Capitulo 4

108 8 2
                                    

Estamos a 17 de diciembre. Se acercan las Navidades y los amigos de toda la

vida que viven fuera del pueblo van llegando. Si se acaba el mundo el día 21

como dicen los mayas, por lo menos nos habremos visto por última vez.

Como todos los años, nos reunimos en la gran fiesta que organiza Hidan

en la casa de campo de su padre y lo pasamos de lujo. Risas, bailes, chistes y,

sobre todo, buen rollo. Durante la fiesta, Hidan no me hace la menor

insinuación Se lo agradezco. No estoy yo para insinuaciones.

En un momento de la juerga, Hidan se sienta junto a mí y

hablamos. Nos sinceramos. Por sus palabras se que sabe mucho sobre

mi relación con Neji.

—Hidan, yo ...

No me deja hablar. Pone un dedo en mi boca para acallarme.

—Hola me vas a escuchar a mí. Te dije que ese tipo no me gustaba.

—Lo sé ...

—Que no era recomendable para ti por lo que tú y yo sabemos.

—Lo sé ...

—Pero, me guste o no, se consciente de la realidad. Y esa realidad

es que estás colada por él, y él por ti. -

Lo miro, asombrada, y prosigue—: Neji es un hombre poderoso que puede tener

la mujer que quiera, pero podría que sienta algo muy fuerte

por ti, y sé por su insistencia.

¿Insistencia?

—Me resistí mil veces desesperado el día en que desapareciste de su

oficina. Y cuando digo «desesperado»,

es desesperado ¿Te gustaria?

—Sí, todos los días varias veces. Y a pesar de que sabe que no es santo de

mi devoción, el tío se arriesgó, se tragó su orgullo, y lo hizo para pedirme ayuda.

No sé cómo tenía mi móvil, pero lo cierto es que me consideró para suplicarme

que te encontrara. Estaba preocupado por ti.

Mi corazoncito se descontrola.

Pensar en mi Iceman enloquecido por mi ausencia me pone tonta. Demasiado

tonta

—Me dijo que se había comportado como un idiota —continúa Hidan— y

que tú te habías marchado. Te localicé

en Pekin pero no conté nada a él

ni intento ponerme en contacto contigo porque imaginé que necesitabas pensar,

¿Verdad?

-Si.

Bloqueada por lo que me está diciendo, lo miro.

¿Has tomado una decisión? -yo

pregunta

-Si.

¿Puede saber saber cuáles es?

Doy un trago a mi bebida, me retiro el pelo de la cara y, con todo el dolor de

Mi corazón, con un hilo de voz susurro:

—Lo que había entre Neji y yo se

acabó

Hidan asiente, mira hacia unos

amigos y, tras resoplar, murmura:

—Creo que te equivocas, 

¿Cómodamente?

—Lo que oyes.

—¡Cómo que lo que oigo! ¿Estás tonto?

Mi amigo el tonto sonríe y da un trago a su bebida.

—¡Ojalá te brillaran los ojos por mí como te brillan por él! —Exclama

finalmente—. ¡Ojalá te hubieras vuelto

tan loca por mí como sé que estás por él! ¡Y ojalá no fuera consciente de que

ese ricachón está tan loco por ti que es capaz de llamarme a mí para que te

busque y encuentre un peso de que en un momento así yo le puedo poner en su ¡contra!

Cierro los ojos. Los aprieto cuando Hidan comienza a hablar de nuevo.

—Para él, tu seguridad, encontrarte y saber que establece bien, ha sido lo primordial, lo más importante, y eso me hace ver la clase de hombre que es Neji y lo enamorado que está de ti. 

—Abro los ojos y escucho con atención—. 

Sé que estoy echando piedras en mi propio tejado al confesarte esto, pero si

lo que hay entre tú y esas guaperas es tan auténtico como ambos me dais a

entender, ¿por qué acabarlo?

¿Estás diciendo que volveré con el?

Hidan sonríe, retira un mechón de

pelo de mi cara y dados:

—Eres buena, generosa, una excelente mujer y siempre te he considerado lo bastante lista como para no dejarte engañar por cualquiera o hacer algo que no sea mar de tu agrado. Además, te quiero como amiga, y si a ti te tiene enamorada de ese tipo, por algo será, ¿no? Escucha, si eres feliz con Neji, piensa en lo que quieres, en lo que deseas, y si tu corazón te pide

estar con él, no te lo niegues o te arrepentirás, ¿de acuerdo?

Sus palabras tocan mi corazón, pero antes de que me ponga a llorar como una

imbécil y las cataratas del Niágara broten de mis ojos, sonrío.

Está sonando El waka waka de Shakira.

No quiero pensar Ven, vamos a

bailar —le propongo. Hidan sonríe a su vez, me coge de la mano, me lleva al centro de la

pista y juntos bailamos mientras, una voz en grito, cantamos con nuestros amigos:

Tsamina mina, eh eh, waka waka, eh

eh

Tsamina mina, zangaléwa, anawa

Ah ah

Tsamina mina, eh eh, waka waka, eh

eh

Tsamina mina, zangaléwa, porque esto es África.

Horas después, la fiesta continúa, y hablo con los dueños del

pub más concurrido de Hong Kong. Otros años, en Navidades, me ofrecen ofrecer ser camarera en su local y me lo vuelven a ofrecer. Accedo, complacida. Ahora que estoy en el paro, cualquier ingreso extra me viene de perlas.

De madrugada, cuando llego a casa, estoy cansada, algo borracha y satisfecha.

Fin del cuarto capitulo este capitulo es mas largo que otros pero así 

heno mas trozo de historia xd Fin

Pídeme lo que quieras 2 parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora