Promesa de hermano.

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-Ben, ¿Estas despierto? ¡Ben!.

Pongo los ojos en blanco y me giro.

-¿Qué te hace pensar que voy a responderte si estoy dormido?-Gruño malhumorado.

Le oigo suspirar.

-Lo siento…¿Me dejas espacio en tu cama? Está lloviendo y..

Me levanto, mirando somnoliento a la mata de pelos rubios frente a mí.

Isaac está parado al lado de mi cama, su menudo cuerpecito está cubierto por un pijama llena  de figuras de carros y nubes que le queda holgada, las mangas son tan largas que  le tapan sus manitas.

Una almohada está aferrada a su pecho y la apretada de vez en cuando con nerviosismo, parece incomodo, y por sus ojos sé que está asustado.

Sacudo la cabeza divertido.

-Y esta tronando.-Finalizo la frase con una sonrisa.

Isaac le teme a los rayos y truenos desde que era un bebe, ya han pasado 7  años desde entonces, y aun lo hace.

Es mi hermano menor, el único que tengo de hecho, y esto de la lluvia y el trueno me lo sé de memoria, es igual cuando se va la luz.

Le hago un espacio en la cama, y él se mete rápidamente como si estuviese siendo perseguido por fantasmas.

Procuro no reírme.

-Sabes que no pueden hacerte daño ¿verdad?-Le consuelo mirándole de soslayo.

Isaac se cubre con la manta hasta la nariz y me mira aterrado.

-Pero…se escuchan muy cerca y…

-Y nada, yo te protegeré ¿de acuerdo?

Esto de hacerse el hermano mayor responsable va muy bien conmigo.

El pequeño descubre su boca y sonríe.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

Minutos después Isaac yacía dormido plácidamente a mi lado, cada vez que duerme conmigo me gusta observarlo un rato, hay tanta paz en su rostro cuando duerme que a veces siento envidia.

17 años y no he tenido una sola noche  en  la que pueda responder a la pregunta ¿Qué tal dormiste? Con un ‘’Bien’’.

Las pesadillas me acosan.

Me revuelvo el pelo y acomodo mis brazos debajo de mi cabeza mientras observo el techo

Mañana será el primer día que asista a la Universidad, el nerviosismo  bulle por mis venas, y me hace sentir irritado, lamentablemente soy de esas personas que cambian de humor en cuestión de minutos.

Suspiro, si no duermo hoy parece una momia andante por la mañana.

Aparte de que no ayuda mucho mi maldita palidez.

Me acomodo lentamente para no levantar a mi hermano y busco a tientas mi Mp3 debajo de la almohada, la música siempre ayuda con el insomnio, en realidad es ella quien te sostiene con vida, o al menos a mí.

Aparte de escribir y leer por supuesto, soy un poeta descarriado, o así me gusta llamarme, adoro pasar horas bajo un árbol y escribir al ocaso, a las flores, al cielo, pero hay veces en las que no todo es color de rosa, y los poemas se vuelven dolorosos, oscuros, vacíos.

Mi vida no es tan lamentable como para desear la muerte claro está, tengo un hermano adorable, al que cuido y quiero, aunque a veces lo trate como mascota- una muy mala manía mía- tengo una situación económica estable y me puedo dar mis gustos, pero la relación con mama y papa, es demasiado…fría, por no decir nula. Supongo que es así en todo adolescente, o al menos eso quiero creer.  

Enciendo el Mp3 y automáticamente se reproduce Young Girls de Bruno Mars y me relajo completamente.

Mañana será un gran día pienso.

Y me duermo tarareando entre susurros la peculiar canción.

Me pierdo bajo estas luces

Me pierdo en las palabras que digo

Dejo de creer en mis propias mentiras

Creyendo que todo estará bien.

Oh, aún sueño con una simple vida

Los chicos suponen que las chicas lo hacen así de salvaje

Pero el amor no existe cuando vives así por mucho tiempo

Lo sé, sí, lo sé.

B E N J A M I N EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora