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El pequeño Hendery salto charco tras charco mojandose hasta los hombros y llenándo de lodo sus zapatilla junto a sus piernas descubiertas. Si llegaba antes, tomaba una rápida ducha y lavaba su ropa sin que su padre lo notara.
—¡Bang!— dio un gran salto en el último —, diez puntos.
Se dio la vuelta para irse encontrándose con muchos niños corriendo hacia un edifico, cual identificaba con una escuela. De ella pronto un ruido de campana y todos gritaron para correr adentro, sonaba divertido.
El estaría corriendo de igual manera con una mochila y un uniforme como el que ellos aportaban, haría amigos el primer día con los que jamás se separaría. Claro si fuera a la escuela.
Pateó una pequeña roca con cierto pequeño enojo y camino directo a casa aunque en su camino en unos metros más lejos estaba una lonchera de dinosaurios y un niño a su lado.
Xiaojun apretó más su impermeable de ranita por el miedo a ese edificio grande. El primer día de escuela, un infierno, más si era el nuevo. Según su papi ya era niño grande lo cual debía ir caminando con sus otros compañeros a la escuela, pero hasta eso le aterraba, trataba de buscar valentía para caminar de una vez por todas a su aula porque la campana había sonado mucho tiempo atrás.
Pero fracaso, tenía mucho miedo, así que corrió a la dirección contraria.
Oh el niño olvido su lonchera.
Kunhang camino los metros hasta tener el objeto en sus manos ¿que el niño no apreciaba los dinosaurios? o era otro motivo, no entró a la escuela, entonces huyó como los niños rebeldes.
—¡Yo quiero un amigo rebelde!.
Corrió a toda velocidad con la lonchera levantada hasta arriba de su cabeza y soltando carcajadas.
—Respira, respira— abrazo sus piernas escondiendo su rostro entre ellas —So-solo es una escuela nu-nueva no es nada malo.
—¡Niño rebelde!
Xiaojun grito de tal aparición y grito de ese niño ocultándose detrás de su mochila, rogando que no lo robaran. Wong Río a carcajadas al ver al pequeño bulto temblar y tratando de hacerse más pequeño en su lugar, bueno, sus risas duraron poco al ver que ese niño no se reía también.
—¿Estas bien?— el castaño no contestaba, se aguchillo —¿Te asuste mucho?
asintió a penas —¡Lo lamento! quería darte una sorpresa, ¡olvidaste tu lonchera!
Abrió la boca para decir algo pero se quedó callo nuevamente —¿Qué haces niño rebelde?— gateo hasta estar más cerca de él —, aparte de escapar.
—No soy un niño rebelde.
—¡Si hablas!
—Claro que sí.
Hendery aplaudió feliz —Pero no soy un niño rebelde— El pelinegro se cruzó de brazos.
—Claro que si, no entraste a la escuela.
Se quedó callado jugando con sus manos era muy tonto su razón, decirme que le dio mucho miedo entrar pero tampoco era un niño malo, iba a la escuela como se lo ordenaba su papá y ayudaba a su mamá en casa.
—Me dio mucho miedo....
—Oh— se sentó apoyándose en la mochila —¿Por qué?— no quería decirlo, le daba pena —¿No tienes amigos?.
Al voltear vio como negó —¡Yo tampoco!— aplaudía hasta que cayó en cuenta —, digo que mal.
—Soy el nuevo y tengo mucho miedo en entrar.
Mientras el deseaba ser el nuevo para poder hablar con muchos, el niño rebelde corría de ellos, aunque entendía que habían personas más tímidas. Kunhang abulto sus labios, se levantó para retirar la mochila azul del niño y se sentó a su lado, todo mientras Xiaojun lo miraba extrañado. —¿No quieres ser el nuevo?— vio como este negaba otra vez y jugaba con sus manos nervioso —Entonces ¿No quieres amigos?.
Sus ojitos brillaron —Claro que sí, pero no soy bueno haciendo amigos.
—No importa porque tu los quieres— lo enfrentó —Yo igual quiero amigos.
—Oh.
—¡Seamos amigos!.
El castaño abrió los ojos grande al extraño niño mojado pero al final logró sonreír, esa fue la primera vez que Hendery lo había echo reír. —¿Tú quieres ser mi amigo?.
—¡Si!— se arrodilló —, tu quieres un amigo y yo también— aplaudió de felicidad —¡No vayas a la escuela ahora! compremos dulces y yo tengo un lugar de juegos.
Tan feliz de al fin tener un amigo habloteando a gritos tomando las manos del castaño. No notaba la sonrisa de XiaoDejun, una felicidad que a su corta edad había alcanzado, que aunque sea un completo extraño la sonrisa que le regalaba le hacia sentir tan cómodo y cálido
🍮🍮🍮
Hendery tocó la ventana solo unas dos veces teniendo acceso rápidamente. Dejun le abrió con media sonrisa.
—Así que saliste sin el permiso de tu padre.
Se alzó de hombros —Está muy enojado y yo también lo estoy— rio recostandose en la cama.
—Eres un niño rebelde.
Ese cosquilleo en su pecho, Wong siempre tuvo ese pequeño cosquilleo estando junto a él. —Soy rebelde y tu estas refugiando a un fugitivo.
—Voy a sacarte por la ventana.
Se dejó caer a su lado riendo lo más bajo que podían para no despertar a ciertos padres.
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