Capítulo 3

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Saben de esos momentos que parecen demasiado cómicos, tanto así que parecen de películas, pues este es así, pero mas que cómico también es incomodo y no lo esperaba tan pronto. 

Volteo a ver al dueño de la voz, luego de tantos años sigue igual, más guapo diría, siento una extraña sensación que decido ignorar y hago una mueca rara.

—Y tú sigues sin saber cómo tratar a una dama, Evan.—digo sintiéndome rara, mucho tiempo sin pronunciar su nombre, siempre evitándolo, evitando los recuerdos. —Cuando dijeron que enviarían a alguien esperaba a cualquier otra persona menos a ti.

—Créeme, no fui voluntario, pero era el único disponible en el lugar, todos andan como locos ocupados y eso que solo falta un mes.—dice y toma mi maleta.

—Gracias, pero podía con ella.—le digo siguiéndolo.

—Sé que puedes sola  y me lo has demostrado más de una vez, solo te demuestro que si sé como tratar a una princesa.—me dice y capto el cambió de la palabra dama por princesa, lo que me hace estremecer. 

Respiro hondo y no digo nada, camino detrás de él dejándome guiar a su auto. Ya dentro enciende la radio, y suena una canción de Taylor, pero esta vez es Death By Thousand Cuts

Cierro los ojos ante la ironía y la letra de la canción.

If the story is over
Why i am still writing pages?

—Si no te gusta siempre puedes cambiar la canción.—me dice al verme tensa.

—No tiene que ver con la canción.

—Cualquier cosa me tienes acá, princesa, al fin y al cabo siempre fuimos amigos antes que algo más.

Sus palabras sinceras me hacen estremecer y solo me queda asentir. Tantos recuerdos y sentimientos reprimidos me tienen con los nervios a flor de piel.

Observo todo el paisaje con la cabeza apoyada en la ventana, cruzamos el parque en el que nos conocimos de pequeños y donde nos escabulliamos.

Luego de unos 15 minutos llenos de silencio, acompañados solo con el ruido de la radio, llegamos a mi antigua casa.

El exterior sigue similar, como si el tiempo no hubiera pasado, como si nunca me hubiera ido.

Entro a la casa con la llave oculta que dejabamos siemrpe Esteb y yo en la planta lateral de la puerta por cualquier emergencia.

—Tu hermano anda de compras, seguro no tarda en llegar.—dice dejando mis maletas en la entrada.

—Gracias, Evan.—digo y su móvil comienza a sonar.

Lo saca y logro ver el nombre Elisa junto con un corazón en la pantalla.

—Hola, amor.—dice y siento como algo en mi se rompe, es un sentimiento extraño, que no puedo explicar. Como si se me revolviera el estómago o me golpearan en él.

Me hace señas con los labios de que se irá mientras sigue en la llamada.

Asiento y cierro la puerta para luego apoyarme en ella.

Sacudo la cabeza ignorando el sentimiento de pesadez que me invade, si tiene su novia no es problema mío, yo también tengo mi novio y eso esta bien, irme en un pasado fue la mejor decisión que tome al parecer.

Suspiro tomando mis maletas y llevándola una a una a mi antigua habitación, todo esta como lo recuerdo, lo único que me lleve al irme fue mi ropa, mi móvil y nada más, deje todo atrás y aun asi aqui estoy de vuelta al mismo punto, en el mismo lugar, pero no soy la misma.

¿Juntos? [TYJN #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora