Historias Cortas de Betty la fea

Isabella

POV de Nicolás Mora:

Era un día común en Ecomoda, la misma rutina de siempre. Betty y Armando eran una pareja muy adorable, aunque Betty últimamente se está poniendo insegura de Armando cada vez que lo ve con otra mujer muy linda. 

Hasta que me dijeron que Sofía no pudo ir, que uno de sus hijos estaba muy enfermo y debía quedarse con el niño en el hospital.

-Pobre Sofía- pensé- primero tenía que soportar que el Cheque no le pase ni un peso pa' los niños y ahora tiene que hacerse cargo de su hijo enfermo, sola.

Pero también me dijeron que había mandado un reemplazo, que esa chica era inclusive mejor que Sofía en esto de las finanzas. Que Sofía ya le había dado las directrices para que empezara a trabajar como su reemplazo.

Estaba en mi oficina, trabajando arduamente cuando Gutierrez abrió la puerta y me presentó a la que iba a ser el reemplazo de Sofía. 

Entonces, la ví. Era joven, aparentaba tener mi edad, mas o menos. Era muy linda esa muchacha.

-Doctor Mora, le presento a Isabella Rivera. Ella estará supliendo a su secretaria Sofía por un tiempo corto. Isabella, el es el doctor Mora, su jefe.- nos presentó Gutierrez, y ella estrechó la mano para poder saludar. 

-Mucho gusto doctor Mora, soy Isabella Rivera y espero poder ser de gran ayuda asi como Sofy le fué de gran ayuda para usted.- se presentó.  Quedé embobado por unos segundos, pero reaccioné rápido .

-El gusto es mío, señorita- respondí devolviendole el gesto de estrechar la mano- y yo sé que hará un trabajo excepcional.-finalizé con una sonrisa.

Ella me devolvió la sonrisa y Gutierrez le indicó su oficina. Claro que la morbosidad de Gutierrez no tiene límites. Lo ví cuando le miraba el trasero. Entonces, lo llamé a mi oficina mientras ella se ubicaba en su puesto.

Cuando llegó, le advertí. Le advertí que si iba a seguir con ese comportamiento, yo mismo sería el que lo echaría a patadas de esta empresa. Que respete a Isabella.  Gutierrez dijo que ya no lo volvía a hacer. 

"Ojalá que sea así"- dije para mis adentros.

El tiempo pasó. Isabella se empezó a llevar bien con las del Cuartel. La invitaban a comer al Corrientazo, solían estar en esos "comités" del Cuartel con ella. Pero a ella le quedaba poco tiempo, ya que el hijo de Sofía estaba mejorando y pronto le darían el alta. Siendo así, Sofía regresaría a Ecomoda y Isabella se iría. 

No Nicolás- pensé- usted tiene que aprovechar y invitar a esa muchacha. Tal vez no será su novia pero al menos tendrá otra amiga, y linda, por supuesto. 

Así que eso hice. La invité a comer a un restaurante, de la misma calaña de Le Noir, pero un poco mas caro, para impresionarla. Ella aceptó, y nos fuimos.

Cuando llegamos, ordenamos lo que queríamos comer y hasta que nuestros platos llegaran, pude ver que era una chica un tanto tímida. O sea, ella era sociable solo si tu empezabas la conversa.

Me contó de su vida, pero lo contó omitiendo partes. Me contó que le gustaba el helado de chocolate, que le gustaba mucho bailar salsa, que su música favorita era el jazz y el rock. Que no tenía hermanos, y que conocía a Sofía por que ambas vivían en el mismo barrio, y Sofía vivía al frente de su casa. 

Pero de algo si me dí cuenta. Cuando habló de que no tenía hermanos, lo dijo con una tristeza, como si eso fuera una herida que jamás puede ser cerrada. Pero no iba a atormentarla preguntando sobre eso. En vez de eso, me presenté, le dije que mi papá había abandonado a mi mamá y a mí cuando era mas joven, que me gustaban los batidos,que estudié con Betty, que ella era como mi hermana que nunca tuve.