¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿No te parece una grandiosa idea cariño?— preguntó la mayor de edad con felicidad desbordando de su rostro.
—Si suena, lindo— dijo el castaño jugando con la comida sin ningún interés a su alrededor. El tiempo estaba pasando lento, solo podía escuchar el reloj en la pared dar sonidos cada vez más lentos y nada más que eso.
En unos cuantos minutos su mejor amigo vendría por el para ir a caminar a algún lugar de aventuras, bueno podría esperarse todo pero no sería de aventuras. Seguramente acabaría cansado de correr tras su mejor amigo.
—Entonces ¿irás con nosotros?— preguntó nuevamente ahora si captando su atención.
Dejun parpadeo unas cuantas veces. En realidad nunca escuchaba las historias que pasaba su mamá con sus amigas malas, malas personas. —¿Perdón?
—Dijiste que suena lindo— el menor le sonrió aún sin saber a que se refería —Ya sabes, conocer a la hija de una amiga.
—Es una excelente idea— le apoyo su padre —Es más que obvio que mi hijo será un encanto con ella— con fuerza golpeó el hombro izquierdo de su hijo recibiendo una queja.
Como en cada historia cliché deben haber unas personas malas en su historia de amor en cuento, esas son sus padres, que claro harían día y noche buscando que su hijo consiga parejas para poder ser felices con nietos. yaya que no sabían de la suerte de su hija, ¿que acaso con mirarlo no lo notaban?, a comparación de su hermano mayor era menos social, nunca se le vio interesado a el genero opuesto y nunca a tenido a una chica cerca suyo llamándola pareja, dejando ver a XiaoDejun algo "diferentes".
Claro que si les diría de sus preferencias sexuales los dos se alejarian con caras disgustivas y con aparatos amargos. Eso no es lo quería, así que tenía miedo. Lo guardaría para el.
El timbre sonó, despidió a los dos mayores con varios adiós y besos en el aire, corrió con todas sus fuerzas a la entrada colocando sus zapatilla y abriendo la puerta. Como siempre Kunhang lo recibía con una sonrisa deslumbrante que hacía que todo mal se fuera dentro de sí. Cerró la puerta detras de sí teniendo que alzar un poco la mirada para ver sus lindo orbes.
—¿Listo para un día de diversión?— preguntó Hendery con una sonrisa.
Se alzó de hombros —Tengo miedo, siempre haces cosas que me cansan, estoy listo para tu día.
Las salidas con Wong eran cien por ciento garantizadas con risas y diversión, no había ningún segundo que se sintiera feliz a su lado, le hacía olvidar todas las cosas como los estudios, sus padres desesperados y pensar en su futuro. Estar solo con Kunhang subía su nivel de felicidad. Todos los días recibía unos buenos días de su parte y hacia lo imposible para que pudieran verse todo el tiempo a cualquier hora disponible por parte de Dejun, los estudios lo tenían del cuello.
Llegaron a su destino, no tenía ni idea que hacían en un pequeño río en donde pasaban personas debajo de los puentes. Pero no le importaba con tal de ver feliz a el pelinegro saltando en unas cuantas rocas que sobresalían del agua.
—Descubrí este lugar en la mañana— Hendery dio un brinco hacia donde estaba parado, estando ahora enfrente suyo.
—Es muy lindo— Xiaojun sonrió mirando hacia el cielo —No hay tanta iluminación así que puedo ver las estrellas.
—¿Y eso es...?
El castaño sonrió —Perfecto— acompleto su pregunta.
Ambos chicos miraron hacia arriba como dos pequeños mirando maravillas. Dejun bajo la mirada notando la perfecta imagen que le proporcionaba la vida, el perfil de Kunhang dibujado con el brillo de todas las estrellas en sus ojos. Esta era la obra de arte que admiraria toda su vida. El alto sonrió de oreja a oreja ahora mirando al Xiao con una alegría desbordante, de tan sólo mirar eso su estómago sintió hormigueos y sentía todo su cuerpo calentarse en una chispa.
—Vi una estrella fugaz— apuntó al cielo. Xiaojun dio una rápida mirada al cielo —No la viste, pero aún así puedes pedir un deseo junto a mi.
—¿Compartiremos deseo?— Hendery asintió a su pregunta.
—Esperemos que sea el mismo— cerró los ojos y cruzó los dedos a la altura de su pecho —, así se cumplirá más.
Viendo como este arruga su nariz y trataba de soltar una sonrisa era lo mejor de este mundo. No había otra cosa que anhelaba ver todos los días después de soportar muchas personas y muchas situaciones, era como una recarga para seguir avanzando. La cura que necesitaba era ver a Hendery feliz, a su lado y dispuesto a seguir adelante con la infernal vida de jóvenes.
☁☁☁
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
