Cuando un demonio conoce a un humano.

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El Bar "Alejandría" es especialmente conocido por su buen ambiente, razón por la cual cuenta con clientes exclusivos, que en su mayoría son amigos o colegas de Mew, el dueño del bar. 

Mew Suppasit, hombre apuesto con habilidades especiales para la seducción, descendiente de un ángel caído que busca succionar las almas y la energía vital de sus víctimas a través de una relación carnal. Para los íncubos las pautas son escasas, debido a su falta de pudor y respeto pueden hacer lo que quieran de acuerdo a las habilidades que tengan desarrolladas entre las que se destacan la manipulación y control mental, el cambio de forma, tacto íncubo, enamoramiento inducido, telepatías, visión sombría, robo de almas y la magia demoniaca.

Al ser expulsado del cielo por su lascivia recibió como penitencia convertirse en un demonio para el infortunio de la humanidad, llego al mundo con la mentalidad de saciar su hambre de placer, de poder y de almas; utilizando sus dotes consiguió obtener los recursos necesarios para reclutar a algunos íncubos mas con los que logró construir una cadena de bares, hoteles y restaurantes utilizados por demonios y nefilims como centros de cacería. 

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La música sonaba de manera ensordecedora, luces neón iluminaban todo el lugar mientras los presentes disfrutaban de la noche bebiendo o simplemente charlando con sus amigos. En este punto encontramos a Gulf, un muchacho de piel tostada, cabello oscuro y sonrisa coqueta.

El grupo conformado por cinco amigos está celebrando el fin de semestre y el comienzo de sus vacaciones, no tenían un periodo largo pero unos cuantos días libres del estrés universitario siempre son bienvenidos. Boun, el menos responsable de los amigos intento levantarse al baño pero tropezó con sus propios pies debido a la oscuridad del lugar y a la poca coordinación que el alcohol le dejo como consecuencia. Gulf, al ser el menos alcoholizado decidió ayudar a su amigo a ponerse en pie y lo guío en su camino a los sanitarios.

- Voy a vo..vomitar Gulfy.- Hablo su amigo, arrastrando las palabras. Gulf sujeto a su amigo con fuerza para poder dirigirlo al retrete más cercano con la esperanza de que no fuese él quien tuviera el vómito encima. Sujeto el rubio cabello de quien se autonombraba su compañero de copas y lo dejo aliviarse.

–Te dije que dejaras de beber Boun, pero jamás me escuchas. - Sermoneo a su amigo, aunque realmente su estado no estaba lejos de ser el mismo. Si bien Gulf era el mas juicioso de sus amigos, no era el más resistente a la bebida. –Perdón papá.- Le dijo Boun cuando terminó de expulsar el alcohol en su sistema, al menos la mayor parte de éste. Ambos se observaron en el espejo del baño y le sonrieron a los chicos despeinados y con las mejillas rojas que se reflejaban. 

Antes de poder llegar a su mesa, fueron detenidos por sus demás amigos que estaban en la pista haciendo movimientos tipo convulsiones pero sintiendo que eran los reyes del baile y permanecieron ahí con ellos, dejando que un par de chicas se acercaran a ellos con a excusa de bailar. De esa forma pasaron gran parte de la noche, alternando entre bailar y regresar a la mesa para descansar del caluroso ambiente que generaban los cuerpos moviéndose al compás de la música.

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En otro lado del bar, un par de ojos marrones observaban al grupo de amigos; específicamente a  uno de ellos; al chico de piel trigueña que dejaba que su cuerpo fluyera con ritmo cuando bailaba, Mew estaba embelesado con la forma en que echaba atrás su cabello para refrescarse un poco y el como sus caderas se pegaban a la chica de baja estatura que lo acompañaba. Y en su mente creo la imagen de como las movería mientras gemía sobre él.

- ¿Desea algo más, señor? - Dijo una muchachita rubia que trabajaba para él, entregándole un vaso con Sullivans Cove French y sonriendo a la vez en un intento de lograr capturar la atención del castaño, aunque lo único que logro fue deshacer la maravillosa fantasía que su jefe estaba formando. Al verse ignorada, subió de forma poco discreta la falda que usaba como parte del uniforme del lugar para de nueva cuenta intentar llamar la atención del caballero presente.  ¿Había algo mejor que eso? Mew no lo imaginaba, el tener a chicos y chicas a su disposición era lo que el describía como el paraíso y vaya que sabía lo que era estar ahí.

Demonio de Medianoche || MewGulfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora