse más y más, tenía miedo de lo que podían hacerle, sobre todo no quería toparse con idiotas como Kiwatari, qué aprovecharían sin lugar a dudas.

Todos los presentes la observaron con sentimientos mezclados, Pena, lastima, disgusto, asco, aquellos ojos que la miraban y la destruían poco a poco estaban llenos de esas emociones y mucho más. Estaba tan aturdida que no podía escuchar otra cosa más, la ira la cegaba, la injusticia y corrupción que este colegio tenía, podía escuchar a otros decir "¿Que no sabe su lugar como mascota?" "Esa estúpida e insignificante mascota, como se atreve a faltarle el respeto a la presidenta?" Pero no podía responder o si quiera moverse.

Entre esa multitud, se encontraba alguien de apariencia familiar, ya había visto antes a esa persona con la máscara puesta en todo momento, aquellos cabellos albinos, le era de cierto modo, reconocible. Como aquella persona se abría paso entre la multitud, tomaba su mano de manera gentil, y la guiaba hacia otro lugar más tranquilo, le parecía sumamente extraño.

— Mary Saotome, ¿Te encuentras bien?

¿Estas preguntando eso cuando me acaban de robar, tanto todo mi dinero como mi vida? Si que eres todo un caso.

𝐃𝐎𝐔𝐁𝐓 ᵐᵉᵃʳⁱʳⁱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora