1. ¡...Está justificado!

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Narración de la protagonista.

Poco después de que desperté de mi coma, y que algunos doctores me hicieran algunas pruebas para saber si ya estaba lista del todo, me dejaron irme a casa.

Ya había llegado, entonces subí a mi habitación, esta se encontraba realmente limpia.

—Tal y cómo la dejaste.— Una voz sonó detrás mío, me tomó por sorpresa.

Me giré para ver quién era, era mi madre, con una sonrisa en el rostro.

—Está bastante limpia, como si nunca me hubiese ido, ¿la estuviste aseando tú?—Pregunté, la verdad es que me sorprendió aquello.

Mi madre, por su parte, guardó silencio, y se limitó a sonreírme. A veces no entiendo a esta mujer, ¿qué quiere decir? Parecía que quería decirme miles de cosas, pero en cambio sólo hizo un comentario.

—Descansa, debes estar algo cansada del viaje.

Dijo para darse la vuelta y salir de mi habitación, cerrando la puerta.

¡Demonios! Era mi oportunidad de preguntarle sobre mis amigos. Y ese tal Helbram. ¿Por que me da tanta curiosidad tal nombre? Es uno muy raro, ¿quién llamaría a su hijo/a así? Bueno, al menos es algo.. ¿bonito? Supongo..

¡No es que quiera ofender y decir que mi nombre es lo mejor del mundo! Pero.. Helbram.. Es extraño, ¿entienden mi punto?

Agh, en fin.

No me había dado cuenta de que me había quedado viendo a la pared, parecía una estúpida. Y obedecí a mamá, apagué las luces y me tiré a la cama. Para caer de una dormida.

.  .  .

Ahi estaba, mi vestimenta había cambiado, al parecer tenía.. alas.. lo más normal del mundo, ¿no? Espera, ¿qué?

—¿¡A-ALAS!? ¿¡QUÉ CHINGAD-

—Uhm. ¿(T/N)? ¿Estás chiflada o qué? Es como si apenas te dieras cuenta de que tienes alas, jaja.— Un chico peli-verde me miró con una sonrisa algo confundida, para proceder a darle un pequeño mordisco al sándwich que tenía en sus manos. Finalmente pasó dicho pedazo, volvió a hablar— ¿Estás bien? Actúas muy raro.. Y me asustas un poco..

Había otro chico de cabello castaño claro, también comiendo un sándwich, este estaba a un lado de chico ojeras. Así le acabo de poner, tremendo nombre, ¿no?

Espera, ¿esto es un sueño? ¿Tengo que seguirle la corriente para que pase algo? ...No entiendo. Pero supongo que no me queda otra..

—E-Eh.. sí, estoy bien. Uhm.. No quise asustarte, estaba pensando sobre.. un amigo. Sí, un amigo.

Este escuchó mi explicación y mostró una expresión de, "¿tienes una mejor mentira?". Suspiré, y le di un manotazo en el hombro. Este sólo soltó una carcajada y me devolvió el golpe, pero de forma suave.

—¿¡Qué miras!? ¡E-Es la pura verdad!— Me quejé, incluso sentí que le conocía de toda la vida.

—Pff, ya dejen de pegarse ustedes dos, parecen niños.. Y creo que tiene razón, (T/N). Hace unos cuantos minutos actúas raro..— Habló el chico del cabello castaño claro, yo le di un manotazo también. Inconscientemente.

—¡A-Au! ¿¡Qué te pasa!?— Se quejó del golpe, ni que le hubiera dado tan fuerte..

¡E-Estoy segura de que así soy siempre!— Dios.. Creo que la cagué.

—...(T/N), ¿estás.. soñando?— Preguntó el peli-verde. Aquella pregunta me hizo paralizarme, ¿qué es esto..?

— ¿¡Qué clase de pregunta es esa, Helbram!?— Espera, ¿Helbra-

. . .

Me senté de golpe en la cama. Al parecer todo fue un sueño, pero a la vez se sintió tan.. real.

¿Por qué sueño con ese tal Helbram? ¿Por qué tenía alas? ¿Por qué el otro chico no? Más importante, ¿por qué yo tenía alas? Tantas preguntas.. No lo conozco de nada, bueno, tal vez sí.. Espera, ¡Pero eso es imposible! ¿Qué clase de jugada sería esa? ¡Cerebro, te odio aveces!

Me di cuenta de que estaba sudando un poco, lo que me levanté de la cama y me cambié de ropa a una más seca. Revisé la hora en el reloj que había en la habitación, mientras me tocaba la espalda por alguna razón, como si fueran a haber alas ahí. Qué tonta.

6:37 p.m.

¿¡Ya tan rápido!? Según yo dormiría poco.. Ahora que lo pienso, ¿a qué hora me dormí? Bah, creo que no importa mucho, ¡me siento realmente genial! ¡Como si fuera una persona totalmente diferente! Y tengo hambre. Me pregunto si mamá hizo la cena.. Ella siempre hace que la comida sea riquísima.

¡De tan sólo pensarlo me hace agua la boca!

Pff, ¿qué cosas dices, yo?

Iba a salir disparada a la cocina cuando alguien abrió antes la puerta, era mi hermano mayor.

—¡Ni creas que te dejaré servirte primero!— Dijo en un tono retador, yo acepté con una sonrisa confiada, y cuando iba a salir, me cerró la puerta en la cara.

—¡He-Hey! ¡¡ESO NO ES JUSTOOO!!— Grité con furia falsa y salí de mi habitación para perseguir a mi hermano a la cocina, esperaba ganar. No le dejaría la victoria tan fácil, menos si se trata de la comida hecha por mamá. ¡No, no!

Narrador.

Y así, la protagonista salió de su habitación, no sin antes cerrar la puerta detrás suyo, esta sería una gran batalla por la comida de mamá.

Mientras tanto, había una ventana entreabierta en la habitación de la chica, ahí se asomaba la cabeza de un peli-verde, sonriendo de forma.. ¿nostálgica? ¿Qué tipo de acosador es Helbram? ..

—Psst, ojeritas, ¿ya terminaste de acosar a tu novia? Empiezo a cansarme y no creo que la escalera aguante el peso de los dos.— Dijo una voz masculina, dicho chico era más alto que  el que sostenía, de hecho, estaba unos siete escalones debajo del último de aquella escalera de madera, debido a su altura antes mencionada.

—...¡Seguro estaba soñando conmigo! Y no es mi novia, ¡los amigos se cuidan! ¿O no? Si es necesario, tomar medidas drásticas. ¡El acoso está justificado!— Dijo emocionado dicho chico, casi le salían brillitos a los lados y todo. Escondiendo el dolor que le habían causado las palabras de (T/N) en el hospital.

—Ahh.. Cómo digas..— Dijo dándole el avión, así tirarlo de la escalera— Sí, gracias por bajarte y preocuparteee..~

—¡A-Au, au..!— Y se retorcía en el suelo, mientras se quejaba del dolor.

¡Qué buenos amigos!

..¿No?


Es ғáᴄɪʟ ᴏʟᴠɪᴅᴀʀᴍᴇ | 𝑯𝒆𝒍𝒃𝒓𝒂𝒎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora