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Siente que la cabeza le explotará del dolor en cualquier momento, si bien el ruido detrás de la puerta blanca es casi mínimo, los papeles sobre el escrito parecieran generar el ruido que no había.

Cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás, apenas estaba entrada la tarde y sería un día largo; miró al pequeño salchicha que descansaba dentro de una jaula, el suero había bajado bastante, lo cual era una buena señal pues ya no mostraba signos de deshidratación. Rebuscó en su bolso un par de pastillas que aminoraran el dolor cuando su móvil comenzó a sonar con insistencia, joder, si seguía así iba a tener que consultar con un doctor, de lo contrario estaría en problemas.

Un número desconocido brillaba en la pantalla, por lo que dedujo que debía ser algún cliente.

— Habla Na.

— Buenas tardes, doctor Na, verá, no lo llamaría si no tuviera una emergencia con mi mascota.

— Claro, dígame en qué puedo ayudarle.

La puerta color blanco se abrió y una cabeza con cabellos color naranja se asomó para tomar un par de pañales especiales para animales.

— No quiero alargarme, comenzó como un sangrado leve pero después noté que no era normal, la sangre sale como si fuese un río, se está desangrando y ha tenido convulsiones desde la madrugada de hoy, no he dormido por estar con ella. ¿Cree que pueda llevársela para que la revise?

— Por supuesto, es una emergencia así que sí, hablaré con mi secretario para avisarle de su llegada, tengo un espacio dentro de veinte minutos, le recomiendo apresurarse para poder revisarla.

— Se lo agradezco, mi apellido es Lee por si lo necesita.

— De acuerdo señor Lee, lo veré en veinte minutos.

Tan pronto como la llamada finalizó salió de la habitación al final del pasillo para acercarse a la recepción, atrás de un muro medianamente alto se podían admirar un par de ojos chocolates y un bonito perfil. — ¿Sucede algo, Jae?

— Hyung, en veinte minutos llegará un hombre de apellido Lee, trae a su mascota con hemorragia y convulsiones, cuando llegue envíalo directo a mi consultorio.

— Lo tendré en cuenta. — Lo vio teclear algo en el computador. — Si ves a Hyuk dile que Mark vino a dejarle el almuerzo, y tú para el final de la tarde tienes dos consultas más.

— Genial, ¡Gracias Dodo hyung!

Al cruzar las puertas del amplio local, el olor a desinfectante y medicamentos lo inundó, tragó pesado acercándose al recepcionista que rápidamente lo notó y se puso de pie, le obsequió una sonrisa tranquilizante mientras rodeaba el muro. — Usted debe ser el cliente de la emergencia, sígame. — Acomodándose la camisa volvió a tomar al animal entre sus brazos para seguir al hombre a como diera lugar, tenía la puerta abierta para él y agradeciéndole el gesto colocó al gran animal en la camilla de metal, un par de segundos después tres hombres con uniforme similar entraron a la habitación. — Jae, él es el hombre de la emergencia, queda en tus manos.

— Gracias hyung. — Cruzó los brazos a la altura de su pecho, el veterinario lucía bastante joven, no le inspiraba confianza aún así, la clínica Na era la mejor de toda la jodida ciudad. — Muy bien señor Lee, ¿Podría explicármelo todo desde el inicio? — Mencionó mientras se deslizaba unos guantes y sus dos ayudantes acomodaban al animal. — Chenle, asegúrate de agarrarla con fuerza, y después consíguele una habitación.

Stay A Little Longer - NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora