Capitulo 8

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Sasuke volvió a su casa, dejó los bolsos en la entrada y llegó hasta su pieza. Si bien habían pasado semanas, el rostro de la chica aún no salía de su mente, se maldecía internamente por no poder concentrarse en su lectura y a la vez por no entender por qué seguía queriendo sonreír después del encuentro con su hermano. Y es que el tenía razón, las veces que una chica le coqueteaba, eran innumerables, chicas que le dejaban el número en la mesa cuando tomaba el desayuno en hotel, hasta chicos le guiñaban un ojo de vez en cuando, sin embargo el azabache era conocido por su indiferencia y frialdad, a pesar de ser tan popular, la mayoría del tiempo estaba en su computadora trabajando.

No se sociabilizaba mucho con la gente de su trabajo porque, para él, era una perdida de tiempo. Nada era muy interesante. Conocía a los otros pilotos y cada junta por la noche era hablar sobre lo mismo, que compraron el auto del año o que en algún viaje de la semana conocieron alguna chica, o alguna comida rara que les gustó. Al principio iba bien y podía escuchar sin problemas, pero ya con dos años en la compañía y ver a la misma gente, mismos destinos y mismas historias, siempre quería llegar luego a casa para poder estar solo y en silencio.

Llegó un punto en donde volar para una empresa grande sentía que le consumía la vida, sin embargo no podía renunciar porque su padre estaba orgulloso de que su hijo sea el piloto emblema de la aerolínea más grande del país, y que su padre saque el tema en los almuerzos familiares o delante de sus amigos sin razón alguna era algo de lo que ya estaba hastiado sin lugar a dudas; sin embargo, no podía hacer nada.

Siempre se preocupó de no demostrar mucho sus sentimientos y mucho menos de mantener la mirada. Sobraban los malos entendidos cada vez que lo hacia. Sin embargo, ese día del briefing, cuando vio a aquella chica de ojos perla, se relajó por unos segundos. Ella tenía un aura de mucha tranquilidad e inocencia y eso mismo la hacía muy atractiva a sus ojos. Luego, en Argentina, cuando salieron a comer, por algún motivo cada vez que la miraban sentía como si quisiera masacrar con sus propias manos a todos los hombres. Acaso de verdad esa chica no se da cuenta de lo que provoca en los demás? Sasuke se tendió en la cama dando un suspiro pesado mientras miraba hacia el balcón de su pieza. Se arrepentía consigo mismo por proponerle una apuesta tan absurda ese día, porque era él quien no paraba de pensar y recordarla, aunque se lo auto-negase repetidas veces, ya era inútil. Cuando la veía, su cuerpo reaccionaba como idiota y ya era hora de escuchar a su hermano. Quizás así como lo haces con las canciones cuando dan vuelta una y otra vez en la cabeza, necesitas escucharla para dejar de pensar en ella. El azabache tomó el teléfono que tiene para el trabajo y buscó dentro de los grupos de WhatsApp de la empresa el nombre de ella, su foto de perfil era un pequeño gato negro de ojos azules en sus brazos, estaba seguro que era ella porque podía reconocer sus manos sobre cualquier otra. Guardó su número en su teléfono personal y se sentó junto con un café amargo en el living de su casa. -Bien, tengo su número, tengo batería, tengo señal, tengo todo y ahora que? Miraba la pantalla sin saber qué escribir , "hola soy Sasuke Uchiha salgamos a hacer algo"...no "hola, cómo estás , tienes el día libre ?" ...no "hola he estado pensando tanto en ti que me partí el hombro por tu culpa y ven a cuidarme por favor , hazte cargo, lo agradecería"...definitivamente NO. Algo le decía que esta tarde iba a ser larga.


La peliazul había terminado de hablar con Hanabi por teléfono, y se dispuso a cocinar su almuerzo para el día de mañana. Si bien, le tocaba un vuelo corto nacional donde salía a las 6 de la mañana, como era vuelo corto , no subían almuerzos para la tripulación y solo cargaban alguna galleta o sándwich fríos. Hinata llevaba un pequeño bento en su bolsito de mano, sabia que aquellos vuelos eran los más agotadores, ya que significaba salir nueve horas de su casa. Dentro de esas nueve horas consideramos: una hora en arreglarse, otra hora de viaje al aeropuerto , otra mas para el briefing y el chequeo de seguridad además del embarque de pasajeros, luego chequear que todos los bolsos estén guardados y pasajeros con cinturón, por fin prepararse para el vuelo , ya van tres horas desde que salió de su casa y aun no despegamos, el vuelo más corto de la empresa son dos horas de viaje donde solo se sirven snacks empaquetados y jugos o bebidas a elección, luego si cargamos combustible es una hora extra no planificada, serían siete horas, considerando ida y vuelta sin atraso, luego quedan dos horas que seria el desembarque del avión, el chequeo de nuevo y esperar el transfer a la casa. De solo pensarlo la ojiperla soltó un suspiro agotado pero no quitaba su sonrisa del rostro, le gustaba su trabajo. - Listo, está perfecto. Guardo la pequeña caja dentro de su bolsito, con cuidado.... ya son las doce ?! No dormiré nada!  Hinata toma su cartera y guarda torpemente su pasaporte, teléfono y credencial y se va a preparar para dormir, sin darse cuenta que tenía una notificación emergente en la pantalla de su móvil.

El viaje -Sasuhina-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora