𝐃𝐎𝐔𝐁𝐓 ᵐᵉᵃʳⁱʳⁱ

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— ¿Estas bien? — repitió, con ese tono de voz firme que la caracterizaba — Necesitaba hablar contigo, pero te daré el tiempo para asimilar la situación.

—Habla, realmente ya no.. ya no importa — Mary acaricio el borde de su falda algo nerviosa — Es extraño, pensé que me tratarías como basura después de, bueno, convertirme en mascota.

— Primero, es increíble que juzgues a una persona antes de conocerla, yo no soy como la presidenta — noto como su voz llegaba a un tono hostil, pero en verdad le molestaba que la compararán con su gemela — segundo, me interese en ti porque veía que tenías valor, tenías carácter fuerte, ¿que me estás demostrando al querer que yo te trate como "basura"? — La rubia guardó silencio, estaba sorprendida — Te mostrare algo.

La albina buscó entre uno de los cajones, sacó un papel y un pedazo de cuero extraño, el cual de lejos, no se le podía ver la forma, pero cuando observo bien el objeto, hizo una mueca horrorizada. Eso que estaba frente a sus ojos, era un anuncio donde la vendían a ella, más que un anuncio, era un contrato, y el pedazo de cuero, era un collar con su nombre en una placa. Se sentía tan impotente y tan asustada, que ni siquiera podía moverse, por otra parte, su contraria parecía comprenderla, a pesar de que llevaba aquella máscara de madera en el rostro.

—¿Ves esto? Literalmente, si una persona coloca su firma aquí— señaló con su dedo índice la parte donde finalizaba el contrato — se acaba todo el dominio que tienes de tu vida, de esto quería hablar contigo, quiero que me ayudes a ponerle fin a esto.

— Yo.. ¿Como esperas que te ayude? ¿Cómo se que puedo confiar en ti? más aparte, ¿Cómo puedo confiar en alguien que ni siquiera da la cara?

— Entiendo... — Ririka colocó una de sus manos por encima de la máscara y la retiró lentamente, parecía temblar en el proceso — ¿Me crees ahora?

— Cielos, tienes el mismo rostro que la presidenta..— Mary se removió en su asiento de manera incómoda, el solo pensar que tenía a la presidenta frente suyo, aún después de llamarla "loca" le daba escalofríos.

—N-no soy... no soy la presidenta, mi nombre es Ririka..— se apresuró a decir rápidamente, se sentía realmente patética por no mantener aquella falsa firmeza como lo hacía con la máscara, pero si quería que Mary se uniera a ella, debía ganarse su confianza — Sé que eres buena apostando, alguien pago para que fallaras contra Amane Yamamoto, Pa-para que te volvieras una mascota.

— Pensaba lo mismo, era extraño que de la nada, me quedase sin dinero...

— Necesito que trabajes conmigo, se que no me puedo ganar tu confianza, pero te juro que haré lo que sea que esté en mis manos para que nadie te haga daño — Ririka no pudo evitar bajar la mirada sonrojada, lo que estaba a punto de decir sonaría raro y probablemente molestaría a Saotome — Si yo te compro, tendrás las libertades que desees, yo no te da-daré órdenes, solo piénsalo, ¡tengo el contrato en las manos!

Mary miró con desconfianza aquel papel, pero algo en su interior decía que debía apoyarla, después de todo, si resultaba cierto, dejaría de ser una mascota para siempre, liberaría a todas las personas que sufrieron eso, y mejor aún, vería a Kirari hundida en su propia miseria.

— Aceptaré, aunque primero debes saber que no confío en ti, y no me agradas, tienes el mismo rostro de la persona que odio...— Ririka sintió esas palabras como dagas, intento reprimir las ganas de llorar — No vamos a ser amigas, solo trabajaré contigo y... ¿Estas llorando?

— ¿Yo? Cla-claro que no..— Limpió las lágrimas que escurrían por sus mejillas, en definitiva, se sentía demasiado inútil, más con las palabras fuertes que le había dicho Saotome.

—Ugh, no puedo creer que haga esto— la rubia suspiró pesadamente, y acaricio el cabello de Ririka con suavidad — No llores, te ves patética, solo firma esa cosa y dime qué hacer..

— Lo haré..— Ririka sonrió a medias al sentir la mano de Saotome en su cabeza, nunca nadie se había tomado la molestia de hacerla sentir mejor, y Mary lo había echo, claro, a su manera.